Unos siete mil kilogramos de chatarra electrónica fueron entregados ayer a la Subsecretaría de Medio Ambiente municipal para ser desechados correctamente. La idea de la primera jornada de Recolección de Aparatos Informáticos en Desuso es "justamente que esos aparatos no impacten en el medio ambiente de manera contaminante". Con esa premisa, entre 250 y 300 personas se acercaron durante este fin de semana con monitores, CPU`s, teclados y mouses, que ya no les servían en casa. Los organizadores esperan repetir la colecta a principios del año que viene. María Cristina Marozzi, de la subsecretaría de Medio Ambiente, indicó a Rosario/12 que la chatarra será entregada a la empresa Ecotech, que se encargará de "testear los equipos y separar los elementos que los componen. Los que pueden ser remanufacturados se donan a una ONG que los acondiciona para ser utilizados en escuelas o instituciones que no tienen acceso a comprarlos nuevos". Sin embargo, Héctor Medizza, de la UNR, aseguró, "por experiencias anteriores", que sólo entre el 10 y 12 por ciento puede ser reutilizable, el resto "se desarma mediante un protocolo y se envía a destilerías para obtener los minerales que contienen" y así evitar la contaminación.

En el marco del programa "Rosario más limpia", durante dos jornadas, el Galpón 15, frente al Parque de la Bandera en la zona de Buenos Aires y el río, fue el centro de recepción de estos aparatos, entre las 10 y las 18. Así, cientos de vecinos se acercaron con sus CPU`s, notebooks rotas, teclados, monitores, mouses, parlantes, impresoras, cables, routers y demás componentes de computadoras en desuso. La idea estratégica del municipio tuvo que ver con hacer una recolección diferenciada, con la finalidad de brindar un adecuado tratamiento ambiental de este tipo de residuos especiales. Marozzi indicó que el proceso de destrucción de esos elementos se hace en diferentes lugares. "El plástico, por ejemplo, se puede reciclar en Argentina; mientras que otros componentes que necesitan un proceso más sofisticado, se llevan al extranjero".

Además, se manifestó "muy conforme con la respuesta de la gente". Estas primeras dos jorndas funcionaron a modo de prueba piloto, y al ver lo "positivo" que resultó, los organizadores plantearon "hacerlo en otros lugares, y en varios a la vez distribuidos por la ciudad. Está previsto, además, crear lugares fijos de recepción permanente de esta chatarra electrónica".

En conjunto con el municipio, la actividad fue co-realizada con los integrantes del programa Ciclobis Raee, de la Universidad Nacional de Rosario y la Fundación de Investigaciones Energéticas y Medioambientales (Fiem), junto con la empresa Ecotech, que brindará a los residuos recolectados el tratamiento adecuado.

En cuanto al impacto que provocan sobre el medio ambiente esa cantidad de elementos en desuso, tirados en la vía pública o en basurales a cielo abierto, Medizza señaló que "se evita emisión de dióxido de carbono". Para él, "lo importante es que los vecinos que dejaron sus aparatos en desuso, también se informaron sobre ese impacto, y se preocuparon por saber qué se puede hacer con esa chatarra".