ECONOMíA › POLEMICA ENTRE LA OPEP Y ESTADOS UNIDOS SOBRE LA CAUSA DE LA SUBA DEL PETROLEO

La mano del especulador en el pozo

El titular de la OPEP dijo que no hay razones de mercado para tan fuerte suba del precio y culpó a la especulación. El jefe del Tesoro de EE.UU. opinó lo contrario. El precio llegó a 135 y retrocedió luego a 130 por “toma de ganancias”.

 Por Raúl Dellatorre

El aumento del precio del petróleo por encima de los 130 dólares el barril durante esta semana ya generó una polémica de fondo entre dos altos referentes a nivel mundial. Henry Paulson, secretario del Tesoro de Estados Unidos, sorprendió al mundo al quitarles responsabilidad a las operaciones especulativas entre las causas de la trepada de las cotizaciones. “Es una cuestión de oferta y demanda: la demanda aumentó y la oferta es limitada. (La intervención de) los especuladores y los inversores a corto plazo tiene muy poco impacto”, opinó. Sus declaraciones fueron interpretadas como una reacción a las que previamente había formulado el secretario general de la OPEP, Abdalá el Badri, que describió ayer, desde Ecuador, que en un mercado “totalmente loco, vemos una volatilidad que no tiene nada que ver con la oferta y la demanda, es debido a otros factores”, asegurando que “no hay escasez, es un movimiento especulativo el que está empujando estos precios del petróleo”.

El cruce argumental se dio en medio de un escenario en el que otra vez el petróleo se comportó con tendencia fuertemente alcista durante la jornada, superando los 135 dólares por barril, nuevo record tanto para Nueva York (135,09) como para Londres (135,14). Pero sobre el cierre retrocedió bruscamente hasta 130,21 dólares el barril, por “una fuerte ola de ventas de contratos y toma de ganancias”, señalaron los operadores. Si esto no es operar en forma especulativa, es difícil explicar qué otras motivaciones puedan provocar tan bruscos cambios de posición de los inversores.

Hasta el titular de la multinacional angloholandesa Shell, John Hofmeister, sostuvo que fue la política petrolera de Estados Unidos la que ha hecho posible que los especuladores lleven los valores a alturas sin precedente. Afirmó que si las condiciones de mercado no fueran las actuales, el barril de petróleo debería costar entre 35 y 65 dólares, menos de la mitad de su cotización actual. El directivo de Shell concurrió ayer, junto a sus pares de otras petroleras líderes (las “majors”), a una audiencia en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, referida justamente a las consecuencias de la disparada del precio del crudo.

Abdalá el Badri repartió las culpas del alza del petróleo entre la especulación y la depreciación del dólar. “La economía de Estados Unidos está en recesión y hay depreciación del dólar, lo que afecta al precio del petróleo haciéndolo subir”, manifestó durante su visita a Quito. Según el titular de la OPEP, “los especuladores juegan un papel muy importante (...). El mundo debería poner algún tipo de freno a esa especulación”. Por otra parte, consideró que no hay condiciones de mercado que justifiquen esta trepada, del 30 por ciento desde el inicio del año y de más del 100 por ciento en un lapso no superior a los 18 meses. “No hay ningún problema fundamental, el petróleo está siendo provisto normalmente. No hay escasez, es un movimiento especulativo el que está empujando los precios”, insistió. “La solución es controlar la especulación”, remarcó El Badri.

Mientras Paulson insistía en que la trepada del precio no responde a la especulación, sino a debilidad de la oferta, ayer en el mercado imperaron una vez más las operaciones de origen financiero para marcar el ritmo de las cotizaciones. “Hay dinero que está buscando mayores rendimientos que las acciones y los bonos; el petróleo lo ofrece y seguirá ofreciéndolo”, destacó el analista de uno de los principales corredores de la bolsa de mercancías de Nueva York (Nymex), centro de negocios que ya se ha convertido en un atractivo no sólo para periodistas, sino también para turistas que lo visitan.

Los corredores de este mercado admiten que los inversores recién llegados son los que les están dando “dinamismo” a las cotizaciones. Los bancos, los fondos de inversión y los fondos de pensión han desertado de las bolsas tradicionales tras la crisis de las “subprimes” –títulos de hipotecas inmobiliarias–, triplicando su participación en los mercados de materias primas en poco más de un año. Hoy mueven una masa de 85 mil millones de dólares, según el banco de negocios Goldman Sachs, que se operan principalmente mediante transacciones electrónicas, lo cual les da más dinámica a los negocios. En un mercado convulsionado, los únicos que parecieron apostar a cierta estabilidad es quienes ayer cerraron la operación más “larga” que esté registrada actualmente: un contrato de venta, a diciembre de 2016 (a 8 años y 7 meses), a un valor de 142,09 dólares el barril, “apenas” 5,2 por ciento sobre el máximo nivel alcanzado ayer.

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Bancos y fondos de inversión huyeron de la crisis de las “subprimes” y se refugiaron en materias primas.
Imagen: AFP
 
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