EL PAíS › EL ENTE OFICIAL DE REGISTRO DE EMPRESAS DE BELICE INFORMO QUE NO EXISTE LA COMPAÑIA CUYA CUENTA SE ATRIBUYO A MAXIMO KIRCHNER Y A NILDA GARRE

El otro cuento de la cuenta

Luego de que el Felton Bank informara que Garré no tenía cuentas en esa entidad, Clarín aseguró que el depósito “estaría a nombre de Business and Services IBC, de Belice”. Ahora el banco dice que esa compañía no tuvo cuentas allí pero, además, esa empresa no existe.

 Por Raúl Kollmann

Nada por aquí, nada por allá. El ente oficial de registro de empresas de Belice (Belize Companies and Corporate Affairs Registry) le informó al Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país que la empresa Business and Services IBC no existe, no está registrada en Belice. Es una desmentida categórica a la revista brasileña Veja y al diario Clarín que sostuvieron que el hijo de los dos últimos presidentes, Máximo Kirchner, y la embajadora Nilda Garré tuvieron una cuenta corriente en el Felton Bank de Delaware a nombre de Business and Services IBC. A esto hay que agregar que en una nueva comunicación, el CNB Bank, que absorbió al Felton, certificó que no existió nunca una cuenta a nombre de Business and Services IBC ni en el Felton ni en el CNB. Veja y Clarín sugirieron –en una maniobra alineada con la derecha republicana norteamericana–, que los fondos de la cuenta de Delaware tenían origen iraní, supuestamente para comprar impunidad para los sospechosos del atentado contra la AMIA. Es el mismo argumento que se usó a principios de este año para justificar la demolida denuncia de Alberto Nisman contra la Presidenta. Con las dos desmentidas, de Belice y del Felton, se demuestra que la versión de Veja y Clarín fue falsa: Business and Services IBC no existe en Belice y nunca hubo una cuenta a ese nombre en el Felton Bank.

Anónimos

El diario Clarín se basó en fuentes anónimas –“dos especialistas bancarios y un documento”– para desplegar grandes títulos de tapa y afirmar que Garré y Máximo eran cotitulares de una cuenta a la que le pusieron número, 00049852398325985. Dijeron que estaba en el Felton Bank y a nombre de una empresa de Belice, Business and Services IBC, y con un saldo de nada menos que 41 millones de dólares. En ningún momento identificaron a las dos fuentes bancarias que supuestamente les dieron la información ni exhibieron el documento que dicen que tenían.

Ante la acusación, Máximo Kirchner contestó en forma tajante: “No sólo la información es falsa, sino ridícula. Todo es una mentira cuidadosamente planificada y dirigida. Nunca, nunca, nunca, tuve una cuenta en el exterior”.

La embajadora ante la OEA fue aún más dura: “Es una infamia. Nunca tuve una cuenta fuera del país, en ningún lado. Ni siquiera en Uruguay. La única cuenta que tengo es la del Banco de la Nación Argentina, sucursal de Estados Unidos, donde cobro mi sueldo”, afirmó Garré.

Belice

La sigla IBC es la que identifica justamente a Belice, un país de 330.000 habitantes ubicado al lado de Guatemala y México. De manera que la versión de Clarín no sólo identificaba la empresa fantasma –Business and Services– como registrada en Belice sino que las siglas eran las correspondientes a ese país.

Nilda Garré, como embajadora ante la OEA, se dirigió al Ministerio de Relaciones Exteriores de Belice y le pidió información sobre la supuesta empresa creada en ese país.

La Belize Companies and Corporate Affairs Registry es el órgano oficial de registro de ese país (belizecompaniesregistry.gov.bz), depende de la Procuración, o sea de la jefatura de fiscales, y le contestó con una carta a la Cancillería de Belice, específicamente a “su excelencia señor Lawrence Sylvester”, uno de los hombres de mayor rango. En el texto, el Registro dice que no sólo no hay una empresa que se llame Business and Services, sino que tampoco aparece en la nómina de quienes pidieron una imprescindible autorización para utilizar la sigla IBC (ver facsímil) para operar aunque sea en el futuro como empresa de Belice. En otras palabras Business and Services no existe en el país centroamericano como aseguraron Veja y Clarín.

Insistiendo

Página/12 publicó en abril un documento contundente. El CNB Bank, el banco que absorbió al Felton el 1º de enero de 2011, le envió una carta a Nilda Garré en la que le señalaban que ella no es ni fue titular de ninguna cuenta en el Felton o en el CNB. La carta firmada por Cassandra Guy, vicepresidente asistente del CNB, debió terminar con cualquier polémica: “No existe ningún registro de una cuenta a su nombre en el CNB o en el Fulton”. Este diario publicó el facsímil de la carta de la vicepresidenta del banco.

