[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Por Eduardo Tagliaferro y Felipe Yapur

Cuatro días después de haber obtenido la media sanción parlamentaria del Presupuesto nacional, el peronismo apuró ayer su tratamiento en la Cámara alta. Originalmente estaba previsto discutirlo en el recinto el próximo miércoles. Pero en un rapto de urgencia, el bloque oficialista intentará conseguir hoy su aprobación. A pesar de objeciones planteadas por varios senadores –incluso del PJ– en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, la iniciativa será votada sin modificaciones.
La prisa tiene que ver con las necesidades del Gobierno de mostrarle a la delegación del Fondo Monetario Internacional, que llegará al país el miércoles, que tiene el respaldo necesario para llevar adelante su gestión. Los senadores no son ajenos a esas necesidades, ni tampoco a las presiones que eso genera. “Si no era que se caía el blindaje, era por el megacanje, o por la visita del Fondo, como sea, siempre estuvimos aprobando los presupuestos a libro cerrado”, se quejaba ayer ante este diario un integrante de la bancada del PJ.
Parte de estas quejas se escucharon ayer en la Comisión de Presupuesto que deliberó hasta tarde tratando de limar algunas asperezas. Las diferencias no serán obstáculo para que el proyecto oficial tenga un trámite rápido. Aunque la sesión está llamada para hoy, legisladores de la mayoría no descartaban ayer que finalmente el Presupuesto termine siendo votado a primeras horas del miércoles, luego de un largo debate.
–¿El Presupuesto se aprueba sin dificultades? –preguntó Página/12 a otro miembro del bloque oficialista.
“Aprobar se aprueba, pero los problemas empiezan después contestó el legislador.” Para graficarlo recordó una imagen de una película de Charles Chaplin. “¿Se acuerda de ese film en el que Chaplin intenta cerrar una valija y sobresalía ropa por todos los costados?”, preguntó el senador. “Bueno, en su apuro –continuó– Chaplin logró cerrarla y después cortó con una tijera todo lo que sobraba. El problema es que marchaba hacia un casamiento. Así que cuando sacó sus prendas se encontró con que tenía trajes y pantalones cortados. Así es nuestro presupuesto”, finalizó.
Al igual que le sucedió a Chaplin el problema sobrevendrá después. Por ahora se trata de tener un logro para mostrarle a los hombres del Fondo. Esto no impide que algunos legisladores pongan el grito en el cielo por algunos temas. Por ejemplo, el caso de los subsidios a los concesionarios de peaje contemplado en el artículo 49 de la denominada ley de leyes como suele llamarse al Presupuesto. En ese punto, los diputados incorporaron al proyecto oficial un artículo por el que les reconocen a los concesionarios que reclaman ser subsidiados ante el aumento de costos de explotación, un límite de 100 millones de dólares.
La medida puede parecer un avance ante los 300 millones que la administración de Fernando de la Rúa otorgó por decreto a las empresas que tienen a su cargo el peaje de muchas rutas. Incluso un miembro de la Comisión de Presupuesto de la Cámara alta recordó ante este diario que en los últimos días de Roque Fernández se le había rechazado al gobierno de Carlos Menem el pago de 200 millones en subsidios. Estos están contemplados en los casos en que los concesionarios hayan tenido un aumento en sus costos de mantenimiento de las rutas. En estos casos, el Estado los compensa. No es el subsidio el que está en cuestión sino la forma en que las empresas realizan la liquidación de sus costos. En la comisión parlamentaria especulan que éstos no reflejan la realidad. La acumulación de deudas a su favor les permitiría a los concesionarios, ofrecer posteriormente una negociación al Estado. Cancelar la deuda a cambio de un mayor plazo de la concesión. Casualmente en el 2003 caducarán muchas de éstas.
El legislador Jorge Yoma adelantó a este diario que precisamente sobre este artículo propondrá una ley correctiva. Es decir que en el mismo momento en que se apruebe el Presupuesto presentará un proyecto paramodificar el artículo en cuestión. La última palabra la volverán a tener los diputados que precisamente lo incorporaron al proyecto oficial. Detalles que no impedirán que el Presupuesto tenga un rápido voto favorable.