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El intendente de la ciudad santiagueña de La Banda, Francisco García Piazza, renunció anoche a su cargo. Piazza presentó su dimisión después de que los obreros municipales comenzaran la cuarta semana de paro por “tiempo indeterminado” con marchas de protesta y toma de edificios en el marco de un plan de lucha en reclamo de salarios atrasados.
García Piazza abandonó su puesto, aunque la sede de la comunal ya la había dejado de antemano: ya hacía varios días se había visto obligado a instalar sus oficinas en la vieja estación del ex ferrocarril Mitre –cercana a La Banda y a 5 kilómetros de la capital santiagueña– tras reiterados ataques a su despacho y su casa particular, en la que obreros municipales arrojaron piedras, huevos y quemaron basura.
La renuncia de García Piazza era reclamada por los municipales, quienes lo acusaban del “caos” de La Banda y sostenían que debía dimitir para “dejar que el gobierno provincial designe nuevas autoridades y destrabar el giro de dinero para que paguen los tres meses de salarios que nos adeudan”. Según el mismo gremio municipal, “la deuda total (del municipio) supera los 6 millones de pesos”.