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Jueves, 27 de julio de 2006

DEPORTES › EN PROTESTA POR EL DESPIDO DEL NEGRO ASTRADA

Un día de furia canalla

Los hinchas protestaron frente a la librería del presidente del club, en la puerta de la sede céntrica y en el bar cuyo uno de los propietarios es el "Petaco" Carbonari.

La bronca y el malestar de la hinchada canalla por la abrupta salida de Leonardo Astrada como técnico del primer equipo auriazul tras enfrentarse al grupo inversor y a la comisión directiva; se hicieron sentir ayer por la tarde en el centro de la ciudad. Cerca de 300 simpatizantes "autoconvocados" se movilizaron en un verdadero raid de escraches que incluyó protestas frente a un local que posee el presidente del club, en la puerta de la sede céntrica y en el bar donde supuestamente estaba reunido el manager deportivo Horacio Carbonari con el posible nuevo DT, Néstor Gorosito. Los hinchas reclamaron la continuidad de "el Jefe", criticaron a la comisión directiva y fustigaron con dureza al Petaco. Piedras, cascotes, huevos y tomates fueron arrojados a las fachadas generando destrozos en los vidrios. Un agente de la Unidad Regional II de policía resultó herido en su rodilla. No hubo detenidos.

Desde temprano, a través de una cadena masiva de mails que llegó a las radios, canales de televisión y portales de noticias un grupo de simpatizantes convocaba a una manifestación a las 16, para apoyar a Leo Astrada y cuestionar el accionar de la comisión directiva y el grupo inversor. El lugar elegido para la concentración no fue casual: la esquina de Córdoba y Corrientes, a metros de un local comercial que pertenece al presidente Pablo Scarabino. Allí aparecieron los primeros cánticos defendiendo al ahora ex técnico auriazul y los cuestionamientos hacia la comisión directiva y el grupo inversor, personalizado en Carbonari.

A raíz de una errónea información periodística difundida por una emisora de FM, a las 17.30 los hinchas -en su mayoría adolescentes- se movilizaron hasta el bar Metropolitan, donde supuestamente el Petaco -uno de los propietarios del local- se encontraba reunido con Gorosito ultimando los detalles de su vinculación con la entidad auriazul. Carbonari no estaba reunido con el Pipo, había estado en la práctica del plantel profesional.

"Qué risa que me da, si firma Gorosito que quilombo se va a armar", amenazaban los hinchas. De inmediato se sucedieron los cánticos más que agresivos hacia Scarabino y el grupo inversor. "Que vuelva Astrada la puta que te parió", exigían enfurecidos.

Después llegaron los incidentes. Piedrazos y huevazos contra el frente del coqueto bar que terminaron rompiendo el blindex de entrada del local e hiriendo en la rodilla a un agente de la Guardia de Infantería que debió ser trasladado al CER donde se le realizaron las curaciones respectivas.

Con los vidrios rotos en el piso, algunos simpatizantes ingresaron al bar y empezaron a llevarse los vinos que estaban ubicados en la bodega de entrada. En ese momento comenzaron a llegar los efectivos policiales.

El comisario inspector Daniel Barrile, jefe de Inspección de la primera Zona supervisaba personalmente el operativo. Una docena de agentes lo acompañaba mirando atentamente lo que sucedía, sin intervenir.

El grupo canalla caminó unos metros y al llegar a Presidente Roca dobló a la izquierda. A media cuadra, antes de llegar al Pasaje Alvarez los hinchas se apostaron en uno de los edificios de la cuadra. Otra vez el blanco de críticas e insultos fue el presidente de la institución.

Desde allí los "autoconvocados" se dirigieron nuevamante hasta la librería de Scarabino. Pese al vallado y al cordón policial, los hinchas arrojaron piedras y cascotes que impactaron en los vidrios del local. "Scarabino botón, pareces De la Rúa, la puta madre que te parió", disparaban irónicamente los movilizados.

El raid de protesta desembocó en la esquina de Sarmiento y Córdoba. Los hinchas pretendían protestar frente al diario La Capital, contra uno de los integrantes del comité editorial, Orlando Vignatti, máximo referente del grupo inversor que aportó los recursos para comprar a Wanchope y al Kily González. El vallado y la presencia policial, se lo impidieron.

Más tarde, la marcha se dirigió hasta la sede céntrica de Central con el mismo escenario: agentes de seguridad y vallas que impedían el contacto directo. La movilización culminó en la Plaza Pringles sin mayores incidentes. Desde la Unidad Regional II confirmaron anoche a Rosario/12 que no se habían producido detenciones.

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El bar Metropolitan, donde supuestamente estaba Petaco, uno de los propietarios. Los hinchas rompieron el blindex de entrada del local céntrico.
 
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