EL MUNDO › EL 1º DE ENERO DE 1959 ENTRABA EL EJéRCITO REBELDE EN LA HABANA

Cuba celebra 55 años de Revolución

Hoy la economía de la isla busca acentuar alternativas en la iniciativa privada, pero ese recorrido no cambia de terminal: el socialismo es la matriz, con Fidel Castro antes y ahora con su hermano Raúl.

 Por Gustavo Veiga

Cuando hoy a la medianoche comience el año 55 de la Revolución, los cubanos ganarán las calles de Pinar del Río a Guantánamo y de Oriente a Occidente, como se estila decir en la isla. Los pregoneros del nuevo orden mundial que se impuso tras la caída del Muro de Berlín jamás habrían dado un centavo porque se cumpliera semejante aniversario. El 7 de marzo de 1990 se iniciaba el denominado período especial, y con él, una serie de reformas para la subsistencia. Lejos de hundirse junto a los desmembrados países del bloque socialista, Cuba se mantuvo a flote pese a la influencia notable que tuvo la de-saparición de la Unión Soviética para sus intereses. Veintitrés años después, aquellas penurias quedaron atrás, la economía busca acentuar alternativas en la iniciativa privada, pero ese recorrido no cambia de terminal: el socialismo es la matriz, con Fidel Castro antes y ahora con su hermano Raúl.

En los 169 municipios que tiene la isla, habrá todo tipo de espectáculos para festejar la entrada del ejército rebelde en La Habana el 1º de enero de 1959. Los actos ya empezaron el 29 de diciembre, con grupos musicales que tocaron a la misma hora, en todo el territorio nacional. En cada provincia habrá una celebración especial. El acto central se desarrollará en Santiago de Cuba. A la cero hora de mañana, la fiesta de la Bandera en el Parque Céspedes arrancará con la entonación del himno nacional.

En Bayamo, provincia de Granma, se reeditará la Caravana de la Libertad, en homenaje a la partida de Fidel desde esa ciudad hacia La Habana, el 2 de enero de 1959. Las fiestas populares consistirán en recitales de trova, bolero, son cubano, rock, música electrónica; proyecciones de películas, obras humorísticas, danza y teatro para niños, exposiciones de artes plásticas, bailes y tertulias literarias. Propuestas que expresan la variedad artística que caracteriza a la isla y el interés que despiertan en el ciudadano cubano promedio. La Feria del Libro que se realizará del 13 al 23 de febrero en la capital, y después en el resto del país, es acaso la demostración anual más masiva. En 2014 estará dedicada a Ecuador, como en 2013 ocurrió con Angola.

En el intensivo programa de festejos por los 55 años de la Revolución, también se presentará el prestigioso ballet nacional con Giselle. La compañía de Alicia Alonso cumplió 65 años en 2013, diez más que la gesta de Fidel y sus barbudos. La sucesión de espectáculos por la evocación de la entrada triunfante en La Habana convivirá con actos donde se insistirá por el levantamiento del bloqueo económico de Estados Unidos y la libertad de los cuatro héroes, como se llama en Cuba a Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labaniño Zalazar, Antonio Guerrero Rodríguez y Fernando González Llort. El quinto del grupo, René González Sehweret, fue el único liberado. Todos habían sido detenidos el 12 de septiembre de 1998 porque investigaban en EE.UU. actos de sabotaje y atentados contra la isla. Se los acusó de espionaje y recibieron penas durísimas.

La Revolución que se gestó tras el desembarco del yate Granma y la lucha armada en la Sierra Maestra liderada por Fidel, Camilo Cienfuegos y el Che es hija de otro acontecimiento del que se cumplieron 60 años el 26 de julio pasado: el frustrado asalto al cuartel Moncada durante la dictadura de Fulgencio Batista. En 55 años, el mundo pasó de la Guerra Fría a la hegemonía militar de Estados Unidos, lo que extendió y agudizó en algunos aspectos el prolongado bloqueo contra la isla.

Los primeros años de la Revolución señalaron el camino que, más allá de las crisis mundiales, los conflictos bélicos o el nuevo orden internacional, le dieron a Cuba una identidad que aún conserva. La de ser, desde el 16 de abril de 1961, una república que se proclamó socialista. El carácter irrevocable de esa decisión se manifiesta hasta hoy. Es la calle central por la que pasaron y todavía pasan todas las medidas en la isla. Desde las primeras, como la reforma agraria de 1959 o la nacionalización de las propiedades de EE.UU. y la creación de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) de 1960, hasta las decisiones más recientes del gobierno de Raúl Castro, que abren la economía.

Los cubanos, dotados de una oratoria que en Latinoamérica sólo es comparable con la que caracteriza a los argentinos, discuten con pasión. Lo están haciendo sus diputados para actualizar el Código Penal, mejorar la construcción de viviendas o la ampliación de los créditos para obtenerlas, tender al autoabastecimiento de alimentos, ensanchar la base de trabajadores por cuenta propia que ya llegan a 440 mil, polemizar sobre el envejecimiento de la población y otras medidas que consideran estratégicas. Fronteras afuera, la prensa considera más interesante la noticia de que en Cuba se liberalizó la compra de automóviles. La información parece vieja, aunque a medias.

En octubre de 2011, el gobierno ya había permitido la compra-venta de coches entre particulares, como parte de un paquete de unas 300 reformas. Ahora, la novedad es que los cubanos le podrán adquirir los vehículos al Estado y también importarlos. Los ingresos que genere este incipiente mercado irán a parar a un fondo especial para desarrollar más el transporte público. En La Habana ya no se ven los camellos, ese híbrido mitad camión, mitad ómnibus, que caracterizó al período especial. Los micros que los reemplazaron (en Cuba les dicen guaguas) son de origen chino, como las bicicletas y los semáforos.

De la etapa prerrevolucionaria quedan los pintorescos almendrones (fabricados hasta los años ’50 y de marcas estadounidenses como Cadillac, Ford o Chevrolet) que de manera paulatina se irán reemplazando. En 2011 había unos 75 mil. Cuba es el país con el parque automotor más viejo del mundo. Estos detalles del consumo, que en cualquier país capitalista se verían como un anacronismo, en Cuba están naturalizados.

En la isla, esas dificultades del transporte, para las que se buscan salidas modernizadoras, son tan comunes como disfrutar de conquistas centrales para la Revolución que ni los gobiernos más conservadores cuestionan: un sistema de salud que es modelo en varias especialidades, la educación gratuita en todos los niveles y un estándar de seguridad en las calles que envidiarían los habitantes de cualquier país latinoamericano. En los últimos 55 años, Cuba, idealizada o demonizada, revindicada o cuestionada, busca transformaciones graduales sin cambiar su esencia. Como todo país independiente, pretende hacerlo sin intromisiones externas.

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Los cubanos discuten sobre la construcción de viviendas o la ampliación de los créditos para obtenerlas.
Imagen: EFE
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