Las argentinas Florencia Molinero y María Irigoyen ganaron ayer la medalla dorada del dobles femenino de tenis al vencer 6-4, 2-6, 10-6 a las estadounidenses Irina Falconi y Christina McHale, en el marco de los Juegos Panamericanos. Para la delegación argentina fue la octava dorada de su cosecha, que le permitió recuperar el séptimo puesto y desplazar a Venezuela de esa posición.

Molinero e Irigoyen jugaron un partido con muchos vaivenes emocionales, en el que influyó el desgaste físico que tuvieron a lo largo de la jornada tres de las cuatro protagonistas. El primer set fue parejo, jugado con cierta tensión, y ambas parejas mantuvieron el saque hasta que las argentinas pudieron sacar una ventaja.

Molinero, quien por la mañana perdió el cotejo de singles por la medalla de bronce ante McHale, fue la que llevó las riendas de la pareja y se mostró más agresiva con su volea al momento de tomar la red. Las estadounidenses, que jugaron sus respectivos singles (Falconi ganó la presea de oro), cometieron demasiados errores no forzados pero igualmente lograron forzar el super tie break.

En ese pasaje, las argentinas mantuvieron la concentración y se quedaron con una victoria inolvidable, para salvar la ropa de un equipo que cumplió una labor muy por debajo de lo esperado en la cosecha de medallas.