EL PAíS › CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER LLEGA HOY A BEIJING, PRIMERA ESCALA DE SU PERIPLO CHINO

Un viaje a China que no es un cuento

La Presidenta también visitará Shanghai y apunta a anunciar 10 mil millones de dólares de negocios chinos. Además, espera encauzar el entredicho por el freno a la compra de aceite de soja argentino. Habrá acuerdos en materia de transporte y minería.

 Por Fernando Cibeira

Desde Beijing

La presidenta Cristina Kirchner llegará hoy a China para cumplir aquel viaje previsto originalmente para enero pasado y que luego levantó. Según anticipó el canciller Héctor Timerman, el Gobierno apunta a anunciar 10 mil millones de dólares de negocios chinos para los próximos años, principalmente en el rubro transportes. El objetivo es restablecer el equilibrio, porque la balanza comercial cada año es más deficitaria para la Argentina, que básicamente exporta productos agropecuarios e importa un 99,8 por ciento de manufacturas industriales. Meses atrás, Argentina les puso trabas a 18 de estos productos y el escarmiento tronó por el lado del parate de compra china del aceite de soja, un cortocircuito que espera encontrar su cauce durante la estancia de la Presidenta en Beijing. Pero todo eso es en cuanto a lo comercial. Respecto del plano político, ambos gobiernos subrayan el alto nivel de coincidencia que alcanzaron en los últimos tiempos, dato rápidamente verificable en las posturas comunes mantenidas durante las últimas cumbres del G-20.

Cristina Kirchner llegará esta tarde luego de partir el viernes, cumpliendo el fatigoso periplo con varias escalas al que obliga la poca autonomía del Tango 01 para estos viajes maratónicos. Vendrá acompañada por los ministros Héctor Timerman, Julio De Vido, Débora Giorgi y Julián Domínguez, además de funcionarios y legisladores. Por otro lado, arribarán también unos 70 empresarios argentinos ávidos por cerrar negocios con el gigante asiático. De crecimiento geométrico en los últimos años, el comercio bilateral alcanza hoy los 13 mil millones de dólares.

No por nada China ha sido una cita obligada para todos los presidentes argentinos desde el retorno democrático. Es que en paralelo a su crecimiento como potencia emergente, China se fue consolidando como el segundo socio comercial de nuestro país, detrás de Brasil. El año pasado el comercio bajó un poco, pero en el primer semestre de 2010 volvió a repuntar; la demanda asiática fue uno de los factores que permitió a los países de la región atravesar relativamente airosos la crisis internacional. China siempre miró hacia Latinoamérica como un lugar donde atender sus infinitas necesidades de materias primas, energía y –aquí entra Argentina– alimentos.

Este interés dio pie para que se echaran a rodar en los albores del kirchnerismo aquellas historias sobre pago de deudas y megainversiones durante la visita que realizó el presidente Hu Jintao en noviembre de 2004. Hubo finalmente un anuncio de 20 mil millones de dólares, pero hoy se reconoce que aquello estaba bastante en el aire. De entonces a ahora se avanzó con pasos firmes. En el gobierno chino se asegura que todo lo que se anuncie en estos días será concreto, aunque –con reticencia oriental– en la embajada en Buenos Aires preferían no hacer anticipos ni tirar cifras. “Esperemos que primero se firme”, respondían.

La agenda que seguirá la Presidenta será parecida a la que estaba prevista en enero, aquel viaje que luego suspendió para no dejar a Julio Cobos tanto tiempo a cargo del Ejecutivo cuando estaba abierta la puja con el entonces presidente del Banco Central, Martín Redrado, por el uso de las reservas para el pago de la deuda. La suspensión obligó a varios pedidos de disculpas argentinas a las autoridades chinas, incluyendo una personal de Cristina Kirchner a Hu Jintao cuando coincidieron en Washington para la Cumbre sobre Seguridad Nuclear. Las explicaciones fueron aceptadas y la reprogramación se hizo bastante rápido para lo que son los usos diplomáticos.

En desafío a los malos augurios, los presidentes se reunirán el martes 13, por la tarde, en el Gran Salón del Pueblo. Habrá una ceremonia de bienvenida y luego firmarán varios acuerdos bilaterales. Por la noche, Hu Jintao ofrecerá la habitual cena de honor a la Presidenta y a su comitiva.

Ayer, el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, en Beijing desde el viernes, dio algunos detalles de las negociaciones que se vienen manteniendo en las últimas horas para cerrar los acuerdos. “Nos reunimos con los directivos de Citic Internacional, con quienes avanzamos en los proyectos para la provisión de coches destinados al servicio de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires, priorizando en esta etapa a la Línea A”, contó. También habrá acuerdos para la electrificación de la línea de trenes Belgrano Norte y Sur y un tramo del Roca. Timerman ya había adelantado lo del Belgrano Cargas.

Fuera de los transportes, otro ítem será el de la minería, donde los chinos pusieron la mira. Para eso viaja el gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera, una de las provincias interesadas en atraer inversiones en ese rubro, que viene muy discutido en el Congreso. Se trabaja en inversiones para el rubro petrolero y en el ensamblaje de celulares.

Agenda dividida

La entrevista y los acuerdos con Hu Jintao serán el punto más relevante de la visita, pero habrá bastante más. El viaje se dividirá en dos partes: la primera en Beijing, la segunda en Shanghai.

Mañana, Cristina Kirchner visitará la Universidad Internacional de Negocios y Economía, que la distinguirá con un doctorado Honoris causa”. El martes a la mañana se entrevistará con el viceprimer ministro, Hui Liangyu, para luego dejar inaugurado el primer Seminario de Oportunidades de Negocios, Comercio e Inversión entre ambos países.

Pionero en esto de hacer negocios con los chinos, el empresario Franco Macri auguró la firma de “acuerdos importantes” durante la visita y aseguró que la Presidenta se encontrará con un ambiente “cordial y de gran expectativa” en Beijing.

El miércoles, Cristina Kirchner cerrará su visita a la capital china con una reunión con el primer ministro Wen Jiabao, el otro hombre fuerte del gobierno, en la sede del Consejo del Estado. Un día después, Jiabao tiene agendado recibir a la canciller alemana Angela Merkel. Las visitas de Estado a China son cosa de todos los días.

El miércoles por la tarde, la Presidenta volará a Shanghai, el corazón económico y financiero de China. Allí será recibida por el alcalde Hang Zheng y los líderes de las principales empresas locales. Habrá un nuevo almuerzo con empresarios y otro discurso proponiendo a la Argentina como destino de inversiones. El cierre en Shanghai será con una recorrida por el pabellón argentino en la Exposición Internacional. Firmará el libro de honor y luego visitará el pabellón de 2 mil metros cuadrados, con números artísticos argentinos a diario.

La vuelta está prevista para el jueves. En la comitiva, la expectativa era que ya de nuevo en el Tango 01 puedan congratularse de haber generado las condiciones para exportar a China productos de mayor valor agregado que la consabida soja y derivados. Los objetivos son los alimentos elaborados y preparados, productos farmacéuticos y maquinaria agrícola. Los chinos, conscientes de esta falencia en la relación, prometen colaborar en ese objetivo. Que no sea un cuento chino.

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Cristina Kirchner y Hu Jintao en su último encuentro, en la Cumbre de Seguridad Nuclear en Washington.
Imagen: Télam
 
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