EL PAíS › A UNA SEMANA, ROBERTO BACMAN ANALIZA LAS IMPLICANCIAS DE LAS ELECCIONES

“Habrá un buen saldo para el oficialismo”

El titular de CEOP afirma que el alto piso oficialista a nivel nacional, tras diez años de gestión, se suma a la importante imagen positiva de la Presidenta. Qué se juega el 27 de cara al futuro del kirchnerismo.

 Por Raúl Kollmann

“Un gobierno que obtiene más del 30 por ciento de los votos en una elección legislativa, de medio término, después de diez años de gestión, muestra una gran potencia”, sostuvo Roberto Bacman, titular del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP). “Alguno podrá decir que significa que del otro lado hay una mayoría opositora, pero no es verdad. Hoy la Presidenta tiene una imagen positiva del 52 por ciento y es posible que entre quienes opinen bien de la Presidenta haya gente que el próximo domingo vote otras opciones, por ejemplo a la izquierda. La gente vota con mucha libertad en una legislativa. Puede elegir a alguien que le caiga bien, que sea peleador, pero a ese mismo dirigente no lo vota para gobernar. Ahí pesa la gestión, la capacidad de gobernar y el modelo de gestión. Si, además, el Frente para la Victoria logra mantener su supremacía en el Congreso, el saldo será bueno para el oficialismo.”

El diálogo con Bacman va más allá de la elección del 27 de octubre.

“Es cierto que en el crecimiento de la imagen de la Presidenta influye ahora el problema de salud que tuvo. Pero en abril tenía el 45 por ciento de imagen positiva y se registra ahora un crecimiento casi del 8 por ciento. La mayor parte del ascenso es posterior a las PASO. Hoy tiene 52,8 de imagen positiva, 37,7 de imagen negativa y un 9,5 por ciento que se niega a contestar. En esta pregunta le pedimos a la gente que se defina, o sea que no aceptamos el regular.”

“Insisto que tal vez los que opinan bien de la Presidenta, el domingo voten a candidatos que no son del FPV, pero no es gente que esté enojada. Por otra parte, entre los que no votan al oficialismo hay un panorama amplio, algunas fuerzas con anclaje sólo en algunos distritos y otras fuerzas con alguna llegada un poco más nacional. Pero es muy difícil que se establezca algo similar a lo que fue el Grupo A pensando hacia 2015. Le quiero dar un ejemplo concreto: Ricardo Alfonsín o Margarita Stolbizer tienen buena imagen entre los ciudadanos, pero es muy difícil que después los voten para gobernar el país. De manera que una cosa es una elección presidencial, de gobernador e incluso de intendente y otra la elección de diputados o senadores.”

–Hay quien habla del fin del ciclo kirchnerista.

–Mire, hasta 2001 había dos partidos, el justicialismo y el radicalismo, que en base a la fidelidad partidaria sacaban un piso del 40 por ciento de los votos cada uno. Ese sistema de partidos se terminó. Hoy es el kirchnerismo la única fuerza que construyó una lealtad partidaria propia. Hay un núcleo duro que estaba en el 40 por ciento hace un par de años y diría que hoy está entre el 35 y el 38 por ciento. ¿A qué llamamos un núcleo duro? A los que responden a cuatro parámetros: primero, que tienen buena imagen de CFK; segundo, que la votaron en 2011; tercero, que la volverían a votar si fuera candidata y, cuarto, que están de acuerdo con el modelo que se llevó adelante estos años, papel del Estado, alejamiento del FMI, recuperación de Aerolíneas e YPF, recuperación de los fondos de las AFJP, Asignación Universal. Insisto, los que se encuadran en esos parámetros son entre el 35 y el 38 por ciento de los ciudadanos. Ahora bien, está claro que el kirchnerismo tiene desafíos. Va a tener que elegir nuevos dirigentes y una candidatura presidencial sin el apellido Kirchner. Creo que en este terreno, Daniel Scioli va a jugar un indudable papel. Habrá que definir si Cristina se va a poner al frente del partido y cuál va a ser su rol. Pero desde ya que no es un fin de época. Y le agrego algo más: el kirchnerismo conformó una fuerza militante muy significativa, diría que es algo que hace rato que no se ve en la Argentina.

–¿Cómo encaja la elección del domingo próximo en el panorama nacional futuro?

–Desde ya que tiene su importancia. En primer lugar porque lo que se eligen son legisladores, de manera que al oficialismo le es relevante mantener el quórum propio. A primera vista parece posible. En esas condiciones manejó muy bien la labor parlamentaria y siempre tendrá importancia las alianzas y acercamientos que se producen dentro del Congreso. El FPV ha conseguido aliados y los conseguirá seguramente en el próximo período. También resulta clave lo que pase en la provincia de Buenos Aires. Una ventaja de Sergio Massa de 15 puntos como se manejaba hace un tiempo, era un dato más que significativo. Eso se ha ido torciendo (ver aparte) por varios factores: ha crecido Martín Insaurralde, el papel de Scioli, creo que el oficialismo ha reconocido y corrige errores. Se está poniendo mayor énfasis en el tema seguridad, estuvo la cuestión del mínimo no imponible de Ganancias y otras medidas que se tomaron en el último tiempo. Del otro lado, el gran desafío de la oposición es crear una alternativa de gobernabilidad. Por ahora no lo han logrado. Tal vez el PRO es el más nítido, representa al centroderecha internacional, algo que se parece al Partido Popular español. Pero no lo termina de decir. Y la prueba de todo esto es que no hay una consigna opositora que atraviese los distritos. En cada provincia influye mucho más lo local, cada uno juega con sus temas. Por eso insisto con el concepto de que la oposición necesita crear una alternativa de gobernabilidad. No será fácil para ellos.

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Imagen: Diego Spivacow
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