EL MUNDO

Quieren que devuelva todo

Los fiscales que acusaron a María Julia de enriquecimiento ilícito piden que vaya a juicio oral y que reintegre la plata.

 Por Irina Hauser

Los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia quieren que María Julia Alsogaray devuelva los 2,5 millones de dólares con que se enriqueció en forma ilícita durante la década en que fue funcionaria del menemismo. Es lo que surge del requerimiento que presentaron para que la ex funcionaria vaya a juicio oral en la causa en la que fue procesada por no justificar el incremento de su patrimonio. En el mismo texto dicen que el juez Juan José Galeano les restringió las posibilidades de investigar. Además, denunciaron a la ex secretaria de Recursos Naturales porque se desprendió de algunos bienes en pleno proceso judicial.
Ahora Galeano debe concretar la elevación a juicio del expediente. Después se hará cargo del caso un tribunal oral, que encabezará un proceso público y dictará la sentencia definitiva. María Julia podría ser castigada con 2 a 6 años de prisión, una multa que puede llegar al 100 por ciento del valor de su enriquecimiento e inhabilitación absoluta para ejercer cargos públicos. La única causa por enriquecimiento ilícito que llegó hasta la instancia oral y terminó en una condena fue la del ex concejal peronista José Manuel Pico.
En 1989 la ex interventora de ENTeL declaraba ingresos por 10 mil dólares. En 1993 Roberto Bases, un radical de Mar del Plata, denunció que el petit hotel que se había comprado en Recoleta y su nivel de vida no se correspondían con sus ingresos. Recién en 1998 la fiscalía le pidió a Alsogaray que justificara cómo había conseguido lo que tenía. En agosto de 2000 Galeano la procesó. Ella, sostienen Mullen y Barbaccia, no pudo explicar el origen de 2,5 millones e incluso subrayan en el requerimiento de elevación a juicio presentado hace una semana que “existen evidencias de manipulación de datos y maniobras destinadas a la ocultación de bienes y a la justificación ficticia del incremento patrimonial comprobado”.
En realidad, no está descartado que la fortuna lograda por la mujer sea mucho más grande de lo que consta en los papeles. El texto de los fiscales habla de posibles “cuentas no declaradas”. De hecho, por ejemplo, nunca se corroboró si, como denunció en 1999 Juan Pablo Cafiero ante el juez, en las Islas Caimán había dos cuentas posiblemente ligadas a la ingeniera a las que habían ingresado casi 180 millones de dólares.
Con todo, los fiscales aseveran: “Nos encontramos ante un claro caso de corrupción”. Los “egresos, inversiones y demás transacciones comerciales superan ampliamente los ingresos legítimos” de la ex funcionaria, añade. En función de esto piden que intervenga la Procuración General del Tesoro de la Nación con la idea de que María Julia devuelva la riqueza que consiguió en forma ilegítima. Según la acusación, María Julia mintió antes y durante la causa. Algunos de las irregularidades probadas son que:
- Intentó justificar el cobro de 500 mil dólares diciendo que había asesorado como ingeniera a la firma quebrada Astilleros Alianza, del menemista Arnaldo Martinenghi. Según los fiscales ese pago nunca existió y el convenio que presentó Alsogaray como prueba era falso, por lo que también está procesada por falsificación de documento privado.
- En 1990 gastó con tarjeta de crédito 4815 pesos, mientras que ocho años más tarde la cifra trepaba a 228.539. Además, como reveló Página/12, se compró un suntuoso departamento en el complejo Essex House de Nueva York, frente al Central Park, por cerca de medio millón de dólares.
- En sus declaraciones juradas había consignado que recibió como secretaria unos 40 mil dólares mensuales de fondos reservados entre 1992 y 1997, pero al ser indagada dijo que eran “una retribución complementaria” proveniente de Presidencia que ella podía repartir entre su personal.
- También declaró haber obtenido un adelanto de herencia por 800 mil dólares de su padre, Alvaro Alsogaray, que resultó inexistente.
- Dijo que había obtenido 450 mil dólares por un retiro de dividendos de la empresa familiar Pincar S. A., que no tenía solvencia suficiente.
La presentación de Mullen y Barbaccia termina con críticas al juez Galeano. Dicen que restringió su “actividad investigativa” y que según lasnormas del Ministerio Público ellos pueden producir toda la prueba que quieran. Recuerdan que hace un año, al contestar un planteo de Alsogaray, Galeano dijo que la pesquisa que ellos conducían era “sobreabundante”, “desatinada”, “extralimitada” y “absurda”, entre otras cosas.
Una nueva denuncia de los fiscales acusa a María Julia por “insolvencia fraudulenta” porque en medio de la causa por enriquecimiento le “donó” dos departamentos a su hijo Alvaro Erize. El dato saltó a la vista cuando quisieron trabarle parte del embargo de 3 millones ordenado por Galeano sobre esas propiedades. Más allá de todo, la niña mimada de Carlos Menem no pierde esperanzas de volver a ocupar cargos públicos: aunque el juez se lo prohibió, ella ya logró que la Cámara de Casación le abriera un recurso extraordinario. En ese punto sus esperanzas descansan en la Corte Suprema.

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