ECONOMíA › EL NIVEL DE ACTIVIDAD DE MAYO REGISTRO UNA EXPANSION DE 8,5 POR CIENTO

La economía encontró energía para crecer

La cosecha record, el consumo privado y los servicios financieros sostuvieron la expansión económica. Las restricciones energéticas tuvieron un impacto menor al pronosticado. En lo que va del año, el crecimiento fue de 8,2 por ciento, algo mayor al de igual lapso de 2006.

De la mano del consumo y la cosecha record, la economía volvió a mostrar un fuerte crecimiento en mayo. El Estimador Mensual de Actividad (EMAE) registró una suba de 8,5 por ciento con respecto a igual mes de 2006. El informe del Indec agrega que la expansión respecto de abril fue del 1,4 por ciento, la más importante contra el mes anterior en el último año. Este dato refleja el salto que pegó la economía en el segundo trimestre, a pesar de coincidir con el momento de mayor tensión en el suministro energético. Economistas de distintas orientaciones coincidieron en que hasta ahora el impacto de la crisis fue moderado. Para algunos, menor al previsto. Su pronóstico es que la incidencia de los problemas de abastecimiento terminará siendo reducida en el balance del año.

Néstor Kirchner aprovechó la ocasión para cargar contra quienes lanzaban los pronósticos más pesimistas. “Este nivel de crecimiento vuelve a contrariar el pensamiento de algunos economistas”, atacó, aunque esta vez no hizo nombres como en otras oportunidades. Luego exhortó a los empresarios a invertir. “Desde el Gobierno estamos dispuestos a dar los desafíos” que permitan sostener el nivel de actividad, prometió. Y juzgó las dificultades energéticas como resultado del mismo crecimiento: “Con este nivel, siempre vamos a estar al límite, entonces tenemos que aprender a administrar nuestra energía con responsabilidad y seriedad”. “Los argentinos nunca estuvimos acostumbrados a crecer a estas cifras”, remató.

En los primeros cinco meses del año, el EMAE avanzó 8,2 por ciento en comparación con el mismo período de 2006. Es prácticamente el mismo resultado –una décima más– que se había producido entre enero y mayo del año pasado en relación con 2005. Sin embargo, el consenso de consultores, bancos y fundaciones encuestados por el Banco Central es que en la segunda mitad de 2007 se apreciará una desaceleración, para terminar el año con un crecimiento de 7,8 por ciento. El año pasado, el PIB trepó 8,5 por ciento.

El aporte del sector rural, con una campaña agrícola record de 95 millones de toneladas, compensó la ligera disminución de la industria, que está creciendo 1,5 punto menos que el año pasado, aunque todavía lo hace a un ritmo intenso (6,6% de enero a mayo). El dinamismo del consumo y la fuerte actividad de los servicios –en especial el financiero– son los otros puntales de la economía. Son sectores que no se ven afectados por las restricciones energéticas. La desaceleración de la construcción se remonta a mediados del año pasado y tampoco se ve influida por la escasez de energía.

Desde el ámbito privado, el economista Miguel Bein sostuvo que la crisis energética “es algo que afecta más a la microeconomía que a la macro, e incide más en la política que en la economía y en las finanzas”. Por su parte, Bernardo Kosacoff, director de la Cepal, estimó que “son muy pocas las décimas de crecimiento que costará la falta de combustible y energía en 2007”. En todo caso, el problema es a largo plazo, ya que, según estimó, podrían postergarse proyectos de inversión. Esa perspectiva debe ser también matizada, en función de los anuncios de inversiones millonarias que hicieron varias compañías en los últimos días. Honda, por ejemplo, instalará su primera planta en la Argentina para producir autos a partir de 2009, mientras que General Motors desembolsará 200 millones de dólares en su fábrica de Rosario. Ambas empresas son importantes demandantes de energía.

La consultora Economía & Regiones destacó que la expansión económica le debe una buena parte al crecimiento del consumo. “En efecto, las ventas en supermercados (en volúmenes) aumentaron 14,0 por ciento en el acumulado enero-mayo, en relación con igual período de 2006, siendo el mejor registro desde el inicio de la recuperación” a mediados de 2002. “En este contexto –agrega la consultora que comanda Rogelio Frigerio–, el impacto de los problemas energéticos sobre el nivel de actividad en mayo fue menor al esperado.” Por último afirma que “es un hecho que la economía se encuentra en una fase de crecimiento genuino y que los tiempos de recuperación han quedado atrás”.

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El aporte del sector rural, con una cosecha record de 95 millones de toneladas, resultó clave.
Imagen: AFP
 
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