Pirulo de tapa

El video circuló en las redes, uno de tantos reflejos de la realidad diaria: en una esquina de Buenos Aires, seis policías retienen tirado en el piso a un manifestante detenido, una escena lamentablemente repetida desde la implementación del protocolo Bullrich. Pero de pronto aparece en escena un séptimo policía que se agacha junto a la persona: no lo hace por una preocupación por su estado o para pedirle sus datos, sino para depositar a su lado, prolija y cuidadosamente, dos piedras que sirvan como excusa.