Si bien históricamente su propuesta estuvo asociada a humor y música, Los Modernos le han dado forma a un espectáculo que lleva por título El Musical. La obra --que mañana se presentará por primera vez en Rosario, en un show que se anuncia a las 22 en el Teatro de Plataforma Lavardén, Sarmiento y Mendoza--, encuentra a Pedro Paiva y Alejandro Orlando con una propuesta donde las canciones son plataforma esencial para las incursiones hilarantes del dúo.

"En cada espectáculo nosotros teníamos un texto medianamente largo y una canción, era el esquema repetido en general. Luego con Alejandro vimos que cada espectáculo que sucedía al anterior tenía un poquito más de canciones, entonces arribamos casi en términos naturales a lo que es El musical, donde el predominio es la canción cantada. De algún modo es un espectáculo contado a través de canciones, no es un musical propiamente dicho, donde hay coreografías, bailarines y orquesta en vivo. Simplemente es un pequeño guiño para quien nos conoce: vamos a hacer un espectáculo diferente, aunque similar a los anteriores", amplía a este medio Pedro Paiva, una de las mitades del dúo cordobés que sigue estrechando su vínculo con el público local.

En ese sentido, el responsable de los textos reconoce que la cercanía con los espectadores representa también un desafío: "Formarse un público que de algún modo se vuelva habitué, o como se suele decir, fanático de cierta estética, también te obliga como generador de ese espectáculo a sorprender, a no quedarse en un texto que fue un hallazgo y prolongarlo en el tiempo. O quedarse en un concepto que ha resultado y de algún modo seguís manteniendo. Nosotros en cada espectáculo, por esto de que hay un público que es habitué, estamos obligados a mostrar un formato novedoso, a sorprender. Mantener la identidad no implica no poder cambiar sustancialmente muchas cosas".

En este caso, la novedad pasa por la presencia de una treintena de canciones que nutren a un espectáculo veloz, según anticipa Paiva: "Hay un concepto muy actualizado, que se debe un poco a la tecnología, a la televisión e internet, donde el espectador busca el ritmo en cuanto a la velocidad y lo breve en relación al cambio a otro tema. Eso le da al espectáculo un ritmo y una variedad que se apoya en muchas canciones, salpicadas con pequeños textos que son el pretexto para cada una de ellas".