ECONOMíA

Sin banco colocador en Tokio, el canje se quedó con una escala menos

Las estrictas normas niponas y la falta de una entidad financiera en Japón para colocar los títulos del canje en esa plaza dejarían a ese centro financiero fuera de la reestructuración de la deuda.

 Por Claudio Zlotnik

Cuando falta apenas una semana para que comience la gira promocional del canje de la deuda, Roberto Lavagna podría ir cancelando los pasajes para Japón. Ayer, desde las oficinas de varios bancos de inversión internacionales con presencia en ese país daban por caído el canje en Oriente. La clave es que la Argentina no cuenta con una entidad financiera autorizada específicamente por la Comisión de Valores nipona, la Kanto Local Finance Bureau, tal como ordenan las normas japonesas. Si bien en Economía prefirieron mantenerse en silencio con respecto a la suerte de este tramo de la operación, funcionarios consultados por este diario restaron trascendencia al eventual traspié: en Japón se concentra apenas el 4 por ciento de la deuda en default, unos 3100 millones de dólares.
El otro país donde falta la aprobación del canje es Alemania. Pero tanto en la city como en el Palacio de Hacienda descuentan que el visto bueno por parte de la Bafin (ente regulador alemán) se dará a conocer en las próximas horas. El Gobierno ya cuenta con la luz verde de Estados Unidos, Italia y Luxemburgo, y ya llegó a un acuerdo con los inversores institucionales locales. Es por ese motivo que en Economía existe optimismo en el resultado de la reestructuración.
El mismo clima se percibe entre los financistas. Si bien ayer los títulos públicos defolteados registraron caídas de entre medio y un dólar, ante el peligro de un fracaso en Japón, aún se sitúan cerca de sus valores máximos. Valen entre 32,25 y 34 dólares, descontando que la quita resultará menor a la calculada un tiempo atrás.
El cortocircuito con Japón se produjo porque ese país exige que la coordinación de la operación la realice una institución financiera local o expresamente autorizada por la Comisión de Valores. El Gobierno contrató al Bank of New York para que haga ese trabajo en los demás mercados, pero no puede hacer lo mismo en Tokio. Los negociadores argentinos buscaron aspirantes entre los bancos japoneses pero no encontraron: algunos se excusaron porque en su momento les vendieron los bonos a sus clientes y otros directamente rechazaron el convite porque no quieren asociarse a una reestructuración que incluirá una quita histórica.
La falta de aprobación no impediría que los inversores japoneses se sumen a la operatoria a través de otros mercados, como Estados Unidos o Alemania. Pero la propuesta de Economía restringe a los japoneses a canjear sus bonos en yenes por otros nuevos también nominados en esa moneda. Sólo algunas pocas emisiones de viejos bonos Samurai podrían cambiarse por nuevos títulos nominados en euros. La oferta del Gobierno fue que podrían recibir títulos en pesos, mantenerlos durante seis meses y canjearlos finalmente por otros en yenes siempre y cuando durante ese período la Kanto Local Finance Bureau dé luz verde a la operatoria. Bajo estas condiciones, en la city descreen en el éxito del tramo japonés.
Mientras tanto, Economía demostró que también puede ejercer presión. No bien la Comisión de Valores italiana Consob aprobó la propuesta a fines de la semana pasada, Lavagna confirmó que el canje sigue adelante con el calendario previsto. Eso quiere decir, entre otras cosas, que los inversores de Japón perderán la oportunidad de suscribir bonos Par, que son los preferidos por los financistas por ser los únicos sin quita sobre el valor nominal, ya que en el canje se priorizará a los operadores que entren durante las tres primeras semanas. La mayor parte de la deuda en Japón se colocó entre bancos y compañías de seguro, y son estos inversores institucionales los que prefieren obtener los bonos Par.
Otro indicador que juega a favor de Lavagna es el clima de optimismo que se percibe en la city. Si bien el ministro se niega a hacer públicas sus estimaciones, en las consultoras privadas descuentan una adhesión de por lo menos el 70 por ciento. Eso sí, parece que entre esos inversores habrá muy pocos con ojos rasgados.

Compartir: 

Twitter

Guillermo Nielsen, secretario de Finanzas, en una pasada visita a Tokio para presentar la propuesta.
 
ECONOMíA
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.