rosario

Domingo, 16 de noviembre de 2014

SOCIEDAD › PROGRAMA DE PUESTA EN VALOR DE LOS RESTOS ARQUEOLóGICOS EN LA PROVINCIA DE SANTA FE

Las riquezas vistas desde el presente

La aparición de restos de animales prehistóricos en distintas comunidades de la provincia, su rescate y localización han sido acontecimientos en los que han participado no sólo investigadores sino también vecinos, escuelas, y el Estado.

Los hallazgos de restos fósiles y restos arqueológicos acompañados por políticas publicas de preservación forman parte de un programa de puesta en valor del patrimonio que lleva adelante el Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe. La aparición de restos de animales prehistóricos en distintas comunidades de la provincia, su rescate y localización en la zona del hallazgo, manteniendo las debidas condiciones de preservación, el hallazgo de los restos humanos mas antiguos del territorio santafecino o el descubrimiento del emplazamiento del fuerte Sancti Spiritus, primer asentamiento español en el Río de la Plata, en la localidad de Puerto Gaboto han sido acontecimientos en los que han participado no sólo investigadores sino también vecinos, escuelas, estado provincial, municipios y comunas. Como un modo de abordar el patrimonio en su sentido más propio es decir como una construcción colectiva y un bien común al que todos debemos tener acceso. Para seguir avanzando en estas políticas el MIyC desarrolló este mes una semana dedicada al patrimonio Arqueológico y Palentológico.

Hasta abril de 2015 se podrá visitar la muestra paleontológica "Paisaje de Gliptodontes" en el museo de la ciudad de Totoras. También se realizó el VII Congreso de Arqueología de la Región Pampeana, que incluye una visita en Puerto Gaboto al Sitio Arqueológico "Fuerte Sancti Spiritus". De este encuentro participaron investigadores de todo el país y de países de la región, comunidades originarias pampeanas y aficionados a la materia.

En El Cairo cine publico, tuvo lugar el estreno del documental "Rescate en la Llanura" una producción de Señal Santa Fe, sobre la posibilidad de convivencia entre los primeros pobladores pampeanos y la megafauna en el actual territorio Santafecino.

También fue muy significativa la participación de los alumnos a través de sus trabajos, como escritos y dibujos. Y en ese marco, el primer premio se lo llevó "Diario de un viaje al pasado", que hicieron los alumnos de 7° Grado "D" Turno Tarde Escuela N°775 Víctor Mercante.

Los autores fueron: "Experimentando en mi laboratorio" de Viñolo Valentín, Benítez Facundo, Curatolo Gabriel. "Mi Llegada al pasado", de Toledo Fernández Ramiro, Maidana Lucas. "Conociendo a los Gigantes", Chit Angie, Mercante Mayra, Ibarra Yamila. "Un nuevo amigo", Del Valle Julieta, Roldán Martina, Mendoza Natalia. "Más Descubrimientos", Vergara María Sol, Hann Abril, González Luna. "El regreso a casa", Viñolo Valentín, Benítez Facundo, Capobianco Iván. "En el Presente", Riva Nahuel, Benitéz Facundo, Silva Milton. Las Ilustraciones: García Plaimo Aarón, Riva Nahuel, Curatolo Gabriel, Maidana Lucas y Moreira Lihuel.

"Experimentando en mi Laboratorio"

Mi nombre es Luciano Rey he inventado una máquina del tiempo. Todas mis opciones de viajar al pasado fueron un fracaso. Esta vez tenía una sola oportunidad más y decidí al fin utilizarla conmigo mismo.

Estoy en mi laboratorio ya a punto de viajar al pasado con mi máquina especialmente hecha de placas metálicas, cables mejorados y un motor como fuente de energía. Tiene una cápsula táctil que controlaba todo desde allí, ya que tan solo al apretar un botón se activará. Al fin lo apreté y desperté en un lugar desconocido con un fuerte dolor de cabeza, estaba un poco mareado.

