La Unión Industrial Argentina (UIA) finalmente reaccionó contra el Gobierno de Javier Milei, rechazó públicamente en un comunicado la apertura a las importaciones alimenticias que afecta seriamente a las empresas agrupadas dentro de la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal). Esta última es dirigida por el presidente de la UIA, que no tardó en alinear sus intereses con los del conjunto de la entidad, a diferencia de lo que reclaman las pymes industriales que no son escuchadas y mantienen una tensa relación interna. El martes en la reunión de Junta Directiva hubo quejas y hasta cierre de micrófonos.

En su comunicado del martes, la UIA alertó por los beneficios a importadores de productos terminados en el rubro de alimentos, por lo que consideran un trato desigual para la industria. “Mientras los productores nacionales deben pagar en 4 cuotas mensuales y con impuesto PAIS los insumos necesarios para la fabricación, los importadores de bienes terminados estarán exentos de impuestos y tendrán acceso total a las divisas necesarias en un solo pago a 30 días”, plantea el texto que sin embargo no se priva de expresar “su apoyo a la modernización de la legislación laboral vigente para adaptarse a las nuevas realidades laborales”.

En ese vaivén se dirime el respaldo de los industriales al Gobierno, mientras que “la caída del mercado interno y el impacto del crecimiento de los costos” fueron algunos de los temas planteados brevemente en la nota. Los industriales pyme demandan un cuestionamiento más duro, ante una crisis económica que los preocupa cada día más.

Cierran las pymes y nadie habla

“Las pymes están cerrando y despidiendo gente”, graficó un empresario industrial que resaltó que estos problemas se están presentando hoy pero la entidad no los transmiten. Muestran el informe “pero no hablan”, resumió, al referirse a la lapidaria última encuesta del Centro de Estudios de la UIA que registró las cifras más bajas de la serie histórica en las variables producción y ventas. Las pymes tienen una participación del 96 por ciento en el diseño muestral.

Varios empresarios están sorprendidos por el silencio sepulcral que mantienen “los dueños de la UIA” ante el Gobierno, aunque quizás esa complacencia se vea lastimada con la liberación de importaciones anunciada el martes. “Es una estrategia para frenar la suba de precios (que en marzo se habría acelerado con fuerza) pero no es la correcta, porque pone en riesgo a la gente”, explicó un empresario que puso en valor la importancia de los acuerdos de precios.

Este diario publicó un artículo el domingo donde expuso el “pacto de silencio” que mantiene la entidad con el Gobierno. La nota agitó a distintos grupos de Whatsapp internos y los desacuerdos no tardaron en aparecer en la asamblea del martes. “¿El silencio es estratégico, obsecuente o negligente?” preguntó un empresario pyme que protagonizó un momento tenso ya que quien comandaba la reunión, Eduardo Nogués, del poderoso grupo Ledesma, prefirió no contestarle y desviar la atención hacia otro tema que sí estuviese incluído en el orden del día.

“Le cerraron el micrófono pese a que muchos empresarios acompañan esa postura”, confió una fuente presente en la reunión. Este diario quiso comunicarse con el empresario aludido pero no fue posible. Algunos marcan la división entre quienes son empresarios y enfrentan demandas laborales difíciles de canalizar en el actual contexto –“nos estamos endeudando para pagar sueldos”, dicen- y quienes con CEOs en la entidad y su sueldo depende de una casa matriz. Es muy difícil conciliar intereses. Al interior del grupo, dicen, “hay más grieta que durante el gobierno de Juntos por el Cambio”.

Suba de precios sin tregua

Las subas en alimentos volvieron a marcarle el ritmo a la inflación minorista en marzo según los primeros sondeos privados. Para la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel) "en la primera semana de marzo, la inflación en la Ciudad de Buenos Aires, medida por el IPC-Fiel se ubicó en 5,7 por ciento, 15 por ciento respecto de la primera semana de febrero y 304,7 por ciento comparado con un año atrás". Fue la mayor suba semanal desde que comenzó el año. Mientras que para la consultora LCG, los alimentos subieron 3,6 por ciento a comienzos de marzo, lo cual significó un aumento de 2,3 puntos porcentuales respecto a la semana previa.

El lunes por la tarde, Caputo se reunió con los representantes de las principales cadenas de supermercados y objetó la suba de precios. Al día siguiente el Gobierno confirmó la apertura de las importaciones de alimentos de la canasta básica y medicamentos con el propósito de “mejorar la competencia y apuntalar la baja de la inflación”. No es que las importaciones alimenticias estuvieran cerradas, sino que les permitirán pagar sin diferir los desembolsos. 

El Banco Central reducirá el plazo de pago de importaciones de alimentos, bebidas y productos de limpieza, cuidado e higiene personal, que pasarán de un esquema en 4 cuotas a los 30, 60, 90 y 120 días, a un plazo de pago en una sola cuota a los 30 días. Además el Gobierno determinó la suspensión del cobro del impuesto PAIS e impuesto a las Ganancias por 120 días para dichas operaciones.