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Jueves, 11 de enero de 2007
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¡POR FIN! LA BANDA YO LA TENGO EDITA SU NOISE EN LA ARGENTINA

Obreros del rock indie

Ira Kaplan, cantante y guitarrista de YLT, cuenta cómo se las arregló el trío de Nueva Jersey para saltar del under a tocar con Yoko Ono, personificar a los Velvet Underground en un film, grabar el tema de Los Simpson para la serie, entre muchas otras proezas.

Por Roque Casciero
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Veintidós años de carrera, status de leyendas del rock indie norteamericano, decenas de discos en todos los formatos posibles en el sello Matador (muy influyente en los ‘90), haber personificado a Velvet Underground en una película, conciertos y grabaciones con Ray Davies (The Kinks), la grabación del tema de Los Simpson para un capítulo de la serie... Nada mal para una banda como Yo La Tengo, que nunca contó con los grandes billetes de una multinacional detrás, pero que, con el overol de obreros del rock, han desperdigado por el mundo montones de canciones que van desde el susurro al noise. Y una buena muestra de esa paleta de colores expandida del trío de Hoboken, Nueva Jersey, es su flamante álbum I’m not Afraid of you and I Will Beat your Ass (No te tengo miedo y voy a cagarte a patadas en el culo), donde conviven instrumentales mántricos con descargas eléctricas, baladas y tonaditas pop. “Hay muchas cosas que nos han sucedido que nos provocan felicidad”, le dice al NO Ira Kaplan, cantante y guitarrista de YLT, y agrega a la lista del comienzo haber tocado con Yoko Ono, la Sun Ra Arkestra y Robin Hitchcok, o haber convencido a los Volcano Suns y los Half Japanese de reunirse.

Sin embargo, a Kaplan no le gusta demasiado pensar en el hecho de que la banda ya lleva tanto tiempo: “Preferimos hacer cosas y no pasar demasiado tiempo reflexionando. De hecho, el sábado de 2 de diciembre fue el 22º aniversario de nuestro primer show, y justo esa noche tocábamos en Madrid, así que hicimos un par de canciones de nuestro debut y hablamos un poco sobre eso. Pero no creo que sea de mucha ayuda pasar demasiado tiempo reflexionando. Supongo que porque preferimos movernos por instinto”.

Aunque I’m not Afraid... es el primer disco del trío que se publica en la Argentina, Yo La Tengo estuvo en Buenos Aires en febrero de 2001, en un concierto del que Kaplan sólo recuerda “cuánto calor hacía”. “Estamos trabajando para volver en 2007. Esperamos estar por allá durante el otoño (boreal), pero todavía no podemos asegurarlo. Si cada vez que publicamos un disco pudiéramos separarnos en doce partes, podríamos ir a todos lados (se ríe). Recién volvemos de una larga gira europea que le siguió a otra larga gira norteamericana. Ahora estamos tomándonos un breve descanso y vamos a volver a girar por Estados Unidos, Japón y Australia”, repasa con tono cansado. En su debut porteño, Kaplan vio entre el público a alguien con una remera de Half Japanese y de inmediato Yo La Tengo se entregó a un cover de esa banda, en una muestra de la espontaneidad con la que hacen sus shows, pero también del amor del trío por hacer versiones. El disco Yo La Tengo Is Murdering the Classics (YLT está matando a los clásicos), que se compra a través de su web, es una compilación de covers grabados en la radio WMFU, que no trae lista de temas porque “si ves la lista de canciones vas a crear en tu mente una idea de cómo suena, pero no suena así. No queríamos que la gente se guiara por eso equivocadamente”.

—Algo parecido hicieron con el título de I’m not Afraid...: no quieren explicar por qué lo eligieron.

