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Sábado, 10 de noviembre de 2007

CULTURA / ESPECTáCULOS › TEATRO "LOS PADRES TERRIBLES", DE JEAN COCTEAU

Crítica a la familia burguesa

La obra se estrenó en Francia en el '38 y cancelada por
inmoral. Notables actores porteños la presentan en La Comedia.

 Por Edgardo Pérez Castillo

Nominada a ocho premios ACE --y merecedora de cuatro de ésos galardones--, elogiada por la crítica y aceptada masivamente por el público, la versión que la directora Alejandra Ciurlanti realizara de Los padres terribles, de Jean Cocteau, ofrecerá esta noche (a las 21.30) su segunda y última función en La Comedia. En diálogo con Rosario/12 el actor rosarino Luis Machín detalló las cualidades de una puesta que es protagonizada además por Mirta Busnelli, Noemí Frenkel, Nahuel Perez Biscayart y María Alché.

Convocado por Ciurlanti --con quien ya había trabajado en Casa de muñecas de Ibsen y en Dios perro, adaptación de Lástima que sea una puta de John Ford--, Machín no conocía de antemano a la obra escrita por Cocteau en 1938, aunque bastó que leyera el texto para sumarse al proyecto. "Me pareció que era un material interesante para retrabajar y desempolvar un poco cierto tufillo que tenía antiguo, la relación de un hijo con sus padres --comentó--. Sin embargo era muy atractivo cómo la planteaba Cocteau desde sus comienzos, porque plantea un nudo de vodevil pero con tramos donde lo dramático adquiere un rol muy protagónico. Y también está entrecruzado por el género más de vodevil y de comedia, entonces tiene una mixtura de géneros muy interesante para trabajar y precisamente fue eso lo que me terminó seduciendo para hacerla. Además de volver a trabajar con Alejandra y que el elenco se compusiera de la manera en que está compuesto, sobre todo con Mirta".

Adaptado y traducido por Ignacio Apolo, el texto fue entonces trabajado durante cuatro meses de ensayos diarios: "Ese fue el tiempo que nos llevó encontrarle el tono posible para actuarla y para que tuviera un carácter más contemporáneo la forma de contarlo. Si bien es una pieza que está ambientada en los años 40, el vestuario da cuenta de esa época y algo de los elementos escenográficos también, si bien mantiene eso del original y los textos están muy respetados, la obra se acortó en algunos tramos donde se hablaba demasiado sobre algunos temas que no eran tan necesarios".

Ya en escena, la puesta logró una fuerte aceptación de público y crítica, haciendo palpable la repercusión en los cuatro premios ACE que obtuviera en los rubros de Comedia Dramática, Actor Protagónico, Actriz de Reparto y Dirección. "Es una obra que ha tenido una particular repercusión en relación a la cantidad de gente que la vio, el tiempo que estuvimos en cartel y que vamos a seguir estando porque la vamos a reponer en enero en Buenos Aires --expresó el actor--. Si bien nosotros teníamos una medida de cómo le había llegado a la gente, también tuvo muy buena repercusión en relación a la crítica".

Estrenada originalmente en 1938, y cancelada entonces por inmoral, hoy los temas tratados en la puesta ya no generan la misma controversia, aunque sin embargo se sostiene como una obra que conmueve, algo que Machín adjudica a su temática universal: "Siempre la relación familiar padre-madre-hijo ha dado que hablar, desde mucho antes de la aparición del psicoanálisis. Siempre fue motivo de discusión, de puntos de vista distintos en relación a la crianza de los hijos. Si bien la pieza no toma particularmente el tema de la crianza de un hijo, sino que a partir de un hecho fortuito empiezan a desencadenarse una cantidad de conflictos, eso es como el núcleo central de la obra de Cocteau, y también de esta adaptación. Sin embargo, sin quitarle la importancia de los textos del original, hay algo que en la adaptación sí está revalorizado, que tiene que ver con el lenguaje de actuación, que finalmente es lo que de alguna manera la hace más contemporánea. Siempre la presencia de actores que tengan un carácter interpretativo importante, y eso lo digo en relación a todos los que conformamos el grupo, siempre la visión inteligente y sensible del actor hace que la obra encuentre el punto justo o condenarla al fracaso. Por suerte no fue éste el caso".

"Me parece que el nudo central de la obra, que es la relación de estos padres con su hijo, sigue siendo atractivo. Siempre es bueno ver tercerizadamente cómo la influencia de los padres puede generar la elaboración de un monstruo como hijo, o desgraciadamente la conformación de una persona que después va a tener muchos problemas en el futuro. Este hijo está condenado no solamente por los padres sino también por la tía, está condenado por los comportamientos de los mayores. Y es una pieza que tiene mucha resonancia en el ser argentino, me parece que tiene resonancias con obras de Florencio Sánchez como En familia, donde el valor del dinero es fundante. Acá hay una herencia que han recibido y ésa herencia es la que les permite vivir con cierta soltura, los ubica en una clase burguesa acomodada, y también la analogía con En familia es éso, porque es una familia burguesa con decadencia moral, se juegan valores morales que hacen que la pieza en su momento haya sido una crítica declarada de Cocteau a la burguesía francesa y al tipo de crianza que se le daba en aquellos momentos", concluyó.

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Luis Machín, Mirta Busnelli y Nahuel Perez Biscayart.
 
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