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Irak por fin tiene un premier que puede formar un gobierno

Ayer se bajó Yafari y fue designado Al Malki, también chiíta pero con mucho mayor consenso. Puede ser el fin de una impasse que tiene al país sin gobierno hace meses.

Al fin un paso adelante en Irak. La Alianza Unida Iraquí (AUI, chiíta) propuso ayer a Yauad al Malki como candidato a primer ministro del país en lugar del saliente Ibrahim Yafari –quien renunció el jueves a presentarse nuevamente para el cargo–, lo que supone un importante paso hacia la formación de un gobierno de unidad nacional, el primero en la era post Saddam Hussein. La designación de Al Malki se produce la víspera de una crucial reunión del Parlamento en la que se espera que sean elegidos el primer ministro, el presidente de la República, sus dos vicepresidentes y el máximo responsable del Congreso. Además, fue juzgado y condenado a muerte el responsable del atentado perpetrado el 19 de agosto de 2003 contra la sede de Naciones Unidas en Bagdad.

Al Malki es el “número dos” del partido Al Dawa, presidido por Yafari y segunda fuerza dentro de la AUI, y actualmente se desempeñaba como portavoz oficial del primer ministro. Esta nueva candidatura allanará el camino para la formación del primer gobierno permanente de Irak luego de la caída del régimen de Saddam Hussein, cuatro meses después de la celebración de las elecciones generales. En una rueda de prensa celebrada tras una reunión del Organo Político de la AUI, integrado por los dirigentes de los siete principales grupos políticos, el jeque Hamam Hamudi anunció la victoria de Al Malki, quien “obtuvo seis de los siete votos frente a su competidor Nadim al Yabari, candidato del Partido Islámico de la Virtud”. El jeque Hamudi añadió que la alianza ya ha formado una comisión y que hoy comenzará a realizar contactos con el resto de los grupos parlamentarios para conocer su posición.

Los grupos sunnitas, kurdos y chiítas laicos se oponían tajantemente a la candidatura de Yafari a la jefatura del próximo gobierno, que se había convertido en el mayor obstáculo para superar la crisis política. Estas formaciones acusaban a Yafari de sectarismo y de ser incapaz de poner fin a la crisis política que atraviesa el país y a la violencia sectaria que se generalizó el pasado 22 de febrero tras un atentado contra un mausoleo chiíta en Samarra y que se cobró la vida de varios cientos de personas. Luego de meses de conflicto en la formación de un nuevo gobierno, Yafari decidió ayer renunciar a su objetivo de continuar al frente del ejecutivo. El primer ministro señaló que no quería ser un “obstáculo” en el avance de Irak y, luego de haber dirigido el país durante un año, dijo que estaba dispuesto a servir una vez más “desde cualquier posición”. Por su parte, el mayor grupo parlamentario sunnita, el Frente del Consenso Iraquí (FCI), mostró su satisfacción por la elección del nuevo candidato. “Saludamos la decisión de la coalición chiíta de presentar como candidato a Al Malki”, declaró el portavoz Zhafer al Ani. “Vamos a trabajar juntos para crear un gobierno de unidad nacional, que no será sectario”, agregó. “Esperamos que Al Malki dirija un gobierno mejor que el de Yafari”, advirtió.

A pesar de las rivalidades en torno del primer ministro, ninguna formación ha puesto objeciones a la candidatura para un nuevo mandato en la Presidencia de la República de su actual titular, el kurdo Yalal Talabani. Sin embargo, la AUI aún tiene reservas respecto de la elección del líder del sunnita Partido Islámico Iraquí, Tarek al Hachemi, a la presidencia del Parlamento. Algunas fuentes aseguraron que al Hachemi ya no insiste en su candidatura para ese puesto y que los grupos políticos están de acuerdo en presentar a Adnan al Duleimi, líder del Frente del Consenso Nacional.

Por otra parte, el responsable del atentado perpetrado el 19 de agosto de 2003 contra la sede de Naciones Unidas en Bagdad, en el que murió el representante del secretario general, Kofi Annan, en Irak, el brasileño Sergio Vieira de Mello, junto a otras 20 personas, fue juzgado y condenado a muerte. “Este individuo, acusado de ser miembro de la red Al Qaida en Mosul (norte de Irak) ha obtenido su condena”, dijo un funcionario de la ONU. El acusado, quien admitió haber cobrado dinero por organizar el atentado, mantiene presuntamente vínculos con el jefe de Al Qaida en Irak, Abu Mussab al Zarqawi.

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Yauad al Malki es chiíta y segundo del renunciado Yafari, pero también una figura mucho menos abrasiva y convocante.
 
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