El diario sensacionalista sueco Expressen incorporó publicidad de casinos on line, lo cual permite que sus lectores se hagan jugadores. Según el casino, el diario se queda con entre el 10 y el 45 por ciento de los ingresos, es decir, del dinero que pierden los lectores. A mayor pérdida de dinero, más ingresos. Expressen se defendió con el argumento de que no hay relación entre los anuncios y el contenido. Pero Christian Christensen, profesor de Periodismo de la Universidad de Estocolmo, se pregunta: “¿Pueden ser periodistas objetivos en la industria del juego si una parte de su ingreso corporativo depende de la gente que no solamente apuesta, sino que pierde?”