La actividad económica creció 7,9 por ciento en el segundo trimestre en relación con el mismo período del año pasado y acumula una suba de 8,3 por ciento en el primer semestre, según informó ayer el Indec. Las cifras muestran un leve descenso respecto de la expansión de 2005 cuando la economía había crecido 10,4 por ciento en el segundo trimestre, acumulando 9,2 en los primeros seis meses, siempre respecto del año inmediatamente anterior. No obstante, más allá de las variaciones coyunturales, el producto viene creciendo desde el primer trimestre de 2003 y ya acumula 14 trimestres consecutivos a tasas de entre 8 y 9 por ciento, una situación inédita en la historia argentina reciente.

Según el “Informe de Avance del Nivel de Actividad” que publica el Indec, el crecimiento se explica por una suba de 8,2 por ciento en el sector bienes y 7,5 por ciento en servicios. En el primer caso la expansión estuvo impulsada por un aumento de 22,4 por ciento en construcción y 9,5 por ciento en la industria manufacturera. La construcción continúa siendo el motor principal debido al boom inmobiliario que impulsan los privados en las zonas de mayor poder adquisitivo y las obras públicas que desarrolla el Gobierno, tanto viales como de infraestructura. Otro rubro que continúa con una expansión muy fuerte es pesca, que alcanzó una suba interanual de 50.8. Mientras que agricultura y ganadería sigue sin repuntar y cayó 0,9 por ciento.

En el caso de los servicios, el liderazgo en el segundo trimestre correspondió a la intermediación financiera que creció 20,3 por ciento en términos interanuales, consolidando la recuperación que había esbozado el año pasado luego de cuatro años de contracción. Detrás quedó un sector fuertemente relacionado con la producción de bienes como “transporte, almacenamiento y comunicaciones”, el cual aumentó 11,9 por ciento. Luego siguieron hoteles y restaurantes (6,7), comercio mayorista y minorista (6,2), administración pública y defensa (6,4) y actividades inmobiliarias (4,2 por ciento). Dentro de los componentes de la oferta agregada, también se destacó el incremento de 6,3 por ciento en las importaciones de bienes y servicios reales.

Por el lado de la demanda agregada, se destacó el crecimiento interanual de 18,5 por ciento en la inversión, debido al aumento de 23,2 en infraestructura y del 11 por ciento en equipo durable de producción. Hace algunas semanas, el Ministerio de Economía difundió un trabajo donde informó que, por el lado de la infraestructura, se han venido destacando los proyectos de extensión de la cobertura de telefonía básica y pública en el interior del país, como también de telefonía móvil y tendido de Internet de banda ancha, así como emprendimientos en construcción de terminales de transporte y viviendas. Mientras que la inversión en equipos durables se orientó fundamentalmente a ampliar la capacidad instalada en las ramas alimenticias, de refinación de petróleo, en las industrias básicas de hierro y acero y en los sectores químicos. Por su parte, el consumo privado creció 8,2 por ciento, mientras que el consumo público tuvo una variación positiva de 6,5 por ciento.

En base a estos datos, las consultoras privadas proyectan un piso de crecimiento de 7 por ciento para el conjunto del año. Bernardo Kosacoff, director de la Cepal, se manifestó más optimista aún al pronosticar que la economía completará este año un “póquer” de crecimiento de 9 por ciento, en alusión a los tres años anteriores en que el PIB creció a ese nivel.