EL MUNDO › EL PRESIDENTE PARAGUAYO RECONOCIó SER PADRE DE UN NIñO

Lugo, el obispo enamorado

En una breve conferencia de prensa, el ex obispo y actual presidente Fernando Lugo reconoció que es padre de un niño de dos años que fue concebido poco antes de que el Vaticano lo suspendiera “a divinis”.

El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, reconoció ayer públicamente la paternidad de un niño de dos años, tras una demanda judicial promovida por la madre. El niño nació el 4 de mayo de 2007 y fue concebido cuando Lugo aún era obispo emérito de San Pedro. El actual presidente, de 58 años, renunció al ministerio sacerdotal en diciembre de 2006 para dedicarse a la política. En ese momento era obispo emérito de la diócesis de San Pedro, la región más pobre del país, de donde es oriunda la madre del niño. El Vaticano, que en enero de 2007 suspendió a Lugo “a divinis” por dedicarse a la política, le concedió la reducción al estado laico el 20 de julio de 2008, decisión que no tiene antecedentes en la organización eclesiástica, dos semanas antes de que asumiese la presidencia de Paraguay.

En un breve mensaje en una conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno, el mandatario admitió su relación con Viviana Carrillo, la joven de 26 años cuya firma fue estampada en la demanda promovida por dos abogados y la paternidad de Guillermo Armindo Carrillo, quien el 4 de mayo próximo cumplirá dos años de edad. “Es cierto que hubo relación con Viviana Carrillo, asumo todas las responsabilidades que pudieran derivar de tal hecho, reconociendo la paternidad del niño”, dijo el mandatario. El niño, Guillermo Armindo Carrillo, es fruto de una relación con la joven cuando era obispo.

“Como paraguayo, como presidente de la República, como cristiano y laico no he querido apresurarme a dar respuesta durante este consagrado tiempo”, afirmó Lugo al justificar el encierro al que se sometió estos días, pues no apareció en ningún acto religioso. “A partir de este momento y atendiendo al interior superior, a la privacidad del niño y a las altas responsabilidades que al mismo tiempo me impone el ejercicio de la Presidencia, no formularé más declaraciones sobre el tema”, dijo tajantemente Lugo.

La semana pasada, los abogados de Viviana Carrillo entablaron una demanda contra el ex obispo y actual presidente paraguayo por paternidad no asumida. Las dudas se instalaron apenas conocida la denuncia porque la mujer desmintió haber firmado la demanda en una breve nota, sin firma, que entregó el mismo miércoles a los periodistas que montaban guardia ante su vivienda en Fernando de la Mora, aledaña a Asunción.

Además, los principales colaboradores de Lugo desacreditaron la demanda e, incluso, involucraron a los abogados Walter Acosta y Claudio Costinchok, que la presentaron en el juzgado, en una maniobra política o intento de extorsión al gobernante.

Uno de los abogados del mandatario, Marcos Fariña, admitió que se reunió dos veces con los abogados que invocaron la representación de la mujer para llegar a un acuerdo económico y evitar que el caso tomara estado público. Viviana Rosalith Carrillo Cañete, según se detalla en la demanda de filiación que fue publicada en los diarios nacionales, asegura que conoció siendo muy joven a Lugo, en la casa de su madrina, Edith Lombardo, en el departamento de San Pedro, cuando era obispo de esa región.

“Desde aquella tierna edad, el demandado me sedujo y empezamos a tener un relacionamiento amoroso, el cual se inició porque él se quedaba a dormir en la casa de mi madrina”, expresa la mujer en una parte del escrito, aireado profusamente por la prensa.

Dos altos miembros de la jerarquía eclesiástica de Paraguay consideraron ayer de forma distinta el reconocimiento público del presidente Lugo.

“Es un golpe duro para la Iglesia Católica y un mal ejemplo, que traerá pérdida de confianza hacia la institución de parte de la ciudadanía”, afirmó el obispo Ignacio Gogorza, de la diócesis de Encarnación, en el sur del país. La opinión de Gogorza contrasta con la del obispo Mario Melanio Medina, de la diócesis de Misiones y Neembucú, quien apeló al viejo refrán “más vale tarde que nunca”. “Es un acto de valentía y de sinceridad, es una cuestión muy privada y personal de él. Solamente la verdad nos hará libres, dice la escritura”, indicó Medina.

El escándalo de la demanda de paternidad, en la que se exigía un prueba de ADN, estalló un día después de que el jefe de Gabinete de Lugo y estrecho colaborador, Miguel Angel López Perito, renunciara al cargo por desacuerdos con la forma en que se condujo la entrega de un subsidio de ocho millones de dólares para apoyar a campesinos afectados por la sequía y por discrepancias con otros funcionarios del gobierno a los que Lugo favoreció. Pese a que aseguró que su renuncia era irrevocable, López Perito retomó ayer el cargo y anunció que el jefe de Estado realizará una remodelación ministerial el 20 de abril próximo, fecha en que se cumplirá un año de la llegada de Lugo al poder al frente de una alianza de amplia base ideológica, tras poner fin a una hegemonía de 61 años en el poder del Partido Colorado.

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Fernando Lugo: “Es cierto que hubo relación con Viviana Carrillo, asumo todas las responsabilidades”.
Imagen: AFP
 
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