EL PAíS › LOS ENCUESTADORES DETECTAN UN MASIVO REPUDIO A MENEM

Como el capitán que deja el barco

Todos coinciden en que la abrumadora mayoría rechaza que Menem se baje del ballottage y ven un fuerte daño a las instituciones. No queda tan en claro cómo afectaría a Kirchner, que primero podría recibir solidaridad y luego ser visto como tan débil como Illia.

 Por Raúl Kollmann

La opinión de la gente en contra de la deserción de Carlos Menem sería demoledora. Se lo vería como un capitán que abandona el barco antes que el resto de la tripulación y los pasajeros. De manera que al menos durante un tiempo, el riojano agregaría un enorme desprestigio a su ya deteriorada figura. Esto es lo que sostienen la mayoría de los encuestadores que anoche fueron consultados por Página/12. Los asesores en campañas electorales sostienen también que habría un daño fuerte al sistema institucional, pero no coinciden sobre cuánto afectará a Néstor Kirchner la movida de Menem.
Estas son las opiniones:
- Graciela Römer, de Römer y Asociados: “Las sociedades no perdonan a los capitanes de los barcos que se tiran primero al agua, antes que todo el pasaje. Creo que Menem está haciendo un mal cálculo y que la estrategia de retirarse puede tener más costos que beneficios. El retiro, frente a la eventual derrota, no les asegura a los gobernadores y jefes comunales que se mantengan, sino todo lo contrario. El impacto en el electorado peronista del retiro los va a arrastrar. Por eso, bajarse sería un mal cálculo estratégico y me extraña de un político de tanta experiencia como Menem. El efecto clamor que se estuvo montando en las últimas horas exhibe las internas dentro del menemismo. No va a cambiar mucho la intención de voto si se presenta. Fuera del cálculo y la táctica, Menem les inflige un golpe a la institucionalidad y a las instituciones democráticas, como es el derecho al voto, al no permitir que el voto sea expresión de la voluntad. Y eso en el marco de una sociedad que demanda mucho por la participación, y por ello va a tener un fuerte rechazo cualquier decisión de no competir”.
- Eduardo Fidanza, de Catterberg y Asociados: “Creo que si Menem se baja la sociedad lo recibiría muy mal. Además, sería contradictorio con toda su carrera, porque siempre fue muy audaz y criticó duramente a quienes se bajaron. Es una jugada que no corresponde a su género, su tradición ni a su carrera. La gente quiere que haya ballottage y que se vote. Lo habitual es que vean muy mal que los políticos se bajen de sus responsabilidades. Si continúa, habrá logrado atraer sobre su persona toda la atracción durante unas horas, pero no creo que cambie la cantidad de gente que lo apoya, un 30 por ciento, y la gente que lo rechaza, más o menos un 70 por ciento. Todo esto responde más a la interna dentro de un partido que a la lógica de una confrontación entre dos partidos. Sigue prevaleciendo la lucha brutal entre Menem y Duhalde, poniéndonos a todos como espectadores y mostrando un total desprecio hacia el resto de la sociedad”.
- Analía Del Franco, de Research Internacional.Analogías: “Esto a la gente le cae muy mal. Nosotros ya empezamos a medir y en el área metropolitana el desacuerdo que percibimos es muy fuerte: casi el 80 por ciento rechaza que Menem se baje del ballottage. La objeción fundamental es la cuestión de la arbitrariedad, no respetar las reglas y el hecho de que se vaya antes. Por supuesto, él tiene todo el derecho, la ley lo permite, pero en la situación en la que estamos y teniendo en cuenta que es el candidato con peor imagen, esto cae como una bomba. Esta oleada de pedirle que se presente no creo que le traiga nuevos votos, porque tiene poca capacidad de conseguir nuevas adhesiones. La elección es muy desfavorable para el riojano y los porcentajes son muy estables desde hace mucho tiempo. Un hecho coyuntural como el de ayer, no creo que cambie gran cosa”.
- Hugo Haime, de Haime y Asociados: “Todo esto es muy provisional y hay que esperar a que ocurran las cosas. Obviamente una decisión de Menem de bajarse le caería muy mal a la gente. A quienes apoyan a Menem no les gustará porque quieren apoyarlo y quienes están en su contra querrán expresarlo en el voto. Si Menem decide que él no participa en el ballottage porque acepta que Kirchner es ganador y afirma que va acolaborar, significaría aceptar una derrota, pero dentro del marco institucional. Cualquier otro argumento sería poco creíble y va a provocar muy mala impresión. Pero insisto, hay que hacer un análisis más serio y cuidadoso cuando los hechos terminen de producirse”.
- Enrique Zuleta Puceiro, de OPSM: “Yo creo que habría un gran movimiento de repulsa contra Menem, por más que sea razonable, y pesará una enorme sospecha de cinismo institucional. A Kirchner le produciría una cierta solidaridad inicial, ya que la gente lo verá como una especie de golpe en su contra. Kirchner aparecerá como el agredido y se sospechará que estuvo el establishment detrás. La gente fue a votar sabiendo que había ballottage, que había doble vuelta y de lo que se trataba era de quién iba a enfrentar a Menem. Se fue a votar también sabiendo que en el ballottage lo iban a sepultar a Menem 70 a 30. En este momento, la clase política intenta escamotear esa regla del juego. Y eso se paga. No habrá lectura constructiva sobre una eventual deserción de Menem. Por el lado de Kirchner, estará esa primera solidaridad, pero después, si no anda bien en la gestión, le facturarán que es un presidente con menos votos que Illia.”

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Si la maniobra de Menem es para crear expectativa a ver si mejoran los votos, está saliendo mal.
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