ECONOMíA › MURIO HORACIO GIBERTI, MAESTRO EN EL ANALISIS DE LA POLITICA AGRARIA

Se apagó una luz en el campo

Brillante académico, sus trabajos describieron como los de ningún otro la realidad del agro argentino y sus conflictos. Activo y polémico hasta el final, se fue ayer, a los 91 años.

 Por Raúl Dellatorre

Falleció Horacio Giberti. Con 91 años y una lucidez envidiable, desplegó durante el último año buena parte de su capacidad y conocimientos a través de decenas de entrevistas, en las que trazó como nadie el trasfondo del conflicto agrario, sus razones y sus falacias. Los dos temas que marcaron su vida profesional y política, seguramente: lo agrario y el conflicto.

Profesor honorario de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, especialista en política agropecuaria, fue presidente del INTA en el período 1958/61 y secretario de Agricultura y Ganadería en los años 1973/74. Llegó al cargo con el equipo de José Ber Gelbard (ministro de Economía), cuando asumió como presidente Héctor J. Cámpora. Se fue del cargo después de la muerte de Juan Domingo Perón, cuya corta y última presidencia acompañó.

Escribió el libro seguramente más leído y consultado en la materia por estudiantes, profesionales y por quienes pretenden un acercamiento al tema con argumentos incontrastables: Historia económica de la ganadería argentina. Se mantuvo plenamente activo hasta hace pocas semanas, cuando la salud se le quebró y lo postró, hasta que en el mediodía de ayer se fue definitivamente.

Durante sus prolíficos últimos años fundó y dirigió el Grupo de Estudios Agrarios (GREA) y presidió el Comité Editorial de la revista Realidad Económica, del Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE). Con claridad, humor, ironía y mucha sabiduría hizo brillar como pocos cada entrevista a la que era convocado. En una no muy lejana que concedió al suplemento Cash, de Página/12, describió en pocas líneas las claves del conflicto agrario argentino:

- “En mi época de secretario de Agricultura yo no negociaba. Un gobierno totalitario tiene que buscar concertación con los sectores más poderosos porque no tiene legitimidad popular, pero un gobierno democrático no pide permiso para gobernar. Su obligación es aplicar el programa que propuso en la campaña y no empezar a negociarlo. Lo que se puede negociar es la forma de instrumentar ese programa, pero jamás el programa en sí.”

- “Las entidades agropecuarias dicen que se tienen que sentar a negociar las políticas y no es así. La política agropecuaria es demasiado seria como para que la resuelvan solamente los integrantes del sector.”

- “En la revista Anales de la Sociedad Rural Argentina salió un editorial donde me llamaban el abogado ausente, porque ellos interpretaban que el secretario de Agricultura representa ante el gobierno los intereses de los productores agropecuarios, lo cual es un disparate. Los representantes de los productores ante el gobierno son las entidades. Si ellos dicen que debe ser el secretario de Agricultura, es una autocastración.”

- “Creo que es muy acertado que haya un Ministerio de Economía dentro del cual haya distintas secretarías, porque de ese modo se hace una política económica mucho más homogénea. Lo que ellos (las entidades) quieren es un ministro de Agricultura para hacer una política agropecuaria contraria a los intereses nacionales.”

- “Martínez de Hoz modificó la Ley de Arrendamientos y aparcerías rurales cuando estuvo al frente del Ministerio de Economía (1976/80). Permitió el surgimiento de formas de explotación especulativa, fondos de siembra que hoy se dedican a cultivar maíz, soja y mañana a cualquier otra actividad.”

- “El sector agropecuario emplea muy poca gente. En Argentina, en los últimos 50 años, se duplicó la producción agropecuaria y la cantidad de personas ocupadas en el sector disminuyó. Las divisas que genera el sector agropecuario se tienen que utilizar para un plan de desarrollo que contemple un desarrollo industrial fuerte.”

- “Hacen gran alharaca con el peso que tiene la agroindustria en la economía nacional, pero eso está demostrando justamente la inmadurez de la estructura económica argentina. La falta de desarrollo de la industria pesada le da un papel preponderante a la agroindustria, una actividad que no exige gran inversión ni gran conocimiento técnico. No digo que haya que tener menos agroindustria, pero hay que tener mucho más de los otros sectores industriales.”

Se fue el Profesor Giberti. Quedan sus escritos, sus trabajos, su pensamiento, sus reflexiones. Las fuentes donde buscar respuestas a una realidad compleja. Y encontrarlas.

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Un premio reciente a su destacada carrera profesional.
Imagen: Télam
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