0 Ñuls: Peratta; Alayes, Schiavi, Fideleff; Vella, Mateo, Bernardi, Estigarribia; Formica; Sperdutti, Borghello. DT: Roberto Sensini

0 Liga de Quito: Cevallos; Guagua, Norberto Araujo, Calderón; Reasco, Urrutia, William Araujo, Ulises de la Cruz, Chila; Luna, Barcos. DT: Edgardo Bauza.

Cambios: ST: 19m Luis Rodríguez por Vella (Ñ), 30m Salgueiro por Luna (L), 33m Taborda por Fideleff (Ñ), 38m Gámez por Chila (L) y Salvatierra por Borghello (Ñ), 43m Espínola por Ulises de la Cruz (L).

Arbitro: Darío Ubriaco (Uruguay)

Cancha: Coloso del Parque

En una serie que se resuelve en dos partidos, al igualar el primer encuentro sin goles, como ocurrió anoche en el parque, el único que pierde es el local, en este caso Ñuls. El partido tuvo a la lepra en permanente faceta ofensiva, pero ninguna de las opciones de juego alcanzaron para superar el arco de la Liga de Quito. El equipo de Patón se aferró a sus máxima defensiva y sacó rédito, porque Sperdutti jamás gravitó y no hubo variantes que sorprendieran a Cevallos. Sensini hizo lo cambios pertinentes, pero Luis Rodríguez y Taborda definieron desviados, como antes lo hicieron Borghello y Formica. La suerte leprosa se jugará el miércoles en la altura de Quito, y si marca un gol, quizá allí Ñuls pueda recuperar el sueño de la semifinal, sensación extraviada tras los 90 minutos de ayer.

La intensidad con que se jugó el primer tiempo es propio de los partidos internacionales que se juegan en instancias decisivas. Ñuls volcó todos los esfuerzos el atacar y retener la pelota; Liga hizo lo propio para presionar, reducir espacios e incomodar al rival. Y la pulseada, al menos en la primera parte, la ganó la visita.

Es que el dominio claro que ejerció el rojinegro careció de contundencia. Eso se debió a que Calderón fue celoso en la marca a Sperdutti, a quien nunca se le escapó, Formica a veces jugaba con pie cambiado y cuando Borghello lo tuvo claro ante Ceballos le falló al arco.

El susto que regalará el equipo de Edgardo Bauza a los leprosos, que colmaron las localidades, se vio en los primeros minutos, cuando Barcos encontró el despeje imperfecto de Schiavi tras tiro de esquina y el goleador, de derecha, estrelló la pelota en el palo izquierdo de Peratta. Todo lo demás fue a merced de la lepra, incluso a pesar de la poca lucidez que tenía el equipo al momento de descubrir espacios vacíos.

Formica se la tiró profunda a Borghello, y cerró a tiempo Araujo. Luego Ceballos se anticipó ante el propio Formica y Borghello la tiró afuera al tocar por arriba del arquero. No gravitó Sperdutti, por lo dicho sobre su perseverante marcador, y de pelota detenida Schiavi y Alayes jamás ganaron limpio. Por entonces Liga se satisfacía solo con no verse superado en su propio arco. Barcos y Luna estaban de más.

Ñuls aumentó su apuesta ganadora en la misma medida que perdía precisión. Es que si bien el rojinegro obligó a los ecuatorianos a resignar cualquier pretensión ofensiva, ninguno de los caminos llegaron al gol. No lo encontraron los suplentes al ingresar, ni tampoco Formica, y menos Sperdutti, siempre bien contenido. Todo se resolverá en Quito, a 2800 metros de altura sobre el nivel del mar, donde Liga no suele fallar.