EL MUNDO › EL PRESIDENTE POROSHENKO PROPUSO AMNISTíA Y TRES AñOS DE AUTOGOBIERNO

Plan autonómico para el este de Ucrania

No es seguro que los líderes insurgentes acepten la oferta del gobierno ucraniano, ya que desde la firma de la tregua aseguraron que no piensan renunciar a la independencia.

El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, ofreció a los separatistas prorrusos tres años de autogobierno, elecciones locales, una amnistía y el libre uso de la lengua rusa, en un intento de convertir el alto el fuego en una paz duradera. El proyecto de ley de autonomía temporal para las regiones orientales de Donetsk y Lugansk, escenarios de una sublevación armada contra Kiev, fue remitido ayer a la Rada Suprema (Legislativo) y podría ser aprobado hoy por los diputados. El documento señala que ese régimen de autogobierno local se aplicará en ciertas zonas de Donetsk y Lugansk incluidas en el territorio de la operación antiterrorista lanzada por Kiev en abril. Aunque no lo especifica, se sobreentiende que ésas son las zonas bajo control de los separatistas prorrusos, que actualmente alcanza un tercio del territorio de ambas regiones orientales fronterizas con Rusia.

En los últimos meses, las fuerzas leales al primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, reconquistaron territorios hasta sitiar la capital de la región de Lugansk y reducir la presencia rebelde en la de Donetsk a varios bastiones, aunque el despliegue de tropas regulares rusas en agosto permitió a los rebeldes, según Kiev, recuperar algo de terreno. No es seguro que los líderes insurgentes acepten la aparentemente generosa oferta del gobierno interino ucraniano, ya que desde la firma del alto el fuego en Minsk el 5 de septiembre pasado aseguraron que no piensan renunciar a la independencia y descartaron permanecer en el seno de un Estado unitario ucraniano.

Además exigen el total control administrativo de ambas regiones tras el correspondiente repliegue de las tropas ucranianas y la posibilidad de mantener relaciones económicas exteriores propias con la vecina Rusia. En el marco de esa autonomía temporal, Poroshenko pide también a los diputados que aprueben la convocatoria en esas zonas a elecciones locales para el 9 de noviembre, con el fin de que elijan a quienes serán sus representantes ante Kiev. El presidente ucraniano insistió en las últimas semanas en que el gobierno necesita interlocutores en esas zonas que sean elegidos por la población local y no líderes insurgentes de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk designados por Moscú.

En el punto más controvertido, el documento incluye una amnistía para los milicianos rebeldes que no hayan cometido graves delitos o que no estén implicados ni en el derribo del avión malayo con 298 pasajeros a bordo ni que hayan obstruido la investigación internacional. Según el documento, el Estado garantiza que los participantes en los sucesos en Donetsk y Lugansk desde el 22 de febrero no serán perseguidos ni administrativa ni penalmente y permite la creación de unidades de policía popular, cuyas filas estarán integradas por voluntarios. Pero pone como condición que en el plazo de un mes depongan las armas, desalojen edificios administrativos y liberen a todos los rehenes en su poder.

A su vez, se compromete a garantizar el uso del idioma ruso en la vida pública y privada, en la educación, su uso libre y su igualdad de derechos, una de las principales demandas de los insurgentes y del Kremlin. En su plan de paz presentado en mayo, Poroshenko adelantó que Kiev estaba dispuesto a garantizar el uso del ruso en la vida pública y en las escuelas de las zonas donde sus hablantes son mayoría, pero nunca a nivel estatal. El proyecto otorga a los órganos locales de las zonas bajo control rebelde la posibilidad de entablar relaciones con sus iguales de las regiones rusas limítrofes, pero sólo sobre la base de acuerdos estatales de cooperación fronteriza.

A su vez, los órganos locales podrán suscribir acuerdos con el gobierno central en materia económica, social y cultural, mientras el Estado se compromete a financiar la reconstrucción de las viviendas y las infraestructuras destruidas durante los combates. Según los expertos consultados, no está ni mucho menos garantizado que el proyecto de ley reciba el apoyo mayoritario de los diputados, muchos de los cuales están descontentos con las concesiones ante Moscú realizadas últimamente por el presidente.

Poroshenko sorprendió al aceptar el viernes el aplazamiento hasta 2016 del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, atendiendo una petición de Rusia, que amenazaba con desatar una guerra comercial. El Parlamento Europeo aprobó ayer el acuerdo en una sesión plenaria compartida y conectada por videoconferencia con la Rada por 535 votos a favor, 127 en contra y 35 abstenciones. El viernes, Ucrania, la UE y Rusia acordaron aplazar hasta fines de 2016 la entrada en vigor de un área de libre comercio entre el bloque europeo y Ucrania, algo contemplado en el acuerdo, tras las amenazas de Moscú de que tomaría medidas para proteger su mercado.

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Poroshenko aceptó aplazar el acuerdo con la Unión Europea.
Imagen: EFE
 
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