EL MUNDO › INTERCEPTAN NUEVOS MISILES Y SHARON PIDE MAS PRESIONES

Medio Oriente no cree en lágrimas

Por primera vez, militares israelíes interceptaron ayer en Cisjordania una carga de misiles de 8 a 10 kilómetros de alcance, que pueden impactar centros densamente poblados. Al mismo tiempo, Ariel Sharon se preparaba a pedir a EE.UU. más presiones sobre Arafat.

Pocos dudan de que se vienen novedades en Medio Oriente: el primer ministro israelí Ariel Sharon viajó ayer a Washington para reunirse con George W. Bush, en su cuarta visita a la Casa Blanca, y la misión es que Estados Unidos “mantenga la presión” sobre el líder palestino Yasser Arafat, así como ajustar una estrategia común frente a Irak e Irán después de que Bush identificara a ambos Estados con un “eje del mal” y que Teherán escalara su apoyo militar a los grupos palestinos radicalizados. Ayer, por lo pronto, el ejército israelí interceptó en un sector autónomo palestino, al norte de Cisjordania, un camión que transportaba cohetes palestinos de tipo Qassam 2, con un alcance de 8 a 10 kilómetros y que podrían haber sido lanzados desde los territorios autónomos contra las densamente pobladas ciudades judías situadas en un radio de 15 kilómetros de la frontera. Horas después de la partida de Sharon, un grupo de palestinos atacó el asentamiento de colonos judíos de Hamra, Cisjordania, tras lo cual tres israelíes murieron; el atentado fue reivindicado por la organización Hamas y respondido con un bombardeo israelí en Nablus. Pero entretanto los servicios policiales israelíes y palestinos realizaron ayer, por primera vez desde el reinicio de la Intifada, un encuentro para incrementar su cooperación.
El ministro de Defensa israelí Benjamin Ben Eliezer ya se encontraba ayer en Estados Unidos y, en una conferencia de prensa ante el Instituto Washington de Política para Medio Oriente, declaró: “Arafat es el único que puede detener la violencia, pero no quiere. Es el único líder que pueda dar órdenes eficaces y le llevaría dos o tres días”. Después de conversar con el secretario de Estado norteamericano Colin Powell, Ben Eliezer agregó: “Existe la necesidad de que Estados Unidos siga ejerciendo presión sobre Arafat y abra una línea de conversaciones con otros dirigentes que rodean a Arafat y se oponen a Arafat”. El tono de las declaraciones del ministro anticipan el objetivo de la visita de Sharon: convencer a Bush de “mantener la presión” sobre Arafat y cambiar de interlocutor. Así lo adelantó Avi Pazner, el portavoz del primer ministro, tras concluir que Arafat no es un “interlocutor válido” para Israel, ya que “no ha hecho nada contra el terrorismo e incluso lo impulsa”. En ese sentido, está previsto que Sharon informe de su reunión en Jerusalén con tres destacados dirigentes palestinos, entre los que estaba el presidente del Consejo Legislativo Palestino, Ahmed rei (Abu Ala) –actualmente en Washington para reunirse con funcionarios del Departamento de Estado–; Mahmud Abbas, “número dos” de Arafat, y Mohamed Rashid, el asesor económico de Arafat. Fuentes israelíes lo confirmaron: uno de los objetivos de Sharon es convencer a Bush de que hay líderes palestinos que pueden ser una alternativa a Arafat; al mismo tiempo, el premier israelí instará a Estados Unidos a romper las relaciones con Arafat y le expresará sus preocupaciones sobre las tensiones crecientes con Irak e Irán, países a los que Bush incluyó en el “eje del mal”. Al respecto, el analista palestino Ghassan al-Khatib sentenció que Bush “ya ha asumido la posición más dura posible” hacia Arafat y “no se ve cómo puede endurecerla más”. Por su parte, el subsecretario de Estado para Medio Oriente, William Burns, declaró ayer, desde El Cairo, que Estados Unidos “continuará trabajando” con la Autoridad palestina ya que Arafat es el “dirigente elegido por el pueblo palestino”.
Otro hecho del día de ayer abonó los argumentos israelíes: el descubrimiento de un camión que transportaba armas durante un control de ruta cerca de Jenín, al norte de Cisjordania. Según el general Gershon Yitzhak, comandante militar de la región, es la primera vez que cohetes de este tipo fabricados por los palestinos se descubren en Cisjordania. Hasta ahora, habían sido usados contra colonias israelíes únicamente en la franja de Gaza. Yitzhak indicó también que los palestinos crearon una fábrica de producción de estos cohetes en la región de Nablus. El ejército israelí teme que este tipo de armamento sea utilizado en la llamada “línea verde”, que separa a Israel de los territorios palestinos. Pese a todo, israelíes y palestinos dieron un impulso a la cooperación entre sus policías “en el terreno criminal” durante un encuentro en Jerusalén, la primera reunión de este tipo celebrada desde el inicio de la Intifada, en septiembre del 2000. A la vez, la policía israelí clausuró el Centro de Investigación de Tierras —una institución dependiente de la Sociedad de Estudios Arabes que se encuentra muy cerca de la Casa de Oriente, la sede no oficial de la OLP en Jerusalén Este, cerrada por Israel hace 6 meses y ayer prorrogada su clausura por igual período— y la Asociación de Bienestar en el barrio de Bet Hanina, una ONG suizo-palestina cuya sede principal se encuentra en Ginebra.

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Soldados israelíes pasan junto a una exhibición de las nuevas armas decomisadas.
Su impacto desde Cisjordania –donde fueron descubiertos– sería más letal que desde Gaza.
 
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