"Mi llegada al pasado"

Cuando me sentí mejor tomé mi cuaderno y empecé a explora, era un lugar fascinante había mucha vegetación, plantas exóticas que no conocía y algunas que sí. De pronto me acordé que la máquina del tiempo estaba programada para volver en cuatro días. Tomé el cuaderno rápidamente y seguí explorando. Entonces medí cuenta, pensé, que debía anotar toda la experiencia, tomé el cuaderno y empecé a anotar pero, como se me había roto la cámara tuve que anotar todo y además dibujar todo lo que pude.

Había encontrado una cueva para dormir pero de repente se estaba inundando, salí de allí y salvé el cuaderno, desesperado por conseguir un refugio junté rama, lianas y rocas. Construí una fogata y la encendí con palos y con lo que sobró armé una choza y pasé allí la noche.

"Conociendo a los gigantes"

Al Amanecer el sol brillante iluminó mi cara y me despertó. Me levanté rápidamente para recorrer el lugar, podía oler la tierra húmeda a mí alrededor y oír el canto de las aves. El paisaje era magnífico, para ver mejor me subí a un árbol, de pronto a lo lejos vi acercarse una manada de gigantes acorazados, de tres metros de largo y dos metros de alto. Su singular caparazón ara rígido y les servía de protección, además sobre su cabeza tenían una especie de casco protector, y su cola larga le servía de escudo ante el ataque de depredadores. A primera vista el caparazón parecía de tatú, pero de un tamaño gigante, el dibujo formado por la disposición de las placas en su espalda los delató. Se trataba, según mis investigaciones de un Gliptodonte. Después de un rato observándolos vi que estaban comiendo arbustos y otras especies de plantas que no reconocía.

De pronto el milagro de la vida me sorprendió más allá del tiempo y del espacio; Eran mamíferos placentarios! Una cría nacía frente a mis ojos.Continué mi día recolectando toda la información posible. Al anochecer junto al fuego me dormí pensando en las maravillas de la naturaleza.

"Un nuevo amigo"

Después de haber pasado la noche en una cálida choza, desperté escuchando un fuerte rugido, se trataba de un tigre dientes de sable que se acercaba lentamente hacia mi acechándome, en ese instante creí que iba a atacarme, de pronto un gliptodonte se cruzó en su camino y atacó al diente de sable golpeándolo con la coraza de su cola y defendiéndose con su resistente caparazón.

Finalmente logro vencer al feroz animal y salvar mi vida, lo seguí, caminé muchos quilómetros con su manada y me sentí uno de ellos, como agradecimiento até en su coraza mi único tesoro, la medalla que me había regalado mi abuela, después de todo, él era mi único aliado en este pasado tan lejano.

Cuando anocheció junto a la fogata me dediqué un tiempo a dibujar a esa extraña y maravillosa criatura que había logrado conocer en persona.

Mi corazón latía fuerte, no podía creer lo que estaba viviendo, y confieso que sentí miedo de no poder regresar pero aun asi el cansancio me ganó y sin darme cuenta me dormí.

"Más descubrimientos"

Amaneció y encontré unos frutos colgando de algunos árboles observe que los gliptodontes los comían, recolecté algunos y los comí luego comencé el recorrido junto al gliptodonte, tenía mucha sed, de repente encontré un arroyo cristalino, lleno de peces al acercarme descubrí especies animales de la megafauna tomando agua como mamuts, perezosos , mastodontes, etc, seguí caminando y encontré una planta muy extraña, junto a ella una roca con forma y colores que llamaron mi atención, seguí caminando y pude ver más especies animales y restos de lanzas y cadáveres abandonados de gliptodonte, por que los hombres lo utilizaban para alimentarse con su carne y como refugio usaban sus caparazones.

Al mirar para adelante entré grandes tribu.

Sabía que era mi último día y me quedaban pocas horas. Comencé a buscar mi máquina del tiempo, que estaba detrás del árbol más extraño que he visto en mi vida.

Todo era nuevo, otro paisaje, otros animales, hasta el aire que respiraba era más puro.

Pero este viaje llegaba a su fi, debía regresar y compartir esto con otros.

