En el gobierno provincial observan con preocupación el cuadro que la coyuntura nacional pinta sobre la situación laboral en Santa Fe, luego de las medidas económicas tomadas por el presidente Mauricio Macri. El ministro de Trabajo, el radical Julio Genesini, dijo estar expectante ante la chance de que ingresen al país "productos terminados, importados, que compliquen varios rubros de la industria". También se distanció de la alianza nacional entre su propio partido y el PRO al sostener que el incremento en los costos del servicio energético será "muy pesado para las empresas".

Genesini participó de la reunión del gobernador Miguel Lifschitz la semana pasada con directivos de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), la Asociación de Metalúrgicos de Rosario (AIM) y la UOM -con Antonio Caló a la cabeza- en la cual se analizó con "preocupación" el posible "impacto" de la nueva dirección macroeconómica de la Nación. El funcionario dijo que se están tratando situaciones "puntuales" y mapea con "expectativa" ante la chance de "desvinculaciones y decaimiento de personal", pero por el momento "no hay nada concreto".

Por otro lado, el ministro reconoció que el proceso inflacionario y el incremento de precios afectaron el "poder adquisitivo de los trabajadores". Por ese motivo, ahora "hay que ver "cómo se recomponen los salarios" en la mesa paritaria. En ese sentido, para Genesini el consumo "es una variante relevante en el funcionamiento de la economía".

Por último, aseguró que el gobernador se comprometió a trasladar la "preocupación" al propio Macri, con el objetivo de contrarrestar la llegada de un "impacto negativo" para así evitar "efectos irreversibles" en el futuro. "Partimos de que hay que defender a cada empresa y con eso defenderemos la fuente laboral de los trabajadores de Santa Fe", prometió.