Con el objetivo de elegir pequeños y medianos productores del Chaco salteño, se presentó ayer la temática Manejo de Bosques con Ganadería Integrada (MBGI), y seis propuestas que podrían acceder al financiamiento de Fondos Verdes para el Clima.

Según se informó a través de un comunicado oficial del Ministerio de Ambiente de la Nación, Argentina accederá a 82 millones de dólares por reducir las emisiones de carbono. De ese total, según confirmó a Salta/12 el director de Planificación Territorial de la Secretaría de Ambiente de la provincia, Ignacio Goitia, un poco menos de 5 millones de dólares serán destinados a la provincia de Salta.

Los fondos prevén el financiamiento a iniciativas referidas a cuencas forestales, planes integrales comunitarios, planes MBGI y planes institucionales de prevención de incendios.

Goitia indicó que las propuestas seleccionadas deberán ser elevadas al Consejo Consultivo Local del Proyecto Pago por Resultados de REDD+ Argentina, cuyos integrantes las evaluarán para darles curso. La ejecución, en tanto, quedará en manos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés).

Respecto de los proyectos por cada propuesta, y la complejidad que acompaña esta gestión para comunidades que se encuentran alejadas de posibilidades para acceder a este financiamiento, Goitia indicó que se trabaja con las organizaciones no gubernamentales (ONG’s) que actúan en los territorios.

Añadió que pese a que el cupo es mayor, hasta el momento son pocas las propuestas presentadas. Mientras, entre los criterios de selección que se acordaron a nivel local (y que se encuentran enmarcadas a nivel nacional), se encuentra la condición de que quienes presenten los proyectos deben ser personas dedicadas a la producción ganadero a pequeña o mediana escala, o que la superficie deberá contar con cobertura de bosques nativos en categoría II o III (amarilla o verde).

La posibilidad de lograr el desembolso desde el Fondo Verde para el Clima (FVC) se hace en base al Programa Piloto de Pagos Basados en Resultados de REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques).

Ley de Bosques y la reducción de CO2

El informe del Ministerio de Ambiente de la Nación explica que la posibilidad de acceder a este procedimiento se debe “al resultado obtenido por el país en la reducción de emisiones a partir de la deforestación evitada durante el período 2014-2016 en las regiones del Parque Chaqueño, la Selva Tucumano Boliviana, el Espinal y la Selva Misionera, alcanzando así una reducción total de más de 165 millones de toneladas de CO2 equivalente”.

La cartera ambiental indicó que parte importante de esta reducción tiene que ver con la aplicación de la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos (Ley de Bosques) “que, junto a otras variables concurrentes, ha generado una reducción en la tasa de pérdida de bosques”. La normativa fue y es una de las más resistidas por el sector agroexportador.

Según se indicó, la ley y otros diversos factores sociales y financieros que atravesaron el proceso hasta hoy, “ayudaron a reducir la deforestación anual en la Argentina de 485,000 hectáreas en 2007 a menos de 156,000 hectáreas en 2016”. Se afirmó que “la disminución en la tasa de pérdida de bosques nativos comenzó en 2008, que coincide con la promulgación de la Ley a fines de 2007, y continuó hasta 2014, aunque luego se estabilizó en cerca de 0.50% anual”.

Mientras, entre los riesgos analizados por la cartera ambiental, se reconoce el de “aumentos en los precios de los productos básicos o las fluctuaciones del tipo de cambio pueden dar lugar a una revocación de las decisiones con respecto a las áreas protegidas. Este riesgo es mayor en el Chaco, donde prevalece la deforestación causada por la expansión de la soja”.

Entre las estrategias mencionadas para mitigar esta posibilidad se indica la necesidad de disponer de una “buena planificación del uso de la tierra y la gestión sostenible de la tierra, así como la aplicación de la zonificación y las normas de uso de la tierra existentes”, que “se pueden utilizar para garantizar la producción de productos básicos al tiempo que se reduce la deforestación”. Es por ello que se indica la necesidad de buscar “alianzas con organizaciones alineadas con la producción sostenible de productos básicos”.