Contentos por el acto de lanzamiento de Ricardo Alfonsín como candidato presidencial, la dirigencia del Movimiento de Renovación Nacional (Morena) salió ayer a celebrar la convocatoria que calificaron como “masiva”. Según el titular del Comité bonaerense, Miguel Bazze, la UCR “demostró la capacidad de movilización”, que, insistieron, fue de 30 mil personas. “Quedamos muy satisfechos por la masividad del acto”, se sumó el diputado Ricardo Gil Lavedra, flamante presidente de bloque. En cambio, desde otros sectores internos del radicalismo dudaron de la cifra expuesta por el alfonsinismo y señalaron que sólo llegó a las 10 mil. Las diferencias entre el sector que responde a Julio Cobos y Ricardo Alfonsín se evidenciaron en la Convención Nacional, que el viernes fracasó por falta de quórum cuando se debatía la posibilidad de adelantar la definición de las candidaturas.

“El radicalismo es un partido que está creciendo y la circunstancia de que tenga varios candidatos es un signo de vitalidad, no de división”, intentó explicar Gil Lavedra sobre los duros enfrentamientos que existen hacia adentro del centenario partido. Fiel a su estilo diplomático, Gil Lavedra evitó criticar en público la decisión del titular del partido Ernesto Sanz, de abrir la puerta de una eventual postulación presidencial. “Todo el mundo tiene derecho a poder postularse. En realidad, Sanz dijo que no lo descarta, no lanzó todavía la candidatura”, aseguró el diputado por la ciudad de Buenos Aires, desconociendo el significado político de los dichos del mendocino.

Por su parte, Bazze, perteneciente al círculo íntimo de Alfonsín, dijo que están “muy entusiasmados, con el proceso de recuperación” del partido, luego de la crisis del 2001 y consideró que tienen “condiciones para pelear la Presidencia de la República”. En el entorno del diputado bonaerense deslizan que para febrero o marzo podrían definir el compañero de fórmula, cargo que quieren para el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner.

En el cobismo tomaron nota del acto pero sobre todo de los dirigentes que se subieron al escenario. El fuerte abrazo de Alfonsín con el senador pampeano Juan Carlos Marino, a quien Cobos propuso para reemplazar al jujeño Gerardo Morales, despertó el enojo de la tropa del vice, que veía hasta hace unos días en Marino a un eventual aliado. El único senador no cobista que faltó fue el chubutense Mario Cimadevilla, que se encolumna detrás del titular del Comité Nacional, Ernesto Sanz, el gran ausente del viernes. A diferencia de Alfonsín, el vicepresidente anunció que no realizará actividades proselitistas, al menos hasta marzo, cuando al calor de las encuestas decidirá si toma licencia o no.

Con un delicado equilibrio por su cargo partidario, Sanz aprovechará el verano para levantar su perfil y ver si consigue “tirarse a la pileta” de las candidaturas a mediados de marzo.