ECONOMíA › DE VIDO CONFIRMO QUE ANTES DE FIN DE AÑO SE CONVOCARA A LICITACION PARA SU CONSTRUCCION

Otras dos centrales nucleares en carpeta

“En el último trimestre procederemos a licitarlas”, afirmó el ministro de Planificación durante su exposición en la Conferencia Internacional de Energía Nuclear. Ambas plantas podrían demandar una inversión de hasta 16.000 millones de dólares.

 Por Fernando Krakowiak

Desde San Petersburgo

El ministro de Planificación, Julio De Vido, confirmó ayer que antes de fin de año se realizará el llamado a licitación para la construcción de la cuarta y la quinta central nuclear. “En el último trimestre procederemos a licitarlas”, afirmó durante su exposición en la Conferencia Internacional de Energía Nuclear que se está desarrollando en esta ciudad. El funcionario aseguró luego ante Página/12 que ambas centrales podrían demandar una inversión de hasta 16.000 millones de dólares, si se deciden montar dos reactores por planta, como se está evaluando. Además, sostuvo que Atucha II será puesta en funcionamiento en los próximos sesenta días.

De Vido expuso en la Biblioteca Nacional Boris Yeltsin, un edificio neoclásico de 1834 que fue sede del Santo Sínodo, un organismo encargado de administrar la Iglesia Ortodoxa durante el zarismo. A cinco cuadras de allí se encuentra el Palacio de Invierno que los bolcheviques tomaron en octubre de 1917, dando comienzo a la Revolución Rusa. Fue justamente el gobierno comunista el que ordenó en 1925 que en la ex sede del Santo Sínodo se almacenara parte del archivo histórico del Estado ruso, pero el actual jefe de gobierno ruso, Vladimir Putin, propuso en 2007 bautizar a la biblioteca con el nombre del primer presidente que eligió Rusia luego de la caída del comunismo, quien inició el pasaje de la economía planificada a la de mercado.

En las calles de San Petersburgo son pocos los rastros que quedan de la Unión Soviética. Las figuras de Lenin y Stalin quedaron relegadas a los negocios de venta de souvenirs, que ofrecen hasta mamushkas con la cara de los líderes bolcheviques. No obstante, lo que sin duda es una herencia del período soviético es el desarrollo nuclear, donde Rusia se destacó de la mano del comunismo. Esa tradición y el despliegue que se le viene dando a la actividad en los últimos años es lo que llevó al país a ser la sede de la Conferencia Internacional de Energía Nuclear.

El encuentro comenzó el miércoles, pero ayer fue el plato fuerte, con las presentaciones de los ministros. De Vido expuso poco después del mediodía y se dedicó a reseñar los avances que registró Argentina desde que el ex presidente Néstor Kirchner retomó el Plan Nuclear en 2006. El funcionario aseguró que la terminación de Atucha II permitió recuperar las capacidades de Argentina para el diseño, construcción y puesta en marcha de centrales nucleares de potencia. Además, destacó la decisión de extender la vida útil de Embalse. “Argentina necesita y requiere más energía nuclear, lo que permitirá sin lugar a dudas acompañar el crecimiento económico diversificando decididamente su matriz energética”, sostuvo el funcionario, quien viajó acompañado por el secretario de Energía, Daniel Cameron; el vicepresidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Mauricio Bisauta, y el director de Nucleoeléctrica, Rubén Quintana.

El principal desafío en materia nuclear para el Gobierno es avanzar ahora con la construcción de dos nuevas centrales de potencia. De Vido dijo ayer que cada una tendrá uno o dos reactores y que el objetivo es que la actividad nuclear represente entre el 15 y el 18 por ciento de la matriz energética nacional. La primera de esas dos centrales será de uranio natural y agua pesada, para aprovechar la experiencia y los recursos naturales y humanos que el país tiene en esa área luego de haber concluido Atucha II, mientras que la quinta central demandará uranio enriquecido, representando el ingreso de Argentina en esa tecnología. La central de uranio natural demandará una inversión de 3000 millones de dólares por reactor y aportaría unos 760 megavatios, mientras que para la de uranio enriquecido la inversión proyectada es de 5000 millones de dólares y la potencia, de 1200 megavatios.

La corporación estatal Rosatom es una de las interesadas en este último proyecto. En la actualidad, está construyendo nueve centrales en Rusia y otras 19 en el exterior con esa tecnología. Ivan Dybov, uno de los directores de la compañía, señaló ayer a este diario que la compañía tiene contratos firmados con China, India, Bielorrusia, Turquía, Armenia, Vietnam y Bangladesh y espera por Argentina. De Vido se reunió en Moscú en octubre del año pasado con el presidente de Rosatom, Serguey Kirienko, y firmaron un convenio de cooperación. Hoy ambos funcionarios volverán a encontrarse. Sin embargo, el negocio no está cerrado y la lista de interesados es amplia. Además de Rosatom, siguen en carrera para la central de uranio enriquecido Korea Electric Power Corp. (Kepco), China National Nuclear Corporation (CNNC), la francesa Areva y las estadounidenses Westinghouse y General Electric.

El gobierno adelantó que le otorgará el contrato a la empresa que esté dispuesta a financiar la construcción, transferir tecnología y ofertar un alto contenido de integración local. El financiamiento es un punto clave. El objetivo oficial es que la empresa financie el ciento por ciento de la obra. En lo que respecta a la integración local, buscan elevarla con respecto a las experiencias previas. En Embalse, cuya tecnología fue adquirida a AECL de Canadá, la participación local ascendió a un 30 por ciento, en Atucha II llegó al 40 por ciento y en las próximas obras se aspira a llegar al menos a un 60 por ciento.

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El ministro de Planificación, Julio De Vido, con el subsecretario de Energía de EE.UU., Daniel Poneman.
Imagen: Télam
 
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