EL PAíS › ROBERTO FRENKEL, ROBERTO FELETTI Y EDGARDO MOCCA, EN UN DEBATE POR UMBRALES

Entre las retenciones y el Indec

El conflicto rural y la inflación monopolizaron la charla moderada por Carlos “Chacho” Alvarez en la presentación de la revista del Cedes.

Por más que no era la intención original, el conflicto entre el Gobierno y las entidades agropecuarias no pudo ser soslayado por el economista Roberto Frenkel y el vicepresidente del Banco Nación, Roberto Feletti, en el marco de la presentación de un nuevo número de la revista Umbrales, que dirige Edgardo Mocca. El Indec, la inflación, la pobreza, la política fiscal, monetaria y cambiaria, fueron los temas centrales del encuentro. Y, aunque no fue el nudo del debate, las retenciones también estuvieron presentes. Feletti defendió la decisión del Gobierno de aplicarlas como una medida para “desacoplar el mercado interno del externo” en pos de una mayor autonomía en las decisiones de política económica. Frenkel, en cambio, criticó duramente la “intervención” del Indec y advirtió sobre la necesidad de aplicar una política antiinflacionaria que regule la tasa de crecimiento a través de la desaceleración del aumento de la demanda agregada.

En la convocatoria realizada por el Cedes se pudo ver entre los concurrentes al presidente del Frente Grande, Eduardo Sigal, al ex legislador Fernando Melillo, a funcionarios de segunda línea del Gobierno nacional y a empresarios. El debate fue moderado por el presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, Carlos “Chacho” Alvarez, quien se mantuvo al margen de las discusiones.

Feletti recorrió los años de crecimiento económico posteriores a 2001, “ligados al escenario mundial cambiante” y a la mayor demanda de alimentos de los países asiáticos, africanos e incluso de América latina. “Una situación que no se daba desde fines de los ’60: combinar expansión tanto de la demanda interna como externa”, precisó el vicepresidente del Banco Nación. Para mirar los resultados de estos años de kirchnerismo, Feletti invitó a “cruzar los datos” del crecimiento económico con la baja del desempleo y la disminución de la deuda externa con relación al Producto Bruto Interno.

Como consecuencia de esos procesos, Feletti señaló una mejora en términos de la “autonomía en materia de política económica sobre el territorio nacional”. Sin embargo, aseguró que los ’90 dejaron en la Argentina una falta de empresas públicas que sirvan de “aceleradoras de la inversión”, situación que no ocurrió, según su visión, del mismo modo en Brasil o Chile. Para él, la inflación actual está relacionada con esa carencia, con una imposibilidad de aumentar la oferta a los niveles en los que crece la demanda. De todas maneras advirtió que está en contra de las recetas que piden enfriar la economía para bajar la inflación. “Algo más grave que tener que combatir la inflación es tener que combatir el desempleo”, sentenció.

El tema de la inflación fue el tema de la discordia entre Frenkel y Feletti. Mientas el primero aseguraba que no existía política alguna para frenarla, Feletti señaló el aumento de la inversión y del gasto público, e incluso “la intervención en la sobrerrenta del agro”. Para el funcionario, las retenciones son una medida directa para evitar el aumento de los precios internos, desvinculándolos del aumento de precios internacionales como la soja.

Frenkel relató una conversación que mantuvo con el entonces ministro de Economía Martín Lousteau, en pleno debate sobre la confiabilidad de los índices del Indec y sobre cómo frenar el aumento de precios. En aquel momento le preguntó al ministro si tenía un plan para disminuir la inflación. La respuesta de Lousteau lo dejó sin palabras: “Sí, pero, ¿cómo puedo proponer una meta de inflación del 15 por ciento si el índice oficial es del 8 por ciento?”.

Para diferenciarse de las recetas ortodoxas, Frenkel destacó que regular la velocidad de la demanda agregada no significa entrar en una recesión, ni dejar de crecer, sino que “la mejor política antiinflacionaria es aquella que menos reduce la tasa de crecimiento”. “El problema más grave de la economía argentina es que el Gobierno no sabe o no quiere saber”, dijo Frenkel con relación al reciente anuncio de una baja en los niveles de pobreza. “La Presidenta dijo una falacia técnica”, agregó.

El economista advirtió que los datos sobre la cantidad de pobres se obtienen a partir de una línea de ingresos mínima fijada en base al Indice de Precios al Consumidor (IPC), que está “truchado”.

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Roberto Frenkel, Roberto Feletti, Carlos “Chacho” Alvarez y Edgardo Mocca.
Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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