Un policía de Río Negro denunció que durante el rastrillaje que se hizo el 16 de agosto en la Pu Lof de Cushamen para buscar a Santiago Maldonado se encontraron en el terreno balas de armas de fuego, 9 milímetros y FAL,  pero la fiscal Silvia Avila y el juez Guido Otranto les dijeron que no las levantaran. El agente hizo esta declaración por escrito el lunes ante sus superiores y el testimonio llegó ayer hasta el juzgado de federal de Esquel, cuyo titular es Otranto. El magistrado la derivará para que la  investigue un colega. “Es falso”, sostienen cerca del juez que tiene a su cargo la causa por la desaparición del joven tatuador. Sin embargo, no pueden explicar qué motivo tendría el policía de Río Negro para realizar semejante acusación.

  El agente Marcos Darío Herrero hizo la denuncia ante el subcomisario Marcos Sosa y el comisario inspector José Ruiz. Herrero fue enviado a Esquel para colaborar con la búsqueda de Santiago Maldonado junto a los perros Duque, Aguila y Alcón. El uniformado describió de esta manera el hallazgo de Duque: “Se encontró con un cable que estaba unido a dos plantas matafumes donde en uno de sus extremos había un elemento similar a un gas lacrimógeno que a su alrededor tenía cartuchos balas de armas Fal y de 9 mm. Que de dicho elemento no se tomó fotografías como así no se dejó constancia en el acta”. Contó que se acercó a la fiscal para contarle que habían encontrado esos proyectiles y que ella le manifestó que se lo iba a transmitir al juez: “De inmediato se acercó la fiscal quien le dijo que no se iba a levantar porque no se buscaban esos elementos sino que se estaba buscando evidencias de la persona de Santiago Maldonado”, dice el testimonio. El agente agregó que “mientras se retiraban el can Duque se acercó nuevamente al primer puesto de avanzada donde marcó ese lugar observado el causante que había más cartuchos de bala de arma calibre 9 mm. Que le volvió a decir a la fiscal que había municiones a lo que la doctora manifestó que no iban a levantar esos elementos porque no era lo que estaban buscando”.  

 El policía declaró ante el subcomisario Marcos Sosa y el comisario inspector José Ruiz. El testimonio fue entregado al secretario de Justicia de Río Negro, Marcelo Estevez, que lo giró a la jueza federal de Viedma, Mirtha Susana Filipuzzi. Así llegó a Otranto. Herrero aseguró que hizo esa declaración ahora porque en el momento del hallazgo la fiscal y el juez fueron claros acerca de que no era el motivo de la búsqueda, pero ahora los medios nacionales empezaron a hablar sobre el tema y algunos periodistas empezaron a llamarlo. Hasta ahora, el Gobierno y la Gendarmería negaron haber usado armas de fuego en el operativo del 1 de agosto. Que solo los choferes tenían sus armas reglamentarias y no participaron de la represión. Pero la comunidad mapuche denunció desde el primer día que había balas de plomo. Página 12 publicó el 27 de agosto fotos incorporadas en la denuncia ante la CIDH en la que se ven perdigones de plomo incrustados en las casas de la comunidad.