turismo

Domingo, 3 de octubre de 2004

NEUQUEN - EN VILLA LA ANGOSTURA

Delicias patagónicas

Además de excursiones por los increíbles paisajes cordilleranos, los turistas que visitan Villa La Angostura no deben dejar de probar la cocina local, cuyos platos se elaboran con ingredientes regionales como carne de ciervo, trucha y jabalí, hongos de pino y ciprés, y frutos rojos. Y entre paseo y paseo, un buen té con muchas dulzuras.

 Por Julián Varsavsky

En Villa La Angostura están algunos de los paisajes más hermosos de toda la Argentina: el Corredor de los Siete Lagos, el Parque Nacional Bosque de Arrayanes y el Lago Correntoso. Pero además, el pueblo se distingue por una gastronomía que elabora platos de la cocina internacional con productos locales como carne de ciervo, trucha, jabalí, cordero, guanaco y liebre. Algunas de estas combinaciones son, por ejemplo, los ravioles de trucha, el queso de cabra en las ensaladas y el uso de hongos de pino o de ciprés (morillas) en toda clase de comidas. También hay recetas que mezclan en un mismo plato varios productos exclusivamente locales como la carne de guanaco, las frutas rojas y el chocolate.

Chef en vivo
En enero de 2004 se inauguró en Villa La Angostura el restaurante Hub, donde el propio chef le explica al comensal las opciones del menú, orientando su elección. Esta modalidad de “chef en vivo” supone un compromiso personal del maestro cocinero de no defraudar al cliente.
Por otra parte, la actividad del chef está a la vista de todos, ya que el remate de la cocción se realiza directamente en unas hornallas en el salón comedor, tal como se acostumbra en la llamada “nouveau cuisine”.
La comida de Hub se basa en la fusión de la clásica cocina de montaña con la mediterránea (muchos frutos de mar y vegetales de estación). Los platos con carnes regionales se sirven con frutos, hongos y especias del bosque local como el tomillo y el romero, hongos de pino y ciprés y frutos como el sauco, el boisenberry, la frambuesa y el casís. Un ejemplo de esto es el goulash de guanaco con tres clases de spatzle –una especie de ñoquis muy pequeños–, una recreación del tradicional plato húngaro con carne patagónica y aromáticas como la peperina y la calaorra.
El menú de Hub funciona con el sistema italiano, es decir que hay alrededor de tres o cuatro opciones de entrada fría, primer plato de pastas y segundo plato con carne. El precio por comida con postre es fijo ($22 más la bebida) y se puede pedir más comida si el plato ha resultado singularmente sabroso. Como entrada en pato sugerido es el soufflé de trucha y langostino. De primer plato se puede pedir sorrentino de trucha con mediterránea de vegetales. Y como segundo plato una opción sería el tournedo de ciervo con hongos y papas orgánicas. Para los postres el preferido del chef es el cheese cake con frutas rojas.

La parrilla y el bodegón
Para comer carne en su sabor más puro, un clásico de Villa La Angostura desde hace 5 años es la Parrilla Las Varas. Esta parrilla es famosa por sus productos frescos cocinados en el momento –sin la mediación del frigorífico– y por los chorizos caseros de cerdo. El cordero y el ciervo a la parrilla son los platos mayores, pero no hay que descartar la trucha –también a la parrilla–, que se sirve al limón, a la manteca o al roquefort. El precio promedio de una comida en Las Varas es de $15 a $20 por persona, con vino de la casa.
La Camorra es otro de los restaurantes que abrieron este año en el pueblo, ambientado como una vieja fonda o bodegón en una casa de madera en la que llama la atención una estantería de almacén que llega hasta el techo con botellas de vino. De acuerdo con esta tónica, en La Camorra se sirve guisos, pucheros y los llamados “arroces”, que son la especialidad de la casa. Un ejemplo de estos últimos es el risoto de hongos con champiñones, cebolla, vino blanco, arroz y hongos del bosque remojados con vino tinto.
A la luz de la vela y con buen jazz de fondo, en La Camorra se puede encargar una parrilla de cordero con ajo, romero y pimentones ($30), un guiso de lentejas ($12), un puchero ($12) o un osobuco ($12). Siguiendo con la cocina criolla, una alternativa muy sustanciosa es la polenta con ragú de cerdo y verduras ($12), y para los postres lo recomendable es pedir una natilla ($6).

Te encantado
En las afueras de Villa La Angostura existe una casa de té que parece una cabaña encantada en medio del bosque. En su interior –como es “lógico”–, proliferan las imágenes de duendes entre las paredes de madera con grandes ventanales. Se llama Cielo Verde y ofrece una gran variedad de tés preparados en la casa, todos acompañados por sinfín de delicias: cheese cake con salsa de frambuesa caliente, tarta de peras con crocante de azúcar negra, torta espuma de limón y pastel de manzana.

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Los bosques y montañas de Villa La Angostura parecen contemplar su hermosura en las aguas del lago.
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