EL MUNDO › EL EXITO DE KERRY EN EL DEBATE VUELVE A ABRIR LA CAMPAÑA ELECTORAL

Todos los sondeos le dicen te quiero

Después de un debate crucial centrado en Irak, la seguridad nacional y la guerra antiterrorista –los temas que más preocupan al electorado–, las encuestas dieron la victoria al oponente de George W. Bush, pero no revelaron, de momento, cambios en el electorado.

Por José Manuel Calvo *
Desde Washington

John Kerry ganó los puntos del primer asalto de los debates electorales en EE.UU. porque afirmó su imagen presidencial, expuso con claridad y firmeza sus argumentos y puso a George W. Bush a la defensiva. El presidente, que reiteró sus acusaciones de que el candidato demócrata cambia con frecuencia de opinión, se irritó y desconcentró en ocasiones, aunque envió los mensajes emocionales de firmeza y convicción que hasta ahora lo han conectado con su electorado. Los sondeos posteriores al debate no discreparon: Kerry ganó. Pero esas mismas encuestas indican que aunque el demócrata mejora, Bush no cede terreno, por ahora, en el apoyo de los votantes.
En el esperado primer cara a cara del jueves por la noche en la universidad de Miami, bien moderado por el veterano periodista Jim Lehrer –hasta el punto de que pareció realmente un debate–, Kerry no perdió el tiempo y afrontó el reto: criticar en profundidad a Bush por Irak sin aparecer por ello como un candidato antiguerra. El presidente cometió “un colosal error de juicio” con la invasión, porque Irak no era el “frente de la guerra contra el terrorismo”; ha dejado nuestras alianzas “hechas trizas en el mundo” y ahora “estamos sufriendo el 90 por ciento de las bajas y pagando el 90 por ciento de los costos” de la guerra. “Yo puedo conseguir que EE.UU. sea más seguro y el mundo también.” Sin prometer nada, Kerry sugirió que bajo su presidencia las tropas podrían empezar a volver de Irak en seis meses.
Si el objetivo de Kerry era dibujar a un presidente incapaz de reconocer la realidad en Irak y asumir sus errores, el de Bush era retratar al senador como un oportunista sin convicciones incapaz de dirigir EE.UU. Admitió haber tomado “decisiones difíciles que no habrán gustado a todos”, pero dijo que Kerry manejaba los mismos datos de inteligencia que él y “votó a favor del uso de la fuerza” y repitió sus críticas: decir que la de Irak es “la guerra inapropiada en el lugar y el momento equivocados” envía señales peligrosas a los iraquíes, a los terroristas, a los aliados y a los soldados: “Eso no es lo que un comandante en jefe dice cuando dirige sus tropas”. “Lo único consistente de mi adversario es su inconsistencia. Cambia de posiciones. La gente sabe lo que yo defiendo, sabe en lo que yo creo (...) Se puede cambiar de táctica, pero nunca de convicciones (...) Lo que yo no haré será cambiar mis valores básicos por razones políticas o por presiones.” Kerry no se arrugó e hizo perder la paciencia a Bush, que apareció –las televisoras hicieron caso omiso a la norma de no mostrar el rostro del que escuchaba– frunciendo los labios y haciendo muecas. “Se puede estar seguro de algo y al mismo tiempo estar equivocado.” Y cuando Bush dijo que había ido a la guerra “porque el enemigo nos atacó”, Kerry estuvo ágil y devastador: “Saddam no nos atacó. Fue Bin Laden el que nos atacó. Fue Al Qaida quien nos atacó”. Bush dijo que ya lo sabía, pero que Saddam era una amenaza y que EE.UU. y el mundo están mejor sin él. Kerry aceptó que era una amenaza, pero reiteró que Bush no supo agotar la presión diplomática, que “fuimos a la guerra demasiado de prisa”. Pero cuando el moderador le preguntó –citando sus palabras de 1971 sobre los que morían en Vietnam por un error– si los soldados mueren en Irak por otro error, respondió: “No, y no tienen por qué, a condición de que tengamos el liderazgo que yo propongo”. También reconoció haberse equivocado con la guerra y su presupuesto –votó a favor y votó en contra, respectivamente– pero eso lo resolvió mejor: “Yo me equivoqué ahí, pero el presidente se equivocó invadiendo Irak. ¿Qué es peor?”.
Los sondeos hechos tras el debate –que hay que tomar con cautela, porque su base estadística es pequeña y elegida entre los 55 millones deespectadores, la población más politizada pero poco más de la mitad de los probables votantes– arrojaron la inequívoca conclusión de que Kerry ganó. Según ABC, eso pensó el 45 por ciento, frente al 36 por ciento a favor de Bush y un 17 por ciento que lo calificaron de empate. Pero el apoyo para cada candidato subió un punto: Bush obtuvo el 51 por ciento y Kerry el 46 por ciento. Para la CBS, Kerry ganó con el 43 por ciento. Bush obtuvo un 28 por ciento, y ambos mejoraron en el apoyo de indecisos.
Gallup obtuvo resultados similares. Kerry ganó para el 53 por ciento, Bush para el 37 por ciento. Los números globales cambian poco: Bush, que antes del debate tenía una intención de voto del 54 por ciento, la mantiene; Kerry mejora y pasa del 40 al 43 por ciento. A la espera de datos más consistentes, David Gergen, asesor de demócratas y republicanos, dijo a la CNN: “Si Kerry hubiera perdido, la carrera electoral habría acabado. No creo que fuera un ganador claro, pero consiguió volver a la carrera, que ahora se ajustará”.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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El candidato demócrata John Kerry en un acto de campaña, ayer, en el crucial estado de Florida.
 
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