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Jueves, 15 de mayo de 2014

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Laberinto del Faunen

Como la película hispano﷓mexicana, El Laberinto del Faunen remite al género dramático pero no le envidia nada al fantástico. El origen de El Laberinto del Faunen coincide con el del estreno del film, 2006, cuando los actores herederos de los protagonistas de la fracasada superproducción yanqui La Unión Democrática se entremezclaron para darle su merecido al populismo en 2007. La peli del mexicano Guillermo del Toro no terminó tan mal.

Como en el film, dentro del Faunen conviven la justificación de la tortura y la lucha por la liberación. Como en el caso de Oscar Aguad, amigo personal del genocida Luciano Benjamín Menéndez, que coincide con una hija de desaparecidos como Victoria Donda en la construcción de una fuerza política "progresista".

El Fauno puede predecir el futuro que le revelan en sueños las voces sobrenaturales que surgen de los árboles sagrados. En el Faunen no todos pueden predecir el porvenir, pero Elisa Carrió se da sus gustos cada tanto.

Del Fauno, asimismo, se asegura que protege los cultivos y rebaños, y tienen tan buena influencia sobre las cosechas que los agricultores prefieren tener uno o dos en sus campos. La Sociedad Rural, la CRA, Expoagro de Clarín y La Nación, y la Federación Agraria tienen a Hermes Binner, Julio Cobos y otros en la Mesa de Enlace.

En la película, el Fauno lleva a Ofelia a su laberinto y le revela que debe sortear tres desafíos si quiere alcanzar su verdadero destino.

El Faunen, en cambio, invita al pueblo argentino a su laberinto, y le dice que es posible alcanzar el soñado destino de "país normal", pero omite mencionar que para ello deberá atravesar por el desierto del ajuste. A lo sumo habla de "austeridad", aunque se trata de una mención casi al pasar, como si las privaciones fueran partes indivisibles de esa "normalidad".

Al pueblo no le gustan los laberintos, en tal caso prefiere a quienes lo pueden hacer salir de uno de ellos. Y los últimos que ayudaron al pueblo a salir del último de los tantos laberintos con que la derecha entrampó al Pueblo argentino a lo largo de su historia no fueron ni el Fauno ni el Faunen, fueron Néstor y Cristina Kirchner, en 2003, hace once años.

Por Gerardo Rico

Diputado Provincial por el Frente para la Victoria

Miembro del Ejecutivo Nacional del Movimiento Evita

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