EL PAíS › FRANCISCO DE NARVAEZ BAJO SU LISTA DE DIPUTADOS NACIONALES DE CAPITAL FEDERAL

Devolución de gentilezas al radicalismo

La decisión de sacar de competencia la boleta encabezada por Pablo Lanusse y Fanny Mandelbaum apunta a despejarle el camino a la que lidera Manuel Garrido con el auspicio de Ricardo Alfonsín. Es una retribución a las concesiones que la UCR hizo en la provincia.

 Por Sebastian Abrevaya

Lanusse y Mandelbaum se reunieron ayer con De Narváez y después anunciaron que se bajaban.

En un gesto de reciprocidad con su socio radical Ricardo Alfonsín, el peronista disidente Francisco de Narváez aceptó ayer bajar su lista de diputados nacionales de Capital Federal, como le pidieron sus candidatos, el ex fiscal Pablo Lanusse y la conductora televisiva Fanny Mandelbaum. Ambos iban en una lista de adhesión de la fórmula presidencial Alfonsín-Javier González Fraga, lo que disminuía las chances de la otra lista, encabezada por Manuel Garrido y Hernán Rossi. De esta manera, al no dividir el voto, la UCR podría llegar a meter algún diputado en el Congreso Nacional. “Nosotros no queríamos este quilombo que se armó”, aseguró Mandelbaum en diálogo con Página/12.

La explicación de esta decisión tiene su origen en el flojo resultado de las primarias del 14 de agosto. La lista de Garrido, ex titular de la Oficina Anticorrupción, obtuvo el 5,17 por ciento de los votos, mientras que la de Lanusse-Mandelbaum sacó el 3,67. De repetirse un desempeño similar el 23 de octubre, ninguna de las dos boletas podría colocar un diputado nacional. Por el sistema D’Hont se necesita alrededor de un 6 por ciento para ingresar un diputado al Congreso y, de no alcanzarlo, la fuerza más votada –en este caso el Frente para la Victoria– podría incluso quedarse con un escaño más.

En su bunker de Las Cañitas, De Narváez se juntó ayer con Lanusse, Mandelbaum, Graciela Ocaña y su jefe de campaña, Daniel Amoroso, que iba tercero en esa lista. Según transmitieron en un comunicado, Lanusse y Mandelbaum “ofrecieron declinar su participación al conocer la inquietud planteada por el radicalismo porteño ante la presencia de dos listas adheridas a la candidatura presidencial de Ricardo Alfonsín”.

El lunes había trascendido que Mandelbaum se bajaba de manera personal. Pero ayer la conductora reveló que en verdad la decisión de bajar toda la lista ya estaba tomada desde el primer momento, pero que ella no quería adelantarla antes de la reunión con Lanusse y De Narváez. “Fue una decisión de Pablo y mía porque esto ya venía de antes. Le dijimos a Francisco que lo queríamos dar a conocer todos juntos para que no se interpretara como que estábamos peleados”, aseguró la conductora, que a modo de reclamo disparó: “Hay que dejar de lado los celos y las envidias y hacer algo para que el país crezca”, dijo en relación a la actitud de algunos dirigentes de la UCR.

Decepcionada por la imposibilidad de “sentarse a charlar” en el Congreso con “gente del partido de Pino, del PRO o del Frente para la Victoria”, Mandelbaum aseguró que va a seguir “militando por la vida”, ya que no le importa el cargo. “No me va ni me viene. La banca servía para movilizar proyectos que ya impulsaba desde el escritorio de mi programa”, remató.

Desde el radicalismo dieron una explicación más política para fundamentar la situación. “No era razonable mantener las dos listas porque se corría el riesgo de no meter ningún diputado y como partido de oposición nuestro interés es tratar de limitar la mayoría del oficialismo en el Congreso”, sostuvo un dirigente porteño. Emiliano Yacobitti, apoderado de Udeso Capital, había impugnado antes de las primarias la adhesión de la lista de Lanusse, lo que fue rechazado por la Cámara Nacional Electoral y lo había vuelto a hacer en la audiencia de oficialización de boletas para las generales, el lunes pasado.

En los últimos días el tema fue manejado por el diputado radical Ricardo Gil Lavedra y el peronista Gustavo Ferrari. La actitud del espacio de De Narváez fue interpretada también como una forma de retribuir las actitudes del radicalismo en la provincia de Buenos Aires, donde los peronistas apostaron a provincializar al máximo la elección, afectando el desempeño electoral de Alfonsín. Dentro de esa estrategia emisarios de De Narváez negociaban anoche con dirigentes del candidato peronista Alberto Rodríguez Saá. Si las conversaciones llegan a buen puerto, el gobernador puntano podría apoyar la candidatura de De Narváez, ya que la Justicia Electoral inhabilitó a su hermano, el senador Adolfo Rodríguez Saá, para presentarse simultáneamente como gobernador bonaerense y senador por San Luis.

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