La fiscalía federal de Jujuy habló de las responsabilidades de seis ex miembros de la Policía de esa provincia. Dos están acusados por violaciones a detenidas políticas.
El segundo comandante Raúl Borges Do Canto fue jefe en la sección Mina Aguilar de Gendarmería, desde enero de 1975 hasta octubre de 1976. Fue central para reprimir a los obreros que se sindicalizaban. Un ejemplo más de organismos del Estado al servicio de la empresa privada.
Lo dijo ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 porteño en la causa por los crímenes cometidos en el Regimiento de Infantería 6 de Mercedes. Se investigan el secuestro y tortura de 37 personas, de las cuales ocho fueron asesinadas o permanecen desaparecidas.
Luis Alberto Toledo contó como reconoció el cuerpo de su cuñado, al que sus asesinos dejaron en las vías del ferrocarril para que el tren lo arrollara.
Lo decidió el TOF 2 en una causa por la detención de un militante peronista en Orán. El pedido, del Defensor Público de Víctimas, fue acompañado por la fiscalía. El tribunal destacó que la víctima no pudo constituirse antes por falta de medios y conocimientos.
La viuda del militante radical relató el asesinato y responsabilizó, entre otros, a los dos ex jefes policiales que están siendo juzgados.
En 1976 el sastre Fausto Choque Cabrera fue detenido en San Salvador, cuando regresaba a su país. Desde el penal de Villa Gorriti mandó cartas pidiendo ayuda.
La fiscalía describió las atrocidades sufridas por las víctimas en distintos lugares de detención, en especial, en el centro clandestino de la localidad de Guerrero, donde también se cometieron abusos sexuales.
En la primera parte de su alegato, la Fiscalía analizó el funcionamiento de la estructura represiva y el rol de los 23 acusados. Luego avanzaron con el relato de los secuestros y tormentos sufridos por 27 víctimas.