Sin embargo, Clarín le buscó la vuelta. En lugar de admitir que publicaron una información falsa, el 12 de abril insistieron con su versión, aunque ligeramente alterada: ni Garré ni Máximo eran ya titulares de la cuenta 00049852398325985, sino que la cuenta estaba a nombre de Business and Services IBC, por lo tanto, la respuesta del banco no servía.

“Las fuentes –nunca identificadas– señalaron que la cuenta la manejaría Garré, lo que es distinto a ser titular de la cuenta, que estaría a nombre de Business and Services”, insistió Clarín, aunque antes habían dicho que Máximo y Garré eran cotitulares.

De todas maneras, la embajadora volvió a pedir al banco una certificación sobre si existe una cuenta a nombre Business and Services y, en ese caso, si ella es apoderada. Otra vez la que contestó fue Cassie Guy, también vicepresidente asistente del CNB Bank. “Hemos revisado nuestras cuentas y no hay registro de una cuenta a nombre de Business and Services IBC”, contestó la funcionaria del banco. De manera que también resultó falsa la información de que la cuenta, con supuestos 41 millones de dólares, estuviera a nombre de Máximo, Garré o la empresa fantasma mencionada por Veja y Clarín.

De entrada

La versión de que Máximo y Garré compartían una cuenta en el Felton Bank de Delaware no tenía el menor sustento desde un principio. Veja y Clarín se escudaron, los brasileños, en un especialista en investigaciones bancarias y Clarín en dos fuentes anónimas y en documentación que nunca mostraron. En ambos casos trataron de tapar con condicionales la falsedad de datos que se caían por su propio peso, ya que se podía detectar que todo era falso realizando una investigación elemental, casi casera.

La versión indicaba que la cuenta fue abierta en 2005 y tuvo un saldo de 41 millones de dólares. Se trata de una cifra descomunal que no podría haber pasado inadvertida a los investigadores de lavado de dinero norteamericanos, pero lo cierto es que Delaware es una especie de paraíso fiscal en territorio de Estados Unidos. En ese estado y a nombre de una empresa de allí, por ejemplo, se matriculó el avión que los hermanos Juliá llevaron a Barcelona con una tonelada de cocaína.

Pero el dato más demoledor, que obligaba a descartar la información, era que el Felton era un banco muy chico, con un total de 71.819.000 dólares en depósitos. O sea, resultaba imposible que en un banco, en una sola cuenta, haya estado el 60 por ciento de los depósitos. Esto es así porque si el titular decide sacar el dinero, la estructura del banco naufraga, de manera que no existe como posibilidad semejante concentración en un solo cliente.

La otra verificación a realizar también era elemental. Ingresando a la Federal Deposit Inssurance Corporation (FDIC), que es la organización estatal de garantía de los depósitos, se establece que el 91 por ciento de lo depositado en el Felton estaba cubierto por la garantía y es público que esa garantía sólo rige para los depósitos de menos de 250.000 dólares. En total, dice la FDIC, sólo 6.079.000 dólares del Felton quedaron fuera de la cobertura, lo que indica que no existió nunca un depósito de 41 millones.

Nada

La nota de Clarín sobre la cuenta en la que Máximo y Nilda eran cotitulares se publicó el 29 de marzo. Es decir, que dentro de unos días se cumplirán dos meses. La nota de la brasileña Veja se había publicado aún antes.

En este tiempo, casi 60 días, ninguna de las dos publicaciones pudo agregar dato alguno. Veja mencionó que su fuente era “un especialista norteamericano en investigaciones del sistema financiero”. En 60 días, la revista brasileña ni indicó quién era el especialista en investigaciones brasileñas ni aportó nueva documentación. Es más, en el artículo original, la propia revista sostuvo que “no fue posible confirmar de manera independiente la titularidad de esas cuentas”. De esa manera admitieron que publicaron una información que involucraba al hijo de una presidenta y a una ex ministra y embajadora sin tener nada chequeado.

Con Clarín pasó otro tanto. En dos meses nunca agregaron una línea. Las dos fuentes siguen en el anonimato y el documento que dicen que les sirvió de prueba no fue dado a conocer, sin que se explique por qué. No se entiende la razón para no publicar un documento que, según ellos, les sirvió de base para acusar, en la tapa del matutino, a Máximo y a Garré.

En su última referencia al tema, el 12 de abril, Clarín cerró la nota diciendo: “Este diario continúa con su investigación y está a la espera del resultado de gestiones periodísticas de confirmación oficial de los datos”. Como se ve, por ahora la gestión periodística no dio resultado y no lograron confirmar nada. Por el contrario, Belice y el CNB los desmintieron en forma categórica otra vez.

El ente oficial de registro de empresas de Belice informó que la empresa Business and Services IBC no existe, no está registrada en Belice.
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