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Domingo, 19 de abril de 2015

CULTURA / ESPECTáCULOS › PRESENTAN EL PROGRAMA DE TELEVISIóN "LUCES CALIENTES", DE EL GOMECITO

El arte mucho más allá de la locura

Con la conducción de Hernán "el poeta" Rossatti, se ve los lunes, miércoles y viernes, a las 16, por Canal 4 de Cablehogar. Este miércoles se presenta en sociedad en la sala Arteón, con una edición de lo más jugoso de las entrevistas.

 Por Sonia Tessa

"¿Qué es para vos la locura?", pregunta Hernán "el poeta" Rossatti a sus entrevistados, sean el futbolista Lucas Bernardi o el cantante Rubén Goldín. El set de televisión se arma los jueves a la tarde, en la sala del Centro Cultural El Gomecito, que funciona en el Hospital Psiquiátrico Agudo Avila. Hernán conduce "Luces calientes", que puede verse los lunes, miércoles y viernes, a las 16, por Canal 4 de Cablehogar. La voz estentórea de Hernán se impone durante la charla previa y cuando se encienden las luces, sabe cómo manejar el silencio. Los climas que crea provocarían la envidia de más de un entrevistador profesional. Hernán, Roberto Tito Ramone y Alejandra Luque, con el impulso constante de Ignacio Blaconá, se empeñan en hacer televisión de calidad, un producto que aleje el fantasma de la conmisceración a los usuarios de salud mental para --con una puesta y producción ambiciosa-- poner en foco lo que tienen para decir. Este miércoles, a las 17, en la sala Arteón (Sarmiento 778) se hará la presentación pública del ciclo que comenzó en diciembre del año pasado. Blaconá prepara una edición especial con la parte más jugosa de las 50 entrevistas ya realizadas, muchas de ellas aún no emitidas.

La sala más grande de El Gomecito, donde se hace el taller de radio, exhibe en sus paredes las pinturas del taller de plástica. Sentados alrededor de la mesa, distintos talleristas escriben artículos para la revista 100% arte, el nuevo nombre de la publicación que realizan desde hace diez años. Otros escriben el micro que dirán en el programa que hacen todos los miércoles, de 14 a 16, por FM Aire Libre. Alguno que otro, como Corina Wimpfheimer, mata dos pájaros de un tiro: escribe su columna de autoayuda que hará en la radio y publicará en la revista. "Ser honesto consigo mismo ayuda a ser mejor", lee en voz alta la mujer, a pedido de Blaconá, coordinador del taller. Blaconá es licenciado en comunicación social y se acercó al Gomecito hace ocho años, convocado para editar micros de radio surgido del taller que hacían allí. Se quedó para siempre. "La radio en el Gomecito permitió recuperar la palabra, que estaba en desuso. Los temas siempre pasaban por lo mismo, por la coyuntura del hospital psiquiátrico. Lo que trajo de bueno la radio fue que se empezaron a recuperar saberes de esas personas, el hecho de tomar un micrófono y que te escuche otro empezó a generar algo muy potente. Así se pasó de un taller en el Gomecito a un programa de Aire Libre, que este año cumple 10 años", rememoró Blaconá.

El miércoles a la mañana, Luis Caressa escribe su columna, para explicar por qué no estará en vivo en la radio, ya que le surgió un trabjao de mudanza. Luis canta tango, su preferido es Los Mareados. En la misma ronda, Daniel Becerra se prepara para hacer la columna deportiva, y admite su preferencia por Boca. "Empecé a jugar en Renato Cesarini a los nueve años, después en Central Córdoba y en Newell's. Además, soy combatiente de Malvinas, estuve hasta que terminó la guerra", va contando a duras penas, con frases cortas. "A veces no quiero recordar", dice sobre la guerra. Se adivina una historia de vida para contar, pero Daniel está entusiasmado con la conversación del taller, y no es el momento.

El que más habla, el que recupera todas las veces que puede el hilo de la conversación, es Hernán, antes conocido como "el poeta loco", que ahora decidió usar su apellido y dejar de lado el estigma en su nombre. Cuenta contento que ya no toma medicación, y que hace una feria con sus amigos todas las tardecitas, después de las 18, en la cuadra de su casa, en San Martín al 3400 (entre Saavedra y Ayolas). Allí vende sus producciones. "En el año 2000, con 23 años, creía que venía el fin del mundo, quería ser como Luca Prodan. Nunca me drogué, pero tomaba alcohol. Desde 2011 no tomo una gota de alcohol y ahora tampoco estoy medicado", va contando, de corrido. Ahora ya no quiere que le digan "el poeta loco" y más bien prefiere contar que se fue "equilibrando". Hernán está entusiasmado con el programa de televisión y con la radio. También con la propuesta de tener su propio programa en Aire Libre.

Las ideas bullen en desorden en el taller, pero lo cierto es que esa misma tarde habrá radio, y al otro día grabarán el programa de televisión. Más tarde, Blaconá contará que Roberto hace la producción, busca los datos sobre los entrevistados y Hernán arma su propio cuestionario. "Tratamos, siempre, de ir más allá de lo coyuntural, de lo que está haciendo el artista, de qué palo viene. Queremos abordar siempre preguntas existenciales, o trascendentales, sobre cuestiones ligadas a la locura, a la fe, al amor, a la soledad y siempre cerrando con el arte", dice Blaconá y aclara que Hernán "tiene libertad total y arma a su gusto las preguntas que va haciendo". Para Blaconá, que Rossatti sea el conductor le da al programa una "autenticidad" mucho mayor que la de "cualquier otro entrevistador". "Si lo hiciera cualquier periodista, sonaría pretencioso", cree Blaconá.

El comunicador se entusiasma cuando habla de los productos que hacen desde el Gomecito. "No queremos mostrar un lado lastimoso de la gente con problemáticas subjetivas, sino las semejanzas que pueden tener con la gente de la cultura. Es ponerlos al mismo nivel, no en el lugar de la dificultad o el impedimento, sino hablar de igual a igual sobre la locura", dice Blaconá, y apunta que --por lo mismo-- esperan atravesar la barrera de los espectadores ya fijos, de aquellos que van para "ayudar" a los usuarios de salud mental. Por eso apuestan a la calidad, para que sean programas atractivas. "Muchos apuntan al costado sentimental, al 'pobrecito, hay que ayudarlo'. Acá es todo lo contrario, queremos mostrar cuántas cosas hay en común. Hay algo para explorar del arte y la locura que está buenísimo, es el modo de poner un tema como la locura a traves de un disparador, y a partir de allí charlar, debatir, confrontar sobre esto que se llama locura que en realidad nadie sabe bien qué es", concluyó.

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"El poeta" graba sus entrevistas en la sala del Gomecito.
Imagen: Andrés Macera
 
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