EL MUNDO › ROMPIó TODAS LAS RELACIONES CON COREA DEL SUR

Norcorea en alerta roja

El líder norcoreano, Kim Jong-il, habría ordenado a su ejército de más de un millón de hombres estar listos para el combate. Seúl acusa a su vecino de hundirle un barco.

Cada día que pasa, la tensión en la península coreana se incrementa. Corea del Norte anunció ayer que cortará sus relaciones con Corea del Sur, después de que la acusara de haber hundido un barco en marzo pasado. Seúl está dispuesta a promover sanciones en contra de Pyongyang en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Ayer fue el día de las declaraciones beligerantes provenientes del Norte. Pyongyang acusó a la Marina surcoreana de haber violado reiteradamente durante el último mes las aguas territoriales y amenazó con iniciar acciones militares. El gobierno norcoreano también anunció que expulsará a dos mil surcoreanos que trabajan en un parque industrial conjunto en la ciudad fronteriza de Kaesong. Los barcos y aviones provenientes de Seúl no podrán llegar a zona norcoreana. De acuerdo con lo informado por la CNN, el líder norcoreano, Kim Jong-il, habría ordenado a su ejército de más de un millón de hombres estar listos para el combate. Entretanto, los medios de comunicación norcoreanos presagian la eminencia de una “guerra santa” contra sus vecinos del sur.

Por su parte, el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, manifestó el lunes que su gobierno había decidido responder a la “brutalidad constante” de su vecina. Acto seguido, anunció la suspensión del comercio con Pyongyang, medida que golpeará fuerte a Pyongyang ya que Seúl es su segundo socio comercial, detrás de China. Además, Corea del Sur anunció que llevará la disputa al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y exigirá que se lo sancione por el reciente caso de la fragata Cheonan, que fue hundida el 26 de marzo pasado y allí murieron 46 de sus ocupantes. El mismo secretario general de la ONU, Ban ki-Moon, reconoció que existen “abrumadoras e inquietantes” pruebas de que un torpedo de un submarino de Corea del Norte originó esa tragedia.

También, Seúl reinició la guerra psicológica con emisiones desde altavoces de propaganda contraria hacia el régimen comunista. La reacción de Pyongyang no se hizo esperar y amenazó con abrir fuego contra cualquier artefacto que reprodujera esos mensajes. Infaltable en estos casos, Estados Unidos llamó a Corea del Norte a bajar el tono beligerante y Barack Obama ordenó estar en alerta a sus más de 28 mil soldados en la región. Haciendo poco caso a las advertencias, Norcorea decidió devolverle a su hostil vecino la misma moneda e inició ayer su propia guerra psicológica.

Más que rápidamente, Washington le hizo saber a Seúl que lo respaldará en el Consejo de Seguridad con la solicitud de imponer medidas coercitivas contra Norcorea, sobre la que ya pesa una sanción desde el año pasado por una prueba nuclear. “Estamos esperando la decisión de Corea del Sur para cuándo y cómo traerán el tema al Consejo de Seguridad”, dijo ante la prensa Susan Rice, la embajadora de la Casa Blanca ante la ONU.

Siguiendo con los intentos diplomáticos desplegados en los últimos días en Irán para destrabar la cuestión nuclear, Brasil se comunicó con las dos Coreas. El presidente ruso Dimitri Medvedev también llamó al presidente surcoreano y se propuso para realizar gestiones ante las autoridades norcoreanas.

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Corea del Sur acusa a su rival del Norte de hundirle un barco en marzo pasado.
Imagen: AFP
 
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