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Lunes, 11 de noviembre de 2013

CULTURA / ESPECTáCULOS › MADRE CABRINI EXHIBE HOY LA PRIMERA PELíCULA DEL DIRECTOR ITALIANO ETTORE SCOLA

Una buena excusa para hablar de Scola

Mientras se anuncia para el Festival de Cine de Mar del Plata, en sólo dos funciones, el esperado y sorpresivo film Che strano chiamarse Federico, dedicado a Fellini; esta noche se verá Hablemos de mujeres en la sala de avenida Pellegrini.

 Por Emilio A. Bellon

A pocos días de iniciarse la 28ª Edición del Festival Internacional de Mar del Plata, que convoca anualmente desde hace años a realizadores, críticos, representantes del quehacer cinematográfico de diferentes latitudes, público en general y a un número elevadísimo de films que se proyectan de manera simultánea en diversas salas, se subraya que en dos funciones se podrá admirar el tan esperado y sorpresivo film de Ettore Scola, Che strano chiamarse Federico, definido por la prensa como un retrato﷓homenaje, como un film que combina artificios de un juego de representaciones con montaje de films del mismo Federico Fellini. Mientras tanto, y a la espera de la novedad, esta noche, a las 20.30, en el cine Madre Cabrini (Pellegrini 669) podrá disfrutarse la primera película de Scola, Hablemos de mujeres.

La programación del Festival de Mar del Plata, tal como ya está difundida, permite leer que el film de Ettore Scola, a quien ya considerábamos alejado de los sets de filmación por su gran disidencia con la prepotencia impuesta por los productores, se podrá disfrutar sólo en dos horarios. Sí, sólo en dos momentos: domingo 17, a las 15.30, y el martes 19, a las 22. La pregunta que surge de manera inmediata es ¿podremos verla a posteriori en otras salas, en otras ciudades? ¿Comprará sus derechos de exhibición algún distribuidor? Una vez más, los cientos de films que allí se van a dar a conocer estarán librados, para su circulación posterior, a la voluntad de quien esté al frente de una distribuidora, de alguna firma, de algún particular.

En los años 60, el nombre de Ettore Scola ya era muy conocido en las crónicas del Festival. Y en esos días, ya en los inicios de la década, su nombre figura en carácter de co﷓guionista junto a Ruggero Maccari y Dino Risi en Il Sorpasso, film que obtuvo en este encuentro el premio al mejor director. Un año después, en el 64, Ugo Tognazzi y Vittorio Gassman obtienen el ex﷓aequo a la mejor interpretación por la labor conjunta en el film también de Dino Risi, Los monstruos, grotesco retrato planteado en episodios sobre las conductas humanas. En el 66, el film Yo la conocía bien, de Antonio Pietrangeli, con Stefania Sandrelli, Nino Manfredi y Ugo Tognazzi cuenta con un guión escrito por el mismo realizador, R. Maccari y Ettore Scola.

La labor de Ettore Scola como guionista comienza en el año 52. Y entre otros títulos, de estas dos décadas 50﷓60, encontramos su escritura autoral, compartida, en la mayoría de los casos con relevantes nombres. Amores de medio siglo, de Antonio Pietrángeli; Dos noches con Cleopatra, de Mario Mattoli; Un americano en Roma y Totó en la luna, ambas de Steno; El soltero, Nacida en marzo y Fantasmas en Roma de Antonio Pietrangeli; Años rugientes de Luigi Zampa; La marcha sobre Roma, Los complejos, Un italiano en la Argentina, de Dino Risi, Made in Italy, de Nanny Loy son algunos de ellos.

Nacido un 10 de mayo de 1931 en un pequeño pueblito de la zona de Trevico, Ettore Scola, siguiendo primero los pasos de su padre y hermanos médicos se inscribió en dicha Facultad para pasar luego a la de derecho. Pero en forma inmediata pasó a colaborar como caricaturista y autor de sketchs radiales, para llegar a las puertas por su talentosa pluma a los sets donde filmaban Alberto Sordi y particularmente Totó, el más admirado de esos años. El primer parlamento para el cine lo escribió para el film de Mario Mattoli, Totó Tarzan.

Su primer largometraje es de 1964. Scola presenta en carácter de realizador su opera prima, su primer largometraje, el que originalemente se iba a llamar Parliamo d'amore y que luego por motivos ajenos al director pasó a conocerse como Se permettete, parliamo di donne; conocido en nuestro país como Hablemos de mujeres. Ese es el film que la sala Madre Cabrini presenta esta noche, a las 20.30.

Con la ayuda económica de su amigo Vittorio Gassman, Scola ofrece a los 33 años, en la línea del cine de episodios de entonces, nueve retratos de mujeres, que se van escenificando junto a diferentes arquetipos masculinos; según un guión escrito junto a su amigo Ruggero Maccari. De esta manera, en este film que toma la dirección del grotesco, Scola parodia situaciones que lo tienen a Gassman como ese gran protagonista que asume diferentes máscaras, que descubren los costados tragicómicos y los comportamientos absurdos.

Con la labor en la banda sonora de quien lo acompañará a lo largo de toda su filmografía, Armando Trovajoli, Parliamo di donne presenta a un Gassman que, en tanto compone al protagónico de cada uno de las historias, asume desde el guión el nombre de Adan proteiforme. Y junto a él, las actrices Sylva Koscina, Antonella Lualdi, Giovanna Ralli, Eleonora Rossi Drago, Jeanne Valerie.

En los días posteriores al estreno, Tullio Kezich abrió espacios polémicos desde su columna; consideró que el film no tenía reparos. Indignada, Lina Wertmuller, ya con un cierto grado de reconocimiento en su oficio como realizadora, estrenará, en el 65, desde su perspectiva feminista, Questa volta parliamo d'uomini. ¿Se mantendrá abierto esta noche el debate de aquellos años?

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Che strano chiamarse Federico es el nuevo título de Scola, todo un homenaje a Fellini.
 
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