Con la intención de armar una agenda de trabajo con el Gobierno, la CGT antimoyanista que encabeza el metalúrgico Antonio Caló irá hoy a la Casa Rosada, donde tendrá su primera reunión con la presidenta Cristina Kirchner. En vísperas del encuentro, Caló dijo que llevarán algunos de los puntos planteados en el documento al que adhirieron 102 sindicatos al crear la central la semana pasada, en el que respaldaron las políticas de reindustrialización y reclamaron la suba del mínimo no imponible para Ganancias, la universalización de las asignaciones familiares y el pago de la deuda que el Estado tiene con las obras sociales. Aunque no todos: “Lo vamos a pulir, no vamos a llevar todo lo que pensamos. Vamos a presentarnos y conversaremos con ella para ir articulando los petitorios”, señaló el metalúrgico.

Más allá de lo que suceda en sí en la reunión, la entrada de la nueva central obrera a la Casa de Gobierno tendrá como fondo el antagonismo que mantiene con la CGT de Hugo Moyano. Lo importante para los dirigentes de la nueva CGT será, en ese sentido, ser reconocidos como el interlocutor válido del Gobierno con los sindicatos. En ese marco, ayer le preguntaron a Caló si le molestaba que a la central la llamasen “la CGT Balcarce”, como la apodó el moyanismo.

“A mí no me molesta”, aseguró Caló. “Yo voy a trabajar y mirar para adelante. Después vamos a ver cuál es la ‘CGT de Balcarce’ y la verdadera CGT que representa a los trabajadores”, desafió el metalúrgico a Moyano. En esa línea, el dirigente se definió como un “oficialista de este modelo”.

Las declaraciones fueron formuladas en un reportaje de BA Noticias. “¿Cuál es la deuda del gobierno nacional con los trabajadores?”, le preguntaron al titular de la UOM. “No tiene deuda. Tenemos que mejorar lo que tenemos. A veces me preguntan por qué uno es oficialista. Yo soy oficialista de este modelo”, contestó. Luego retomó definiciones que habían sido parte de su discurso de asunción al frente de la nueva CGT.

“En el año 2003 la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) tenía 50 mil afiliados y hoy tenemos 250 mil. ¿Cómo no voy a ser oficialista? En este bendito país había cuatro millones de personas que por la crisis de los ’90 y del 2001 no se podían jubilar. Este gobierno hizo que tengan una jubilación, ¿cómo no voy a ser oficialista? Antes no podíamos discutir salarios y ahora los salarios de los metalúrgicos crecieron 1200 por ciento, ¿cómo no voy a ser oficialista?”, planteó.

Como resultado del armado de la alianza que dio lugar a la CGT Alsina (que agrupó a los Gordos –gremios de servicios–, con independientes –liderados por UPCN, Obras Sanitarias y la Uocra– y los ex moyanistas del Movimiento Acción Sindical Argentino, en la conducción de la organización Caló quedó acompañado por Andrés Rodríguez (de UPCN) como adjunto y el ex moyanista Oscar Viviani (taxistas), como secretario gremial. Es decir que más allá del alineamiento de Caló con la Casa Rosada, en la delegación se expresarán también intereses de sectores con menor sintonía con el Gobierno y reclamos más ligados a cuestiones económicas. Por ejemplo, el sector viene realizando gestiones para conseguir una actualización de los montos de la cápita que el PAMI les paga a las obras sociales. Más ligada a la disputa que tienen con la CGT Azopardo, también están impulsando un proyecto para modificar el pago de ganancias, tema que es el caballito de batalla de la campaña de Hugo Moyano.