Omitir para ir al contenido principal

Lago Escondido

Las maniobras de Comodoro Py para que no se investigue el Viaje del Lawfare

La Sala II de la Cámara Federal anuló el cruce de las llamadas telefónicas de los involucrados en el escándalo, una medida que había promovido el juzgado federal de Bariloche. Los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah también rechazaron el pedido de la AFIP para ser querellante -por los indicios de delitos tributarios y facturas truchas- y, además, impidieron la participación como "amigo del tribunal" de una ONG especializada en cuestiones judiciales.

Irina Hauser

Marcelo D'Alessandro, con excusas cada vez más flojas

El exministro de Seguridad porteño fue consultado acerca del viaje que compartió con jueces, fiscales y empresarios mediáticos y se excusó diciendo que los chats que revelaron el escándalo "no son ciertos" y que él conoce a esas personas "hace más de 25 años"

El Gobierno reclama intervenir en la causa por el viaje del lawfare a Lago Escondido

“El Poder Ejecutivo quiere intervenir para contribuir a la búsqueda de la verdad porque sabemos que, si depende de Comodoro PRO, es imposible”, dice el ministro Martín Soria. La definición está en manos de los casadores Daniel Petrone y Diego Barroetaveña.

Luciana Bertoia
Por el escándalo de Lago Escondido, Marcelo D’Alessandro tuvo que pedir licencia como ministro porteño.

Maniobras para barrer Lago Escondido debajo de la alfombra

La causa por el teléfono de Marcelo D'Alessandro pasó a manos del juez Sebastián Ramos, que tiene también el expediente de la excursión de magistrados, funcionarios y empresarios a Lago Escondido. Ramos aparece en las conversaciones hackeadas y tiene como antecedente haber cerrado en 24 horas la investigación de los diálogos entre el exfuncionario porteño y Silvio Robles, operador del presidente de la Corte.

Raúl Kollmann

¿Qué hay detrás de la teoría del espionaje y hackeo a los jueces?

En los últimos días avanzan en simultáneo dos causas. Una sobre el robo de declaraciones juradas a magistrados y otra sobre el hackeo de teléfonos. Aunque son dos expedientes distintos con investigaciones aún en curso se ventilan para alimentar la teoría de la vigilancia de los jueces de Lago Escondido.

Irina Hauser