"El regreso a casa"

El día de regreso al presente necesitaba una fuente energía muy poderosa, pero cómo la conseguiría?. De repente se generó una fuerte tormenta que se veía a lo lejos. Rayos y centeyas que iluminaban la llanura. A través de estos rayos podría hacer funcionar la máquina por pocos segundos. Entonces se me ocurrió que colocando mi reloj de metal en la parte más alta de la máquina como una antena, lograría que atrajera algún rayo.

Al amanecer un rayo impactó contra el reloj, cuando se activó la máquina ya sabía que mi exploración había llegado a su fin, así que tomé mi cuaderno, me metía a la máquina, accioné el botón y regresé al presente.

"En el presente"

Ya en mi laboratorio tomé un mapa localicé el lugar en que había estado en el pasado. Así llegue a la ciudad de Rosario, más precisamente en el Parque Regional Sur. Allí encontré un arroyo con agua oscura, llena de basura, contaminada por el hombre, pero lo que yo había visto en el pasado era un arroyo con agua muy clara llena de vida. Probablemente era el mismo arroyo pero ahora estaba sucio y descuidado, es por eso que tomé la decisión de comenzar allí una excavación con mis fieles ayudantes. Después de un tiempo, encontramos un fósil, no sabíamos con especificación que era. Entonces me dí cuenta de que lo que habíamos encontrado era aquel gliptodonte que me había salvado la vida, ya que entre sus restos apareció aquella medalla dorada opacada por el tiempo, que me había regalado mi abuela.

Quizás muchos no crean mi historia, por esa razón, compartí este, mi diario de viaje. Y los invito a ver los restos hallados de aquel que fue mi amigo en el pasado.

Un Gliptodonte!!!.

Los hallazgos.

Entre los muchos hallazgos de restos de gliptodontes en la provincia de Santa Fe, el pasado 26 de julio, se habían iniciado los trabajos de excavación en búsqueda de restos fósiles, en la localidad de Alvarez.

Coordinados por la Licenciada en Biología orientación Paleontología, María Luz Irrazábal (de la Universidad Nacional de La Plata) quien tiene la concesión del área para realizar extracción de fósiles, otorgada por Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia de Santa Fe; el Dr. En Ciencias Naturales y Biotecnólogo local Luciano Brambilla, y el estudiante de Biotecnología Damián Ibarra; se iniciaron las tareas para el rescate de restos fósiles, en calle Ituzaingo y 9 de julio (propiedad de Daniel Volpi), con resultados satisfactorios.

Los restos encontrados, correspondieron a un gliptodonte denominado Neosclerocalyptus. Este gran mamífero, pariente de los actuales armadillos, tenía un tamaño aproximado de 2,5 metros de largo y hasta 300kg de peso. El material preservado se trata del caparazón completo y algunas piezas de la cola. Los gliptodontes se extiguieron hace unos 5.000 años, y se estima que estos restos podrían tener unos 40.000 años de antigüedad.

Además, por información de los vecinos, se localizaron restos fósiles pertenecientes a otra especie similar al gliptodonte, encontrados oportunamente en la propiedad del sr. Hugo Coria, y fueron entregados también a los especialistas para su análisis y evaluación.

Con la colaboración de personal de la Comuna de Alvarez, el Sr. Emiliano Brunori, Jorge Mercado, personal de Bomberos Voluntarios de la localidad, Sebastián Nanizzi, Francisco Ortega, Stella Deblasi, la familia Volpi, vecinos del barrio y de toda la comunidad, los profesionales intervinientes Luciano Brambilla, Damián Ibarra, María Luz Irrazábal, el responsable del Area de Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de la provincia de Santa Fe (Ministerio de Innovación y Cultura) Sr. Luciano Rey y la secretaria de cultura Natalia Bullentini; comenzaron las jornadas de trabajo el sábado 26 de julio,y concluyeron con la extracción del fósil, el viernes 1 de Agosto en el horario de las 10.30, para ser luego trasladados a la Biblioteca Popular Carlos Guido y Spano (San Martín 467) donde permaneció para que el público y la comunidad pueda acercarse a visitarlo, y colaborar con los profesionales, en las tareas de limpieza y rescate de este descubrimiento que forma parte ya de nuestro patrimonio histórico.

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Un Neosclerocalyptus como este fue encontrado en Alvarez.
 
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