Cambió el técnico, cambió la idea de juego, pero el resultado no cambió. Por eso, tras el inmerecido empate 0-0 ante Central, Racing se llevó otra catarata de silbidos, y esta vez no se lo puede responsabilizar a Reinaldo Merlo. Lo de los rosarinos fue muy pobre y salvaron un punto sólo por la excelente producción de su arquero Mauricio Caranta.

Desde los nombres, la idea de Fabio Radaelli estuvo clara: los planteos defensivos de Merlo quedaron archivados. Con dos puntas definidos y con los hermanos Gabriel y Guillermo Hauche por las bandas, la idea fue agredir a Central desde el inicio. Y más allá de las limitaciones, el conjunto de Avellaneda mostró un juego varios puntos por encima de lo que venía exhibiendo. El problema, esta vez, fue que enfrente se encontró con un inspiradísimo Caranta, que tuvo cuatro tapadas fenomenales para ahogarle el grito que Racing merecía. Las mejores fueron una volada hacia su palo izquierdo para sacarle un cabezazo a Migliónico y un mano a mano a Gabriel Hauche.

Del otro lado, Central mostró una versión muy desmejorada, muy refugiado en su terreno y sufriendo seguido ante los embates de Racing. Con espacios y de contragolpe pudo generar algunas ocasiones, pero muy poco como para complicar a Saja, que pasó una noche bastante tranquila. Sin embargo, con los últimos partidos en la memoria, los hinchas de Racing no percibieron la levantada del equipo.