Ayer se cumplieron cuatro meses de protestas en Nicaragua y el presidente Daniel Ortega declaró el país “normal”. Miles salieron a la calle con la consigna “Nada está normal” y le recordaron al gobierno que, según sus propios cálculos, ya van 198 muertos por la represión. Para los opositores, los muertos son en realidad entre 317 y 448.