EL PAíS › LA AGENDA DEL GOBIERNO PARA RETOMAR LA INICIATIVA LUEGO DE LA DERROTA EN EL SENADO

Cómo seguir después del efecto Cleto

A medida que va saliendo del shock, el Gobierno comienza a notar aspectos positivos luego del fin del conflicto agropecuario. Aerolíneas y el Consejo del Salario para recuperar terreno. No se prevé un cambio de gabinete.

 Por Daniel Miguez

“Tomémonos esta semana para tranquilizarnos, para pensar. Pasamos mucho estrés y ahora hay que actuar con la mente fría. Igual, lo que teníamos previsto lo vamos a hacer”, les dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a varios de sus ministros entre el domingo a la noche y el lunes. Lo previsto, que implica medidas para retomar la iniciativa, era la reestatización de Aerolíneas el lunes y la convocatoria al Consejo del Salario ayer, dos medidas fuertes que le dan al Gobierno la posibilidad de volver a tener el manejo de la agenda. Pero el tiempo de reflexión que aconsejaba CFK era para evaluar cómo entrar con verdadera fuerza a una nueva etapa.

A medida que van saliendo del shock que les produjo el rechazo a las retenciones móviles en el Senado por el voto en contra del vicepresidente Julio Cobos y de varios legisladores oficialistas, cada vez son más los funcionarios que ven el lado positivo de esa resolución del conflicto con las cámaras agropecuarias. A nadie se le escapó el clima de alivio que se percibió en la sociedad y la recuperación de las expectativas por parte de la clase media, que inmediatamente salió a saciar su contenida ansiedad de consumo, como se percibió en la venta de artículos electrodomésticos y en la reserva de hoteles para las vacaciones de invierno.

De golpe al Gobierno se le despejó el panorama para salir a ganar posiciones y empezar a mejorar su imagen. Así lo entendía un ministro que le señaló a Páginai12: “Ahora que la gente está tranquila y expectante es la gran oportunidad de recuperar terreno. Es la ocasión de transformar lo que nos parecía tan malo en algo ventajoso”.

Otro funcionario se entusiasmaba más: “Con pocas cosas podemos repuntar más o menos rápido. Si se va (Guillermo) Moreno, si se calla D’Elía, si nos mostramos más calmos y damos algunas medidas que beneficien a la clase media, como subir el mínimo no imponible a las Ganancias, por ejemplo, podemos coronar todo eso con el Acuerdo del Bicentenario. Y si podemos arreglar lo del Indec, cartón lleno. Es más, yo que Cristina lo llevo a Cobos a todos los actos y de paso le ato las manos para el 2011”.

La mención a la posible salida de Moreno no es casual. Para muchos funcionarios sería un gesto que marcaría el cambio de actitud del Gobierno, sin mayores costos para Cristina. De todos modos, quienes conocen a la Presidenta saben que no le será fácil soltarle la mano. Además, que no lo hará mientras lo estén pidiendo la oposición y los medios comunicación. Si se produce el reemplazo de Moreno serían, junto al del secretario de Agricultura, Javier De Urquiza, los únicos en esta etapa.

Los que sondearon el ánimo presidencial no vieron atisbos de que esté pensando en lo inmediato en un cambio rotundo de gabinete. Un cambio rotundo, en términos kirchneristas, implicaría el cese del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y del ministro de Planificación, Julio De Vido, ya que la remoción de cualquier otro ministro, en sí misma, no implicaría un fuerte impacto en la opinión pública, si la idea es mostrar una renovación de figuras.

Por lo visto hasta ahora, tanto Fernández como De Vido siguen firmes en sus lugares. El ministro de Planificación tuvo un comienzo de semana muy protagónico con la reestatización de Aerolíneas el lunes y la inauguración de un gasoducto ayer. En ambas ocasiones acompañó a la Presidenta.

Siguiendo la misma lógica, algunos creyeron ser perspicaces al subrayar la ausencia del jefe de Gabinete en esos actos, sin saber que el domingo a la noche cayó en cama con 40 grados de fiebre. Una lectura psicológica diría que se acabó el conflicto y le bajaron las defensas. Es que el jueves pasado fue un día difícil de soportar para cualquiera en el Gobierno: cuando todavía estaban aturdidos por el voto del Senado, comenzaron a circular las versiones de que la Presidenta presentaría la renuncia. Ella lo desestimó al seguir con la agenda que tenía pautada.

La duda en la que caía cada uno de los funcionarios que miraba el porvenir del Gobierno con optimismo era cuando se le preguntaba si la Presidenta y el ex presidente Néstor Kirchner tenían la misma visión que ellos. “Yo creo que se está sobredimensionando un poco el tema de la derrota, que fue muy dolorosa. Pero cuando se calme el dolor vamos a salir. Los dos son muy inteligentes”, le dijo a Páginai12 un funcionario que habló con la Presidenta en los últimos días.

Si esto es así, el Gobierno quizás empiece a dar señales de cambio, no en el contenido de su propuesta pero sí en las formas. Hay muchos en la Casa Rosada que esperan modificaciones en el modo de vincularse tanto hacia adentro como hacia afuera del Gobierno. En el primer caso, creen que será necesario amalgamar de nuevo al kirchnerismo luego de los amagues de fuga y las fugas concretas que sufrió en los últimos tiempos. Los que sostienen esta postura creen que hay que recuperar para las filas propias a esos dirigentes, sean estos peronistas (que de lo contrario podrían confluir en el peronismo disidente) o radicales K. “No a todos, por supuesto. Hay que elegir bien a quién traer de vuelta a casa y a quiénes castigar”, se le escuchó decir a un ministro.

En el segundo caso, las fuentes apuntan al modo de relacionarse con los sectores de la clase media que aún son permeables a volver a apoyar al Gobierno. Sobre este punto, el concepto que más consenso tiene es la difícil combinación de mostrar amabilidad sin por eso perder firmeza. Un legislador consultado por Páginai12 apeló a la metáfora del juego del truco para ejemplificar la idea: “En el gobierno de Néstor fue efectivo cantar el vale cuatro en todas las manos, aunque tuviéramos una sota. Pero ahora es al revés, es contraproducente, porque me parece que de Cristina esperan otra cosa”.

Todo lo dicho y escrito muestra a muchos de los hombres del Gobierno viendo que estos días son una bisagra y que la Presidenta puede comenzar ahora su verdadera gestión.

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La presidenta Cristina Kirchner aconsejó esperar una semana y actuar “con la mente fría”.
Imagen: Pablo Piovano
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