—Absolutamente. Hoy se explican demasiadas cosas y como resultado de eso no sentís que necesitás vivir la experiencia porque ya leíste la explicación. Lo comparo con lo que pasa con ir al cine. A mí me encanta el cine, aunque no puedo decir que encuentre hoy en día tantas películas que me gusten. Antes, cuando veías los adelantos simplemente hacían que te interesaras en la película y a veces ni te decían de qué se trataba, pero ahora te cuentan toda la historia. Entonces pensás: “No necesito ir a ver toda esta película terrible, ya vi cinco minutos”. Y me contaron toda la historia, incluso el final.

—De todos modos, lo de no explicar también es algo que hicieron con el nombre de la banda. Porque en la primera gacetilla escribieron que significaba “más mayonesa”. Y después dijiste que era una anécdota de béisbol y que habías leído la frase en un libro.

—Nosotros hemos mentido bastante acerca del nombre de la banda, pero creo que lo de la mayonesa no fue idea nuestra. Es cierto que lo de no hablar mucho sobre el significado del nombre tiene que ver con lo de los covers: no los hacemos como tributo a una banda sino porque son canciones que suenan bien cuando las tocamos. Del mismo modo, el nombre no fue un tributo al béisbol ni a ese libro que leí. De hecho, ni siquiera sabíamos qué significaba. Simplemente nos parecía que sonaba musical y eso es lo que nos atrajo. Trato de poner el énfasis en eso, pero la gente igual quiere saber.

—Volvieron a un rock más ruidoso que en Summer Sun, el anterior disco.

—Es probable que eso sea cierto. En Summer sun no había nada de eso, aunque habíamos grabado algunas canciones rockeras que dejamos para el EP Today Is the Day. Y I’m not Afraid... tiene una cualidad amplia del estilo de I Can Feel Heart Beating as One. Ciertamente mucho más que los dos discos que vinieron después.

—¿Quisieron mostrar que I’m not Afraid... es un disco diferente al poner un tema bien rockero y ruidoso como Pass the Hatchet para abrir el disco?

—Algo así. Sabíamos que este disco iba a ser diferente de los dos anteriores. Después de dos álbumes tranquilos, alguna gente empezó a pensar que nos habíamos convertido en una banda de eso, especialmente la que no nos vio en vivo durante ese período, porque siempre tocamos fuerte en los conciertos. Entonces quisimos que quedara claro de entrada que este disco no era la parte tres de una trilogía sino un disco de otra clase.

—Ustedes tocan canciones de muchos estilos. ¿Tiene eso alguna conexión con que vos hayas sido periodista de rock y que conozcas tanta música?

—No lo creo. Nunca pensé que fuera por eso sino por el hecho de que los tres somos muy fans de la música, además de nuestra curiosidad por hacer cosas diferentes. No creo que haber sido periodista de rock tenga nada que ver con la banda, aunque otra gente lo haya sugerido.

—Los músicos suelen negar que piensen sobre su evolución musical y dicen que eso es cosa de los periodistas. Por eso me pareció apropiado preguntártelo, ya que sos músico y fuiste periodista.

—Bueno, pero hay una razón por la que soy un ex periodista. Si quisiera seguir siendo periodista, lo sería (risas). Así que no, no pienso en esos términos. Esa cuestión de la mirada abarcadora no me interesa demasiado, prefiero pensar en el noche a noche, cuando combinamos canciones nuevas y viejas y tratamos de crear todo un arco por esa noche. Eso me interesa más que pensar en términos “definitivos”, al punto de que en Prisioners of Love (un “best of”) no trabajé demasiado, tampoco (risas). La compañía discográfica empezó ese proyecto y les dije que estaba bien que lo hicieran, pero que no me interesaba estar involucrado en eso.

—¿Pensás en el lugar que ocupa la banda?

—Incluso todas estas cosas sobre las que niego pensar, por supuesto que pienso en ellas. Pero no me gusta pensar en ellas, trato de no hacerlo, y si me descubro haciéndolo, trato de pensar en otra cosa. No le encuentro mucho valor a pensar “Uh, realmente logré algo”. No creo que eso vaya a ayudarme a hacer otra cosa.

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