Los tres miembros de una familia fueron hallados muertos este jueves en una vivienda de la ciudad santacruceña de Puerto Deseado y todo apunta que fallecieron por inhalación de monóxido de carbono por el mal funcionamiento de una hornalla de la cocina.

El hecho se registró en una casa del pasaje Colón al 200 de Puerto Deseado cuando los vecinos alertaron a las autoridades por "un fuerte olor a gas" y que el matrimonio no respondía a los llamados.

Cuando los efectivos policiales ingresaron, observaron que la hornalla de la cocina no tenía combustión, mientras que en la habitación estaban la pareja y su hijo ya sin signos vitales, señalaron los voceros de la investigación.

Personal de Bomberos y del servicio de emergencias médicas fue convocado, pero pese a las maniobras de resucitación, se constaron las muertes del hombre de 37 años, su esposa de 38 y el hijo de 3.

Desde el Juzgado de Instrucción Nro. 1 de Puerto Deseado se ordenaron las pericias, que estuvieron a cargo de efectivos de División Criminalística de la Policía de Santa Cruz y de operarios de la empresa Camuzzi, quienes dejaron trascender que la familia habría fallecido por inhalación de monóxido de carbono ante la pérdida de gas de la hornalla de la cocina.

Cómo evitar intoxicaciones por monóxido de carbono

Con la llegada de las bajas temperaturas, las intoxicaciones con monóxido de carbono son más frecuentes debido al aumento del uso de todo tipo de calefactores y artefactos para prevenir el frío.

Adicionalmente, en esta época del año, suelen cerrarse las puertas y ventanas, impidiendo la llegada de aire fresco y la salida de gases tóxicos que se acumulan en el hogar, por lo cual se hace imprescindible prestar atención a posibles síntomas y tomar medidas de precaución que eviten la exposición a este gas.

El monóxido de carbono es un gas tóxico que ingresa al organismo a través de los pulmones, se acumula en el torrente sanguíneo y ocupa el lugar del oxígeno, reduciendo la capacidad de que las células puedan utilizar el oxígeno que les llega, afectando principalmente al cerebro y corazón.

Para evitar la intoxicación por monóxido de carbono, es necesario tener en cuenta algunas medidas de prevención y estar alerta ante determinados síntomas:

  • Revisar periódicamente las instalaciones de gas: la coloración amarilla o anaranjada de la llama de hornallas o estufas y la aparición de manchas de hollín o decoloración de los artefactos, de sus conductos de evacuación o alrededor de ellos, son una señal para llamar a un especialista urgente y evitar la generación de gases en el hogar.
  • Mantener abierta la ventilación: si bien las bajas temperaturas son difíciles de soportar, se debe mantener la casa ventilada, de forma que se tienen que abrir puertas y ventanas para permitir que entre aire fresco.
  • Cuidado durante el sueño: no dormir con la estufa encendida dentro de la habitación es una recomendación básica para evitar la acumulación de gas durante las horas de sueño.
  • Instalar detectores de monóxido de carbono: se debe cuidar que siempre esté en funcionamiento. El monóxido de carbono es un gas imposible de percibir, ya que no tiene color, olor, sabor y tampoco irrita las mucosas. De esta forma, una vez inhalado, se debe estar atento a los síntomas, ya que pueden ser percibidos como otra enfermedad.

En Argentina, según la Guía de Prevención, Diagnóstico, Tratamiento y Vigilancia Epidemiológica de las intoxicaciones por monóxido de carbono, cada año mueren aproximadamente 200 personas como consecuencia de las intoxicaciones por monóxido de carbono (CO), y se estima que ocurren 40.000 casos clínicos siendo la mayoría de ellos prevenibles y evitables.

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