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Viernes, 27 de marzo de 2015

MEMORIAS 24 DE MARZO

“La memoria no es un privilegio heterosexual”

Este fue el lema que llamó la atención en la marcha del Día por la Memoria y la Justicia organizada en La Plata por la Coordinadora Antirrepresiva Lgbtttiqp. En la batalla cultural de visibilizar las sexualidades no heteronormativas, las organizaciones reclaman que se reconozca que el exterminio también incluyó la elección sexual. SOY marchó bajo banderas multicolores y pañuelos blancos.

 Por Matías Máximo

El comunicado de la Coordinadora que armó la movida de memoria diversa en La Plata dice “entendemos que la impunidad, el silencio y la violencia estructural que instaló la última dictadura militar también están presentes en la permanente invisibilización de la opresión, persecución y criminalización de la comunidad de tortilleras, maricones, bisexuales, travestis, trans y personas intersex”. A la marcha platense, que se hizo el 23, adhirieron Arde Pandora, La Viborera, Nido de Bichas, Putos Mal, Malas Como las Arañas, Agrupación 1969 y Desde el Fuego –entre otras–, muchas de las que también estuvieron en la Plaza de Mayo el 24.

El reclamo de una reparación

Marcela Romero, presidenta de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (Attta), se convocó con las compañeras de la organización desde las 13 para ir a hasta la Rosada: “Cuando empezó la dictadura tenía 16 años y yo era trans desde los 14. Primero me llevaban a institutos de menores, después a Devoto. El trato era más cruel que a otros detenidos: nos desnudaban, nos golpeaban en los genitales y en las zonas donde teníamos cirugías. Recuerdo el ‘Qué te hacés la mujer si sos un puto’. Fuimos torturadas y por eso creemos que falta una reparación a la violación de nuestros derechos humanos. Había compañeras que paraban por la Panamericana y cuando pasaban los autos de las Brigadas las pasaban por arriba”.

100% Diversidad y Derechos marchó con una bandera con los colores de la diversidad que en el centro decía “Nunca Más”: Martín Canevaro, miembro de la organización, explicó que “visibilizar a los desaparecidos lgbt en las marchas por memoria, verdad y justicia significa sostener que el terrorismo de Estado implicó no solo un autoritarismo político sino también moral. La represión hacia las personas lgbt no fue procesada socialmente ni ha formado parte de ninguna causa judicial. Por eso, entre las asignaturas pendientes y en el marco del derecho a la verdad, reivindicamos nuestro derecho a saber qué pasó con los detenidos desaparecidos lgbt y a conocer sus historias militantes”.

Los 400

Desde 1930 (y siguieron hasta mediados de los ’90), los edictos que hablaban de sexualidades “inmorales” validaron la persecución y el abuso de las fuerzas represivas. ¿Cuántos de los 30.000 tenían sexualidades disidentes como para armar una cifra veraz? No lo sabemos. Pero tenemos un testimonio del libro publicado en 1987 por Carlos Jáuregui (La homosexualidad en la Argentina, editorial Tarso) donde el fundador de la CHA cuenta que el rabino Marshal Meyer, miembro de la Comisión Nacional de los Desaparecidos, le aseguró que unos 400 homosexuales figuraban en una lista de la dictadura. También lo repite en una entrevista publicada por la revista NX en marzo de 1996: “La Comisión había detectado en su nómina de diez mil personas desaparecidas a 400 homosexuales. No habían desaparecido por esa condición, pero el tratamiento recibido, afirmaba el rabino, había sido especialmente sádico y violento, como el de los detenidos judíos”.

“El régimen genocida encabezado por Videla, Massera y Agosti tuvo especial ensañamiento con el colectivo lgbt y aplicó las más terribles técnicas de tortura y vejación, en especial con las personas trans (travestis, transexuales, transgéneros). Hoy, a 39 años de aquel terrible momento, nuestro país avanza positivamente en la construcción de una democracia que amplía derechos, reconoce libertades y restituye dignidad a sus ciudadanas y ciudadanos”, dijo la Federación Argentina lgbt, que marchó con sus más de 60 organizaciones en todo el país junto a los organismos de derechos humanos.

Aunque no tengamos cifras exactas, podemos afirmar que la dictadura fue un golpe desarticulador para los movimientos feministas y de visibilización homosexual que estaban activando desde fines de los ’60, entre otros, el Frente de Liberación Homosexual, Nuestro Mundo, Eros, Profesionales, Safo y Emanuel. Lo que hagamos en el presente pensando en el futuro es la parte que nos toca. “No los conocimos. No los conoceremos jamás. Son, solamente, cuatrocientos de los treinta mil gritos de justicia que laten en nuestro corazón”, dijo Jáuregui.

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Imagen: Foto: Sebastián freire
 
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