“Desde hace cinco años nos califican como un país en crisis, con alto riesgo de no pago, pero la Argentina hace diez años consecutivos que crece y cumple con sus obligaciones financieras”, afirmó ayer el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, al referirse a las agencias calificadoras de riesgo. Tal como anticipó ayer este diario, el funcionario no viajó a Tokio para participar de la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI). En su lugar lo hizo el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, quien estará acompañado por los representantes argentinos en el Fondo y el Banco Mundial, Sergio Chodos y Guido Forcieri, respectivamente. El encuentro tendrá lugar en un contexto de renovada tensión entre el gobierno nacional y el FMI por las estadísticas que confecciona el Indec.

En la previa del encuentro en la capital japonesa, se dieron a conocer, a través del newsletter de la embajada argentina en Washington, declaraciones de Lorenzino. “Las agencias calificadoras fueron pensadas para evaluar de forma independiente la capacidad de repago de una deuda, pero, cada vez más, esas evaluaciones influyen sobre el valor de dichas deudas, generando procesos negativos a modo de profecías autocumplidas”, señaló el funcionario. Días atrás, la agencia Moody’s rebajó la perspectiva financiera a treinta bancos que operan en el país.

“Las agencias de calificación han abandonado el análisis de los ‘fundamentals’ económicos para incorporar valoraciones subjetivas basadas en las recetas ortodoxas. Argentina ha logrado una fuerte reducción del peso de la deuda sobre el PBI, pasando de 166,4 por ciento en 2002 a 41,8 por ciento en 2011. A su vez, hubo una mejor composición: la deuda en pesos pasó de tan solo 3 por ciento del total al 40 por ciento, y también en el perfil de vencimientos, ya que la vida promedio de la deuda bruta bajó de 6,1 años a 10,7 años. A la vez, se redujo el pago de los intereses en porcentaje de los ingresos corrientes, del 21,9 sobre el total de recursos en 2001 al 6,6 por ciento”, argumentó Lorenzino.

El equipo económico que en Tokio participará del encuentro anual del FMI deberá lidiar con la presión de las autoridades del organismo por la falta de avance en el diseño de un Indice de Precios al Consumidor (IPC) a nivel nacional por parte del Indec. La titular del Fondo, Christine Lagarde, advirtió que el plazo para que Argentina cumpla con la publicación de ese índice vence en diciembre, con el riesgo de ser expulsada del Fondo. En respuesta, la Presidenta, Cristina Fernández, dijo que “Argentina es un país soberano que no aceptará amenazas ni presiones”.

El FMI difundió ayer su Reporte Económico Mundial, que contiene las proyecciones de crecimiento por país. En las estimaciones para Argentina, desde hace algunos años el organismo aclara que las consultoras privadas calculan que la inflación es superior a la que registra el Indec (ver nota aparte).